Search

“Paranazo” en Rosario, “Oceanazo” en el país: la pelea ambiental va de la montaña al mar

Manifestantes salieron a las calles en distintas ciudades y países. A nivel local el foco se puso en el Humedal y en las quemas, pero el blanco fue el extractivismo: ganancias para pocos a costa de la devastación de todo

Paola Cándido / Guillermo Correa

Organizaciones ambientalistas de todo el país se movilizaron este viernes en un “Oceanazo” que se extendió a una treintena de países del mundo en defensa de costas libres de plataformas petroleras y contra la destrucción del medio ambiente que acarrea la minería intensiva en las montañas, el monocultivo en las llanuras y los incendios intencionales en todas las geografías. La manifestación tuvo su capítulo local con un “Paranazo”, que se concentró frente a Tribunales provinciales, en avenida Pellegrini y Balcarce, para marchar por bulevar Oroño hasta los Tribunales federales y culminar, en el ocaso de la jornada, en la plaza San Martín, frente a Gobernación. “No es sequía, es saqueo”, era el eje totalizador de la convocatoria local, en la cual se responsabilizó al poder político y a la Justicia por la devastación del Alto Delta, y se volvió a reclamar por la ley de Humedales.

“Nos estamos sumando a las múltiples movidas en distintas partes del país, al Altlanticazo en defensa del Mar Argentino porque no podemos tolerar que se explote, y pidiendo nuevamente por la ley de Humedales que nuevamente ha perdido estado parlamentario y que dos veces nos quedamos esperando que el presidente de la Nación la incorpore en sesiones extraordinarias, lo que no ocurrió”, explicó Mauricio Cornaglia, de la Multisectorial Paren de Fumigarnos, los motivos de la manifestación. En esa línea, el activista cuestionó con dureza la política ambiental de la gestión del presidente Alberto Fernández: “Tenemos que soportar la tomada de pelo del ministro de Ambiente, quien, a pesar de todo lo que vivimos en el 2020 y en el 2021, se atreve a presentar –y con bombos y platillos– un nuevo proyecto de la ley de Humedales”. Ya antes de que finalizara el año pasado las organizaciones de Rosario y la región comenzaron a reclamar la renuncia del ministro Juan Cabandié: ahora consideran que su anuncio por una nueva iniciativa “federal” para protección de los humedales es “una vergüenza”.

Cornaglia apunto al “extractivismo” como causa de un ecocidio que se comete en las islas del Paraná y en muchas otras geografías del país: “Hace 30 años que en la Argentina los extractivismos son política de Estado; se han profundizado de manera obscena los últimos 20, y en los últimos 5 años han apretado el acelerador”, se quejó. Y denunció que en estos dos años de pandemia “el gobierno argentino no registró honestamente lo que está pasando” sino que, por el contrario ha avanzado con proyectos extractivistas. “El pueblo de Chubut pudo detenerlo –sostuvo– pero van a seguir con esa embestida”. Así se refirió a las contundentes, y salvajemente reprimidas, protestas contra la legislación que abría las puertas a la minería, votada en cuestionada sesión por la Legislatura de la provincia patagónica, pero vetada luego por el Ejecutivo ante la masividad de las protestas.

 

El miembro de Paren de Fumigarnos apuntó también contra el trigo HB4, “el primer trigo transgénico en el mundo”, que se aprobó en la Argentina, y denunció que “se está avanzando con las megagranjas porcinas”: “Todos proyectos extractivistas que devastan a la naturaleza y violan paralelamente los derechos humanos”.

Aunque el capítulo local de la movida nacional e internacional tuvo una impronta propia por las quemas intencionales en el Alto Delta, los manifestantes también se hicieron eco de la convocatoria general con pancartas que con lemas como “Mar libre de petroleras” y “Contra la instalación de petroleras en el Mar Argentino frente a la costa de Mar del Plata”. Algunos jóvenes participaron con ropa negra que dejaba visible partes del cuerpo del mismo color para simbolizar las consecuencias de derrames, en las que son usuales las fotos de pingüinos y aves empetroladas, aún vivas pero condenadas a morir.

 

Las consignas se extendían a la defensa de las islas: “Que apaguen los incendios ya”; “Juicio y castigo a los responsables de la depredación ambiental”; “Basta de quemas, el Estado es responsable”, eran algunas y se alternaban con la oposición al acuerdo con el FMI: “Nos queman para pagar la deuda”.

De la marcha participaron, además de la organización que reclama en cada pueblo de la provincia contra las fumigaciones, la Multisectorial Humedales, organizaciones sociales y de derechos humanos, y agrupaciones ecologistas referenciadas en partidos de izquierda, como Tribuna Ambiental y Red Ecosocialista. Los cánticos interpelaban a quienes contemplaban sin sumarse el paso de la protesta: “A vos que estás mirando, también te está afectando”, marcaban, no sólo por el humo de las quemas que varias veces bajó como niebla sobre la ciudad y la región. “Vecino, vecina, no sea indeferente; queman los humedales en la cara de la gente”, cantaba también la columna al ritmo de bombos y redoblantes. El mensaje era claro: en la cuestión ambiental, “todos los poderes del Estado son responsables”.

De la costa a la montaña

El Oceanazo se extendió a través de las redes ambientalistas a una treintena de países, entre ellos Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia, México, Colombia, Tailandia, Sudáfrica, Egipto, España, Portugal, Serbia, Ucrania, Países Bajos, Alemania, Noruega, Dinamarca, Reino Unido, Estados Unidos y más. En la Argentina la convocatoria la lanzó la coordinadora Basta de Falsas Soluciones, que funciona como articulación de expresiones de diferentes orígenes y trayectorias. En Buenos Aires la marcha partió desde el Obelisco para concluir en Plaza de Mayo, en una acción con réplicas en Mar del Plata –que está en línea, aunque bien lejos, del área de exploración aprobada para buscar petróleo y gas en el Mar Argentino– La Plata, Bahía Blanca, Posadas, Neuquén, Salta, Comodoro Rivadavia, San Bernado, Santa Teresita, Miramar, Villa Gesell, Paraná y Córdoba, entre otras latitudes.

 

La prospección sísmica se licitó durante el gobierno de Mauricio Macri, pero la gestión de Alberto Fernández la continuó. Toman como ejemplo las plataformas de Brasil frente a Río de Janeiro y de México, que vienen funcionando sin dificultades ni afectaciones al ecosistema, según la información de ambos países. Pero lo ambientalistas no lo creen: “En todo el mundo se ven las catástrofes por la exploración y explotación petrolera y sus consecuencias. Las últimas fueron en Perú y Ecuador, con ríos y mares ennegrecidos de tanto petróleo. Ni empresas ni gobiernos se hacen cargo del desastre y la contaminación que ocasionan. En nuestro país el ministro de Ambiente Cabandié defiende estos emprendimientos extractivistas. O sea, trabaja para el enemigo», denunció la dirigente de la Red Ecosocialista Celeste Fierro.

“Este gobierno, de ambientalista no tiene nada. Lo único verde que están buscando son dólares para pagar la estafa de la deuda externa que nos dejó Macri, a costa de nuestros territorios. Desde que asumió Alberto hay un ecocidio planificado, lo vimos con la ofensiva minera en Chubut, la caída de la Ley de Humedales y ahora con las petroleras offshore”, insistió.

En cambio, reclamó un modelo productivo “sin extractivismo” y una “planificación democrática” para llevar adelante una transición hacia “energías limpias, renovables y al servicio de las necesidades sociales”.

Negro petróleo, verde soja, gris humo

En Rosario, aunque la problemática regional son las quemas en las islas, los desmontes y la reconversión de un tipo de ecosistema en otro muy diferente, se hicieron eco de todos los colores del ecocidio en la convocatoria.

Sue Ceballos, integrante de la Asamblea Autoconvocada Socioambiental de Rosario y alrededores apuntó directamente a los gobiernos por el desastre. “Sabemos que detrás de los incendios intencionales en las islas del Delta del Paraná hay un guiño a los empresarios del agro y del sector ganadero e inmobiliario. Los gobiernos nacional y provincial son responsables por su inacción”, sostuvo.

“Además –enfocó– repudiamos que desde el gobierno nacional se reconozca una deuda ilegal e ilegítima que se tomó durante la gestión de Mauricio Macri para satisfacer a los capitales financieros a costa del ajuste de los trabajadores y sectores populares y la devastación del ambiente y la naturaleza con el afán de ganar dólares para pagarle a organismos multimillonarios”.

En similar tono, Luis Cuello, otro de los referentes de la Asamblea Socioambiental apuntó que la protesta extendida tiene un motivación clara: “Sólo una lucha nacional sostenida puede parar este verdadero ecocidio”.

 

“Los gobiernos son responsables. Por eso también exigimos la renuncia del ministro Cabandié, que en lugar de proteger los recursos naturales opera en favor del extractivismo con su inoperancia”, se enojó. Y apuntó: “Parte del reciente acuerdo con el FMI será entregar reservas naturales a precio vil, a costa del sacrificio del territorio y de la salud de quienes vivimos en él. Unificar una lucha nacional es un puntapié inicial contra esas políticas”.

Por su parte, Patricio Atkinson, otro de los referentes autoconvocados, apuntó a la investigación y sanción de los responsables del fuego que viene devastando el Humedal: “Las islas del Delta del Paraná siguen ardiendo y el resultado no es sólo un aire cargado de componentes contaminantes que afectan a la salud de la población, sino la destrucción casi total de la flora y la fauna del humedal y el peligro que el fuego significa para los que habitan en las islas. Necesitamos un cese inmediato de las quemas y que se tomen represalias reales contra los responsables de este ecocidio. Hay que tomar un rumbo que cuestione esta orientación capitalista de destruir todo en función de las ganancias de los empresarios”.

El ambientalista explicó que los productores en las islas, tanto dueños de la tierra como ocupantes “han desoído fallos judiciales, medidas cautelares, órdenes de la Corte Suprema”, pero pese a ello “desde el Estado se patean la pelota entre los gobiernos provinciales y nadie da respuesta a esta situación”.

Y concluyó: “Quienes venimos luchando en defensa del ambiente, la naturaleza y la condiciones de vida sabemos muy bien que la reciente negociación con el FMI sólo puede significar una profundización del extractivismo de la mano del fracking, la megaminería, la explotación petrolera off-shore y la expansión de la frontera agroganadera, entre otras, como vimos en los últimos tiempos”.

10
togel toto
cantoto