Un hombre de 35 años fue imputado este miércoles como presunto integrante de la banda Los Gorditos, liderada por Brandon Bay. La Fiscalía identificó al acusado por sus iniciales, N.J.C. y le achacó el delito de miembro de asociación ilícita. La jueza María Melania Carrara aceptó la calificación legal y el pedido de prisión preventiva por el plazo de dos años.
La investigación está a cargo del fiscal Pablo Socca. Según expuso en la audiencia imputativa, el acusado operaba para la banda Los Gorditos en el barrio Tiro Suizo de Rosario y en la vecina localidad de San Lorenzo. Su función dentro de la organización, según el fiscal Socca, eran todo tipo de delitos, contra la propiedad y las personas.
Para el fiscal, la banda funcionó desde agosto de 2019 hasta septiembre de 2021 con la comisión de diversos rubros: sustracción de vehículos, robos a viviendas, homicidios, lesiones, atentados contra las personas, amenazas, portación de armas de fuego, venta ilegal de estupefacientes y la exclusión de bandas antagónicas en las zonas que operaban.
Socca mencionó en la audiencia que los mismos delitos ya le fueron imputados a otros integrantes de la banda, entre ellos su sindicado líder, Brando Bay, quien se encuentra detenido. No obstante, el fiscal mencionó que siguió ejerciendo la jefatura desde prisión hasta mediados de diciembre pasado, fecha en que secuestraron estupefacientes en el domicilio de su mamá Erica A., a quien sindican como segunda jefa, además de casi un millón de pesos, y se produjo la detención de otros integrantes de la banda que ya fueron imputados.
Socca agregó que la organización contaba con la connivencia de integrantes de Gendarmería Nacional y de la Policía de la Provincia de Santa Fe, que con su accionar al menos facilitaron la comisión de delitos, al menos omitiendo cumplir con sus obligaciones en función de los deberes de persecución e investigación.
Para el fiscal, N.J.C es una de las personas de confianza de Brandon y su mamá Erica, ya imputada. El rol dentro de la banda era atender bunkers, ya sea como custodio o como vendedor. También le achacaron ser quien administraba la recaudación del dinero ilegal obtenido producto de las ventas de estupefacientes que luego le rendía a sus jefes. Y de ser quien trasladaba armas de fuego, estupefacientes, dinero y todo otro elemento a los bunkers de la organización por indicación de Erica. Para el fiscal era también uno de los “tiratiros” de la banda.