En el segundo día de la operación militar de Rusia sobre su vecina Ucrania continuó este viernes con nuevos ataques en la capital Kiev y una sorpresa: en un mensaje televisado, el presidente ruso, Vladimir Putin, pidió a las tropas que resisten la avanzada de Moscú que «tomen el poder» de su país para poder negociar una salida al conflicto bélico. A la par, un portavoz del Kremlin dijo que hay disposición para enviar a Minsk, en Bielorrusia, una delegación rusa que entable conversaciones de paz. La condición es que Ucrania prometa ser neutral en el juego geopolítico de la región, y desista de sus intentos por ingresar a la alianza militar Otán, cuyo actor principal es Estados Unidos.
«Será más fácil negociar con ustedes», arengó Putin a los militares ucranianos en el mensaje, donde los llama a la rebelión y a derrrocar el gobierno del presidente Volodímir Oleksándrovich Zelenski, un ex comediante y productor de espectáculos que se transformó en el sexto mandatario de su país con una amplia cantidad de votos el 20 de mayo de 2019, y que en esta encrucijada lamentó que la comunidad «occidental» lo haya dejado en soledad.
Putin llama «banda de drogadictos y neonazis» al Gobierno de Ucrania y pide al Ejército ucraniano que se rebele contra Zelenski: «Será más fácil para nosotros llegar a un acuerdo con ustedes» pic.twitter.com/4i5YhuPM7c
— El HuffPost (@ElHuffPost) February 25, 2022
11 am pasadas, otra vez sirena alarma ataque #Kiev bajo fuego pic.twitter.com/ow2ILZhvPn
— Elisabetta Piqué (@bettapique) February 25, 2022
Putin justificó la operación puesta en marcha este jueves en una petición de los líderes de las regiones rebeldes de Donetsk y Luhansk, dos territorios del este de Ucrania controlados desde 2014 por grupos separatistas prorrusos. Antes, el jefe del Kremlin había reconocido por decreto a esas regiones como Estados independientes, por lo que terminó por darle una cobertura de legalidad a la incursión bélica. No obstante, los ataques aéreos y luego por tierra ordenados por Moscú se desplegaron por toda Ucrania, en un principio con el objetivo de anular su infraestructura militar, de comunicaciones y transporte.