La demora de 16 personas, el secuestro de cinco kilos de marihuana y de dos pistolas fueron el resultado de un operativo antidrogas llevado a cabo este jueves en barrio Las Flores. Voceros de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) destacaron que la pandilla desarticulada operaba en territorio de la banda Los Monos y que dos mujeres aprendidas son de apellido Cantero. El expediente, agregaron, se nutrió de información que surgió luego de una serie de allanamientos del 6 de febrero pasado, ocasión en que los investigadores rastrearon el punto de venta de una tanda de dosis de cocaína supuestamente adulteradas que provocaron la internación de unos ocho consumidores. Se especuló en un principio que la droga estaba cortada con el opioide carfentanilo, lo cual fue descartado.
Dos de las personas arrestadas son mujeres de apellido Cantero y se investiga si pertenecen a la familia que lidera la banda Los Monos cuyo jefe, Ariel «Guille» Cantero, cumple prisión a más de 100 años por ocho condenas aún no unificadas.
De acuerdo con voceros de la AIC los allanamientos fueron ordenados por el juzgado federal 3 de Rosario, a cargo de Carlos Vera Barros, y ejecutados por policías de esa fuerza con apoyo de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y de grupos tácticos de la Unidad Regional II. También participa de la pesquisa la sede Rosario de la Procuraduría contra el Narcotráfico (Procunar).
Los procedimientos se realizaron en tres alturas distintas de calle Los Lirios –entre el 1700 y el 1900- y en Flor de Nácar al 6900, «territorio histórico de operación de Los Monos», a decir de un vocero policial.
Una de las casas a allanar era el «famoso» búnker celeste de calle Los Lirios que ya había sido allanado el 6 de febrero con resultados magros. Según los investigadores, en esa oportunidad, el revuelo mediático respecto de la cocaína adulterada había funcionado como aviso, y los responsables de vender allí habían abandonado el lugar.
“Durante las siguientes semanas, personal de inteligencia siguió analizando la zona y vieron que a los pocos días volvieron a tomar posesión de la casa y lo primero que hicieron fue pintar la fachada de negro. En ambos lados de la puerta pusieron jaulas con tordos negros chaqueños, un ave que suele cantar cuando se acerca alguna persona. Por último, la pintada de tiza blanca, anunciando que allí se vendía droga”, fue el detalle de color que proporcionó un detective.
“Esta vez sí fue descubierta en pleno trabajo. Al ingresar la policía, encontró tres hombres y dos mujeres en pleno fraccionamiento de droga. Las dos mujeres, de apellido Cantero, son familiares directos de los líderes de la banda”, aseguraron desde la AIC.
Los tres hombres allí detenidos “serían empleados dedicados al fraccionamiento y venta de marihuana y cocaína”. Cuando los operadores tácticos rompieron la puerta, sobre la mesa había varios panes de marihuana prensada a medio cortar por un total de 5 kilos y medio.
En tanto, los voceros reportaron además el secuestro de dos pistolas calibre 9 y 22 milímetros, además de unas 129 dosis de cocaína y dinero en efectivo, un automóvil, balanzas y elementos propios del fraccionamiento de estupefacientes para su venta al menudeo, dijo un investigador.
«Los allanamientos se hicieron por información que surgió de otros procedimientos realizados un domingo por la supuesta droga envenenada, que no lo era», agregó el vocero consultado.
Se trató del caso de ocho personas internadas el domingo 6 de febrero pasado por intoxicación con cocaína que, de acuerdo a la investigación, habían comprado en barrio Las Flores.
Los pesquisas habían advertido en los domicilios allanados «maniobras compatibles» con el comercio minorista de drogas, por lo que decidieron hacer las requisas.
Según la investigación, las 16 personas detenidas -ocho varones y ocho mujeres- «realizaban comercialización, acopio, fraccionamiento y distribución de estupefacientes en el corazón de barrio Las Flores» de Rosario.
Entre los arrestados, que serían indagados por el juzgado federal 3, hay dos chicas jóvenes de 23 y 25 años de apellido Cantero, una de las cuales vive en el barrio donde se realizaron los procedimientos y otra tiene domicilio en Villa Gobernador Gálvez. Los investigadores buscaban determinar si guardan relación con la banda Los Monos, referenciada en el territorio lindero a Las Flores conocido como La Granada.
