Por Paulo Menotti / Especial para El Ciudadano
Hubo un tiempo en que las rosarinas y los rosarinos soñaron el progreso de la ciudad y del país. Hubo también una parte del empresariado que proponía invertir tanto en Rosario como en otras provincias con construcciones modernas y cultivos que hasta entonces habían merecido poca atención. Incluso, se llegó a proyectar un sistema de transporte subterráneo para conectar a los distintos puntos de la urbe en pocos minutos.
Ese fue el caso de Pedro J. Cristiá, un ingeniero y empresario rosarino dinámico y progresista que, descendiente de inmigrantes catalanes, logró realizar estudios universitarios aquí, se reunió con intelectuales como Cortés Pla, participó de la Editorial Rosario junto a Laudelino Ruiz, impulsó la creación de escuelas técnicas, construyó el edificio del Estadio Norte, montó sus empresas y fue dirigente empresario desde la zona norte de Rosario con la Asociación de Comerciantes e Industriales de la Zona Norte de Rosario (Acizn) hasta dirigir la Confederación General Económica (CGE) donde tuvo acercamiento a José Bel Gelbard.
En su libro «Pedro J. Cristiá. Proyectando un país desde Rosario», que fue presentado este lunes 7 de marzo a las 19 en Homo Sapiens (Sarmiento 829) Moira Cristiá, nieta del protagonista, recrea parte importante de su vida desde una mirada íntima aunque también puesto en el escenario histórico que le tocó vivir.
Una biografía desde adentro
La historiadora Moira Cristiá en «Pedro J. Cristiá. Proyectando un país desde Rosario» propone una particular historia de vida que combina relatos orales, muchos de ellos sacados del propio entorno familiar, y una importante cantidad de fuentes para recrear la historia de su abuelo, una tarea que no es sencilla.
Sin embargo, la autora logra un escrito equidistante entre la figura admirable de su ancestro y la del hombre que por su trayectoria merece un reconocimiento público. De hecho, el texto logra reflejar a partir de la historia de su abuelo, una parte importante del pasado de la ciudad. “¿Cómo, entre papelitos dispersos, fotografías amarillentas y memorias igualmente corroídas por el tiempo, lograr conocer a mi abuelo?”, se pregunta la autora.
El libro presenta un recorrido por la vida de Pedro J. Cristiá desde sus padres inmigrantes catalanes, la posibilidad de estudio en el Instituto Politécnico Superior y, luego, en la Facultad de Ingeniería. Ese recorrido se va entrelazando con la relación con su abuela Ida Smaldone, cómo la conoció, cómo le propuso matrimonio y su viaje de bodas donde al mismo tiempo analizaba obras en Córdoba, cómo se construyó su casa en barrio Alberdi y cómo fue creciendo la familia. Justamente, ese enlace nos acerca al protagonista de esta historia, una persona de carne y hueso con aciertos y errores.
El subterráneo es posible
Apenas termina la universidad, Pedro trabaja como profesor de esa alta casa de estudios hasta que la intervención militar del golpe de Estado de 1943 lo hace decidir elegir otras actividades. Más tarde funda Constructora del Litoral, invierte en la producción de arroz en Corrientes y produce en talleres ferroviarios.
Lo que más llama la atención desde el presente es su constante interés por el progreso y por dinamizar a la economía local y nacional. En 1956 publicó un folleto «El subterráneo en Rosario es posible: Proyecto de subterráneo para Rosario» en el que intentaba convencer a las autoridades y también a los empresarios locales sobre la viabilidad de esa idea.
El mismo contaba con la construcción de tres líneas que desde zona sur, zona oeste y zona norte iban a confluir en la plaza Sarmiento en apenas poco más de diez minutos.
Aunque este no logró su objetivo, Cristiá no se detuvo y sí pudo construir el Estadio Norte. “Como en Nueva York el Madison Square Garden, en Berlín el Sportpalatz y en París el Palais des Sports, Rosario también tendría su estadio”, expresa la autora reflejando que la ciudad tampoco debía envidiar al Luna Park porteño. En este caso, él mismo realizó los cálculos para la construcción del edificio que era novedoso para la ciudad de entonces y que fue inaugurado el 7 de enero de 1950.
Ideas avanzadas
Desde su paso por la universidad, Pedro J. Cristiá demostró interés por la política participando en el centro de estudiantes. Al mismo tiempo y hacia fines de los 30 en el marco del apoyo rosarino al bando republicano de la Guerra Civil Española, el futuro empresario también mostró su afinidad por la izquierda al fundar el Partido Socialista Obrero.
Más tarde, se convirtió en dirigente empresario a partir del asociativismo barrial con la formación de Acizn. Esa no fue la única entidad gremial empresaria de la que Cristiá participó porque, ya en los años 40 se comprometió con el proyecto de la CGE de la que fue presidente hacia fines de los 60 y, desde ese espacio, se relacionó con José Bel Gelbard.
La historia de Cristiá nos muestra a un empresario progresista y dinámico que tenía en mente la industrialización de la Argentina y de ahí su compromiso con esas entidades. Esa faceta también está reflejada en su empeño por fundar escuelas técnicas, una de ellas lleva su nombre, y bibliotecas populares. Por último, la historia de su vida y sus proyectos dejan un gusto un poco dulce y un tanto amargo porque hay dificultades en el horizonte de nuestro presente para hallar empresarios, personas de este estilo.
Datos del libro
Nombre: Pedro J. Cristiá. Proyectando un país desde Rosario
Autor: Moira Cristiá
Editorial: Homo Sapiens
Páginas: 196