Pudo ganar, empató. Estuvo dos veces en ventaja, no aguantó. Mereció ganar, no pudo. Newell’s igualó 2 a 2 con Sarmiento y sigue prendido arriba. Y aunque tenga una sensación de bronca por una victoria que estuvo cerca, el balance final no lo deja tan mal parado en la semana previa al Clásico.
La Lepra entendió fácilmente por donde estaba la llave del partido. Sarmiento entregó demasiadas facilidades por el sector izquierdo de su defensa, y Newell’s monopolizó todas las acciones ofensivas por allí. Desborde y centro rasante de Garro despejado; asistencia de Méndez y remate de Garro que acarició el palo; disparo de Panchito González que pasó cerca; pelota que encontró Ditta en el área y tiró sobre el travesaño; y otro desborde de Méndez a Garro que dio en Méndez en el camino a la red.
Newell’s se llenó de méritos para ganar, pero la eficacia no se había aliado al equipo de Sanguinetti. Y el 0 a 0 era un castigo grande. Incluso hubo una polémica, con una mano de Sauro que Trucco debió sancionar como penal y lo obvió.
Lejos de desmoralizarse, Newell’s insistió. Fernández se impuso en la recuperación de la pelota, Sforza fue un cinco prolijo, Castro intentó jugar siempre, y los carrileros y laterales no claudicaron en sus desbordes. Ni siquiera sintió un error de Lema en un despeje porque Macagno respondió con seguridad frente a Brea.
El que faltaba aparecer era el nueve. Juanchón García luchaba, peleaba, pero no encontraba su chance. Y llegó. Primero con un blooper que Ayala salvó en la línea. Y luego con el gol, con un toque de empeine del centrodelantero tras centro desde la izquierda que llevó la pelota a la red. Sarmiento fue vulnerable por izquierda, pero el gol leproso llegó por la zona diestra. Poco importaba a esa altura.
El segundo tiempo fue frenético, inestable, desconcertante. Newell’s retrocedió más de lo aconsejable. Y Sarmiento vio luz y entró. Javier Toledo ganó de arriba y puso el 1 a 1 impensado por mérito y trámite. Sanguinetti movió banco y metió a Sordo y Funez por Garro y García, para renovar energía. Y Sordo desbordó por derecha -la zona vulnerable- y, tras algunos rebotes, Sforza se sacó la mufa y volvió a adelantar a la Lepra.
Poco pudo bancar la nueva ventaja Newell’s. Al minuto, otra vez sufrió la Lepra por arriba. Primero Ditta impidió con el cuerpo un cabezazo de Torres, pero enseguida, en otro envío aéreo, la pelota dio en la mano de Ditta y esta vez Trucco vio penal. Y Torres puso el 2 a 2.
Con el partido quebrado, Sanguinetti optó por armar línea de cinco con el ingreso de Velázquez por Castro. El empate ya no parecía mal negocio, mucho más cuando Torres metió una chilena cerca del palo. Y si bien la sensación de bronca por no haber podido bancar la ventaja estuvo, el resultado no es tan malo.