En el comienzo de una semana decisiva para la aprobación parlamentaria del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, continuaron los cruces en el oficialismo luego de la posición de un sector interno que se opuso a avalar la negociación con el organismo internacional.
En la previa al tratamiento en el Senado, que comenzó este lunes y se votará el jueves, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, marcó su distancia con la decisión de diputados de La Cámpora que votaron contra el acuerdo y sentenció: “Si cada uno va a hacer lo que quiere, estamos fritos».
Más tarde, el ministro de desarrollo bonaerense, Andrés Larroque, con cercanía al líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, fijó la mirada de esa organización política y dijo: “Estamos viviendo una peligrosa autoproscripción de un sector del oficialismo. Acá opina un kirchnerista y es un drama y se rompe la unidad. Dice alguien cercano al Presidente cualquier pavada y no ocurre nada».
De lo sucedido el último jueves durante la sesión en la Cámara de Diputados de la Nación, también se desprende otra cuestión relacionada a las reacciones que ameritó el ataque a piedrazos al despacho de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Más allá del repudio y apoyo público por parte del presidente Alberto Fernández, desde el entorno de Cristina reclamaron una manifestación más enérgica. Toda esta situación se da en medio de un proyecto que aún tiene que recibir la media sanción en el Senado, donde se espera una situación similar, con parte del oficialismo votando en contra.
Declaraciones cruzadas
“Uno puede discutir hasta un determinado punto, pero hay que tomar decisiones de fondo y las decisiones las toma el Presidente de la Nación», afirmó Aníbal Fernández en declaraciones radiales.
Asimismo, el titular de la cartera de Seguridad retomó una conocida cita del general Juan Domingo Perón para argumentar su punto. «Hay que hacerlo y si no les gusta sáquense la camiseta, perderemos un voto», citó. Para el funcionario, los líderes políticos que se posicionan en contra del acuerdo con el FMI «cuentan verdades a medias» y no hacen mención de las consecuencias del default en la Argentina.
A pesar de los dichos, el funcionario del riñón del Presidente destacó el rol del ex jefe de bloque oficialista, quien decidió no participar del debate en el recinto y solo hacerse presente a la hora de la votación. «Ellos tienen una visión que no es la mía», sostuvo Fernández. Y continuó: «Desde lo personal yo voto lo que el Presidente peronista me dice. Jamás estoy en contra del presidente peronista, es mi forma de pensar en toda la vida, no ando con muchas vueltas».
Más tarde, Larroque se refirió al tema y lo llevó al terreno de las agresiones contra el despacho de Cristina Kirchner durante la sesión del jueves y sostuvo: “En esta situación donde pareciera que se pretende proscribir una parte mayoritaria de la fuerza, tenemos que reaccionar rápido antes que sea tarde».
El ministro bonaerense rememoró las declaraciones de varios funcionarios de Gobierno en torno a un ataque con bombas molotov al Grupo Clarín, y se quejó de la falta de posiciones públicas que condenen la violencia en el Congreso. «Yo recuerdo una situación vinculada al Grupo Clarín, un ataque que repudiamos como organización política, junto con el Presidente, el ministro Fernández y Cerruti quienes también repudiaron. Nos llamó la diferencia con esta situación», manifestó.
«No podemos dejar pasar esto, hay un mensaje de atacar a Cristina (Kirchner), de carácter mafioso», denunció Larroque. Y en la misma línea, pidió: «Que se permita la expresión de los diferentes sectores que han constituido el Frente de Todos, el sector mayoritario que se siente representado por Cristina Kirchner, porque estamos viviendo una peligrosa autoproscripción de un sector de la fuerza».