Cristian González se encuentra, otra vez, en el ojo de la tormenta. Con su equipo en plena crisis futbolística, sumado al desgaste de la relación con los hinchas, el técnico de Central está obligado a recomponer imagen colectiva y conseguir resultados cuanto antes. Todo esto en la antesala del Clásico, que se jugará el próximo domingo desde las 14 en el Gigante. Un partido en el que, de darse una nueva derrota para los auriazules, flota la sensación de que marcaría el fin del ciclo que comanda el Kily como entrenador de la primera canalla desde mediados de 2020.
¿Cómo afrontará el Kily González este nuevo desafío? ¿Seguirá apostando por los mismos protagonistas, cuya mayoría viene utilizando desde el inicio de esta Copa de la Liga? ¿Mantendrá el sistema táctico que viene empleando? En la búsqueda de dosificar el esfuerzo físico, ¿modificará la estrategia? Muchos interrogantes que se irán develando durante la larga semana de entrenamientos que desembocará en un Clásico en el que, al menos para Central, hay más que tres puntos en juego.
En el fútbol mandan los resultados. Pese a su antigüedad, la frase no perdió vigencia. Ese axioma futbolero sigue en pie. Y sirve para darle contexto, generalmente, a situaciones complejas. Como por ejemplo, la que atraviesa hoy Central. La pobre cosecha de 7 puntos sobre 18 en juego de la Copa de la Liga es una de las pruebas irrefutables para explicar la coyuntura. Esto se agrava cuando en el repaso de lo sucedido aparecen las alarmantes producciones de los auriazules en las últimas dos presentaciones en condición de local: las derrotas frente a Godoy Cruz (1-2) y Barracas Central (1-3).
El Canalla perdió 3 de los últimos 4 partidos que disputó, y en ellos tuvo en cancha prácticamente la misma formación inicial utilizando como sistema táctico un 4-3-1-2. Los malos resultados, sumado a las formas de las derrotas, permitirían imaginar que de cara al Clásico debería haber cambios. Pero al menos hasta ahora, salvo cuando algún titular tuvo un problema físico, el Kily se inclinó por sostener la base.
En las 6 fechas que se llevan disputadas del torneo, Cristian González utilizó 21 futbolistas. Pero hubo 11 que jugaron mucho más que el resto y, en su mayoría, componen la base del equipo ideal. De ellos, 8 fueron titulares todos los partidos: Gaspar Servio, Damián Martínez, Facundo Almada, Lautaro Blanco, Walter Montoya, Gino Infantino, Emiliano Vecchio y Lucas Gamba. Otros 2 futbolistas estuvieron desde el inicio en 5 encuentros: Emmanuel Ojeda y Marco Ruben. Mientras que Javier Báez es la excepción. El paraguayo fue titular en los primeros 4 compromisos, hasta que Juan Cruz Komar estuvo para debutar. Por lo que Báez no forma parte hoy del once ideal del Kily.
Los jugadores de recambio más utilizados que tendrían más chance que el resto de meterse entre los titulares para jugar el Clásico si Kily decide modificar algo, fueron: Facundo Buonanotte, que estuvo en los 6 encuentros (118 minutos en cancha); Luca Martínez Dupuy, ingresó en 4 y fue titular en 1 (116 minutos y 1 gol); y Marcelo Benítez, entró en 4 juegos (72 minutos); y Báez, que fue titular en 4 partidos (360 minutos). Además, otros que tuvieron participación hasta acá, aunque menos que los apuntados anteriormente, fueron: Fernando Torrent y Mateo Tanlongo (uno como titular), con 3 partidos; Milton Caraglio, 2 encuentros; y Claudio Yacob, Michael Covea y Kevin Ortiz, todos con 1 encuentro.
La crisis futbolística obliga al replanteo y a la revisión. De cara a un partido trascendental para su futuro al frente del equipo, Cristian González tendrá que definir cómo encara el desafío. Si lo hace con las mismas armas y herramientas que empleó hasta ahora o si da un golpe de timón y apuesta por realizar modificaciones de fondo, ya sea nominales o de forma. Eso sí, de una manera, o de otra, hay algo que no cambiará: la sensación de que, en caso de darse un resultado negativo el domingo frente a Newell’s en el Gigante, la continuidad del Kily en su cargo será casi imposible de sostener para la dirigencia canalla.