El martes último, media España amaneció teñida de naranja por la arena en suspensión, y cubriendo calles y techos, arrastrada por una tormenta originada en el desierto del Sahara que también alcanzó a Francia y los Países Bajos.
“La calima es un litometeoro consistente en la suspensión en el aire de partículas sólidas secas como polvo mineral, de tamaño microscópico, pero en cantidades tales que provocan una significativa reducción de la visibilidad, adoptando el cielo un aspecto opalescente, con una gama de colores que puede variar desde los ocres o terrosos hasta naranjas y rojizos dependiendo de la densidad del particulado y del momento del día”, expliucó José Miguel Viñas, experto del portal Meteored.
En este caso, el polvo anaranjado procede del desierto del Sahara. Es la llamada calima, de la cual se describen dos tipos: la que se forma como consecuencia del arrastre de arena del desierto (denominada A), y la que tiene su origen en la contaminación y los incendios forestales (llamada B). Las dos, en ocasiones, se potencian.
El episodio de calima de esta semana fue «el más importante» por extensión e intensidad en diez años, explicó Ernest Werner, jefe de estudios de desarrollo del Barcelona Dust Regional Center, integrante de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
No es un filtro. Así está Murcia invadida por una calima, una especie de tormenta de arena que viene desde el Sahara. pic.twitter.com/NGAgkKeYZB
— Agu Vissio (@AgustinVissio) March 16, 2022
Una enorme tormenta de arena originada en el Sahara se extiende por la península ibérica. pic.twitter.com/CDZhEeIyvs
— ✡︎ ✠ (@Finanzas_Times) March 16, 2022