Este viernes, en horas previas al primero de los conciertos que ofrecen por estas horas en Rosario (el segundo y último es este sábado, a las 20.30) en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito, los integrantes de La Trova Rosarina fueron reconocidos en el Concejo Municipal, donde recibieron sus Diplomas de Honor al cumplirse 40 años del lanzamiento del disco Tiempos difíciles, un hecho que los vuelve a juntar en escena.
En un acto muy breve realizado al mediodía en el bar del Hotel Plaza Real, recibieron la plaqueta por la que se declara Patrimonio Artístico y Cultural de la ciudad al legado musical de La Trova Rosarina, “cuya obra musical trasciende todo tipo de fronteras y prevalece en el tiempo hasta convertirse en un sello distintivo del arte, la cultura y el sentir de nuestra ciudad”, según expresaron.
La iniciativa para declarar patrimonio a La Trova la presentó la edila Mónica Ferrero, del bloque Socialista, quien participó del acto junto a su par de bancada, Verónica Irizar, quien también suscribió el proyecto, al igual que Susana Rueda de Rosario Progresista, Aldo Pedro Poy del Partido Demócrata Progresista y Nadia Amalevi de Arriba Rosario.
Recibieron la plaqueta Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Jorge Fandermole, Rubén Goldín y Fabián Gallardo, y cada uno de ellos recibió además el referido Diploma de Honor, “con motivo de celebrarse 40 años de la primera presentación de la banda y el lanzamiento del disco Tiempos difíciles, de Juan Carlos Baglietto». En el mismo acto, los músicos recibieron el diploma correspondiente a Adrián Abonizio que no estuvo presente.
Al entregarles la plaqueta, la edila Ferrero destacó “el legado cultural de La Trova” y aclaró que el reconocimiento “es más allá del que cada uno ya tiene” por parte de la ciudad.
Y agregó: “No queríamos dejar pasar este momento, ya que La Trova es parte de nuestro patrimonio”, al tiempo que recordó que “las poesías, las letras, eran un llamado a la esperanza, en momentos de la recuperación de la democracia”.
Por su parte, la concejala Irizar también resaltó la tarea de La Trova. “Ustedes han dado mucho a la ciudad, han defendido a la cultura”, y aludió al apoyo del Estado a la actividad cultural. Irizar, a su tiempo, les transmitió un saludo de la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, y de la diputada nacional Mónica Fein.
En su agradecimiento, Baglietto resaltó que “la cultura no es sólo patrimonio” y también resaltó el valor del apoyo del Estado a la actividad. Y en el mismo sentido se expresaron Garré y Fandermole. Tras recibir cada uno sus diplomas también se les obsequio un mate en el marco de un acto breve e informal del que también participó el histórico empresario rosarino, también distinguido por el Concejo oportunamente, José Pepe Grimolizzi, quien fue parte de la gestión de los shows locales.
En los considerandos del decreto de reconocimiento se consigna que “desde sus inicios, La Trova Rosarina fue un movimiento artístico musical que representó la idiosincrasia de una ciudad y una generación ávida de melodía, poesías y acordes que transmitan nuevos mensajes”. Y se destaca que “así La Trova Rosarina supo imprimir su propio estilo en la escena del rock nacional y dejar su huella imborrable en la historia de la ciudad de Rosario hasta convertirla en un auténtico orgullo rosarino”.
Jorge Fandermole: “No me parece que la nostalgia sea un camino”
Y en ese marco se recuerda que en febrero de 1982 un grupo de jóvenes artistas rosarinos se presenta en la tercera edición del Festival Argentino de Música Contemporánea en La Falda (Córdoba). A la cabeza aparecía Juan Carlos Baglietto junto con Fito Páez, Rubén Goldín, Silvina Garré, Sergio Sainz, Marco Tulio Pusineri y José Zappo Aguilera, quienes interpretaron temas de Páez, Goldín, Jorge Fandermole y Adrián Abonizio.
A partir de ese momento, y en coincidencia con el lanzamiento del disco Tiempos difíciles de Juan Carlos Baglietto, “surge una nueva identidad cultural en el mundo de la música argentina: La Trova Rosarina, que logra amalgamar acordes del rock, del pop, del tango y el folclore con letras y voces llenas de poesía que representaban sentires y vivencias de toda una generación dentro del rock nacional de los 80″.
De esa época son algunos temas que se transformaron en emblema de la música popular argentina como pasa con “Era en abril”, “Mirta de regreso” y “La vida es una moneda”, entre muchos otros, hoy convertido en clásicos.
