Pablo Rivero/ Télam
El juicio por jurados que comenzó en la ciudad cordobesa de Río Cuarto 15 años después del crimen de Nora Dalmasso y que tiene al viudo Marcelo Macarrón como presunto instigador, tuvo una primera semana con momentos de mucha tensión, con la indagatoria emotiva por parte del imputado, una fuerte acusación de sus hijos hacia un empresario al que señalaron de ser el verdadero responsable del femicidio y la expulsión de un miembro suplente del jurado al que se lo descubrió en una irregularidad.
El pasado miércoles Facundo Macarrón (34), hijo del acusado, mientras declaraba como testigo sacudió la sala de audiencia al mencionar con nombre y apellido al empresario Miguel Rohrer, alias «El Francés», como “sospechoso” del crimen de su madre el 26 de noviembre de 2006 en el country Villa Golf, de Río Cuarto.
“Miguel Rohrer habría tenido una relación con mi madre», relató con firmeza el joven. También dijo que el empresario “presentó pruebas demasiado precisas y muy bien armadas” que lo situaba en Buenos Aires al momento del crimen, pero que hay personas amigas de la familia que “lo vieron en Río Cuarto”.
Luego, Facundo, quien actualmente es abogado y trabaja en la Cancillería Argentina, afirmó que probablemente Rohrer también haya “alterado” la prueba de ADN para quedar desvinculado.
“Con esas pruebas, Rohrer es quien tendría que estar hoy en el banquillo de los acusados y no mi padre», aseveró Facundo, acusación que también fue respaldada por su hermana Valentina (30), quien había declarado previamente.
El fiscal Julio Rivero, quien lleva la acusación en el juicio, relativizó ante Télam la denuncia realizada por los hijos de Macarrón, al considerar que se trata de una “estrategia defensiva”.
“Acá no se está investigando lo que dicen los testigos. Se está investigando a una persona que está imputada conforme a la acusación que se leyó en la audiencia, y ese es el objeto de este juicio”, explicó el fiscal, quien dijo que en esas primeras audiencias se trata de establecer la cronología de los hechos, por lo tanto no se puede aún valorar los elementos de pruebas.
“Se escucharon declaraciones con algunas cuestiones emocionales muy fuertes”, aseveró Rivero, y añadió que “lo importante es que después de más de 15 años, el juicio se está realizando”.
Entre el martes y miércoles declararon el acusado y sus dos hijos y los tres se quebraron el momento de hablar frente al tribunal y el jurado popular, al recordar sobre la vida familiar antes y luego del crimen.
Macarrón se sentó frente al tribunal técnico y al jurado popular y dijo de manera contundente: “Niego totalmente la imputación. Es descabellado que yo sea un asesino, que contraté un asesino. Soy inocente”.
“Son muchos años de calvario que me han destruido. Son 15 años. Estoy con crisis depresiva y estado de shock. Varias veces pensé en suicidarme y no lo hice por mis hijos”, relató entre sollozos entrecortados y pidió suspender su exposición porque no se sentía bien.
Al día siguiente, su hija Valentina salió también a defenderlo: “Éramos muy unidos y esto nos destruyó. Mi papá es una excelente persona. Mis padres estaban bien. Nuca hubo intenciones de separarse, nunca hubo violencia, todo lo que dijeron fue creado por los medios”, manifestó, al negar que haya habido desavenencias matrimoniales y económicas como lo plantea como móvil del crimen la pieza acusatoria del fiscal Luis Pizarro.
El abogado Brito dijo a Télam que lo que hoy está padeciendo la familia Macarrón es producto de las “muchísimas irregularidades que ha tenido el proceso en la investigación», y en ese sentido adelantó que «en las próximas audiencias va a reflexionar sobre la actuación de los fiscales en la causa, en particular de Daniel Miralles que realizó actos para tapar las pruebas esenciales”.
El único incidente que tuvo que resolver el tribunal técnico del juicio fue la “recusación” que promovió el abogado Brito en contra de un miembro suplente del jurado popular, al que adhirió el fiscal Rivero, luego de que advirtiera que entregó un papel a Facundo luego de que concluyera con su declaración.
Luis Moressi (35), previo a la audiencia del pasado jueves, fue indagado por las partes y admitió que en la sala de audiencia le entregó al hijo del acusado una nota por pedido de una persona que lo conoce a Facundo.
Luego de ser expulsado como jurado suplente, Moressi habló con los medios y dijo que un familiar (suyo) le había pedido que entregara la nota que decía “fuerza y fe”.
“Queremos un juicio transparente y con un jurado imparcial”, destacó el abogado Brito, quien agregó que lo que se pretende es “un juicio justo».
Además de los tres Macarrón, en la primera semana declararon los efectivos policiales Jorge Heredia, Rubén Rufino, Santiago Gatica, Sergio Liendo, el vecino de la víctima, Adrián Radaelli y el ex cuñado de Macarrón, Néstor Suárez, en todos los casos vinculadas a la cronología de los hechos desde el hallazgo del crimen, y la próxima semana los testimonios continuarán en esa misma línea de exposición.
El médico Macarrón llega a este juicio imputado por el delito de “Homicidio Calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”, y que tiene como víctima a su esposa quien fue encontrada asesinada en su vivienda del country Villa Golf de la ciudad cordobesa de Río Cuarto el 26 de noviembre de 2006.
El pasado miércoles Facundo Macarrón (34), hijo del acusado, mientras declaraba como testigo sacudió la sala de audiencia al mencionar con nombre y apellido al empresario Miguel Rohrer, alias «El Francés», como “sospechoso” del crimen de su madre el 26 de noviembre de 2006 en el country Villa Golf, de Río Cuarto.
“Miguel Rohrer habría tenido una relación con mi madre», relató con firmeza el joven. También dijo que el empresario “presentó pruebas demasiado precisas y muy bien armadas” que lo situaba en Buenos Aires al momento del crimen, pero que hay personas amigas de la familia que “lo vieron en Río Cuarto”.
Luego, Facundo, quien actualmente es abogado y trabaja en la Cancillería Argentina, afirmó que probablemente Rohrer también haya “alterado” la prueba de ADN para quedar desvinculado.
“Con esas pruebas, Rohrer es quien tendría que estar hoy en el banquillo de los acusados y no mi padre», aseveró Facundo, acusación que también fue respaldada por su hermana Valentina (30), quien había declarado previamente.
El fiscal Julio Rivero, quien lleva la acusación en el juicio, relativizó ante Télam la denuncia realizada por los hijos de Macarrón, al considerar que se trata de una “estrategia defensiva”.
“Acá no se está investigando lo que dicen los testigos. Se está investigando a una persona que está imputada conforme a la acusación que se leyó en la audiencia, y ese es el objeto de este juicio”, explicó el fiscal, quien dijo que en esas primeras audiencias se trata de establecer la cronología de los hechos, por lo tanto no se puede aún valorar los elementos de pruebas.
“Se escucharon declaraciones con algunas cuestiones emocionales muy fuertes”, aseveró Rivero, y añadió que “lo importante es que después de más de 15 años, el juicio se está realizando”.
Entre el martes y miércoles declararon el acusado y sus dos hijos y los tres se quebraron el momento de hablar frente al tribunal y el jurado popular, al recordar sobre la vida familiar antes y luego del crimen.
Macarrón se sentó frente al tribunal técnico y al jurado popular y dijo de manera contundente: “Niego totalmente la imputación. Es descabellado que yo sea un asesino, que contraté un asesino. Soy inocente”.
“Son muchos años de calvario que me han destruido. Son 15 años. Estoy con crisis depresiva y estado de shock. Varias veces pensé en suicidarme y no lo hice por mis hijos”, relató entre sollozos entrecortados y pidió suspender su exposición porque no se sentía bien.
Al día siguiente, su hija Valentina salió también a defenderlo: “Éramos muy unidos y esto nos destruyó. Mi papá es una excelente persona. Mis padres estaban bien. Nuca hubo intenciones de separarse, nunca hubo violencia, todo lo que dijeron fue creado por los medios”, manifestó, al negar que haya habido desavenencias matrimoniales y económicas como lo plantea como móvil del crimen la pieza acusatoria del fiscal Luis Pizarro.
El abogado Brito dijo a Télam que lo que hoy está padeciendo la familia Macarrón es producto de las “muchísimas irregularidades que ha tenido el proceso en la investigación», y en ese sentido adelantó que «en las próximas audiencias va a reflexionar sobre la actuación de los fiscales en la causa, en particular de Daniel Miralles que realizó actos para tapar las pruebas esenciales”.
El único incidente que tuvo que resolver el tribunal técnico del juicio fue la “recusación” que promovió el abogado Brito en contra de un miembro suplente del jurado popular, al que adhirió el fiscal Rivero, luego de que advirtiera que entregó un papel a Facundo luego de que concluyera con su declaración.
Luis Moressi (35), previo a la audiencia del pasado jueves, fue indagado por las partes y admitió que en la sala de audiencia le entregó al hijo del acusado una nota por pedido de una persona que lo conoce a Facundo.
Luego de ser expulsado como jurado suplente, Moressi habló con los medios y dijo que un familiar (suyo) le había pedido que entregara la nota que decía “fuerza y fe”.
“Queremos un juicio transparente y con un jurado imparcial”, destacó el abogado Brito, quien agregó que lo que se pretende es “un juicio justo».
Además de los tres Macarrón, en la primera semana declararon los efectivos policiales Jorge Heredia, Rubén Rufino, Santiago Gatica, Sergio Liendo, el vecino de la víctima, Adrián Radaelli y el ex cuñado de Macarrón, Néstor Suárez, en todos los casos vinculadas a la cronología de los hechos desde el hallazgo del crimen, y la próxima semana los testimonios continuarán en esa misma línea de exposición.
El médico Macarrón llega a este juicio imputado por el delito de “Homicidio Calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”, y que tiene como víctima a su esposa quien fue encontrada asesinada en su vivienda del country Villa Golf de la ciudad cordobesa de Río Cuarto el 26 de noviembre de 2006.