Durante la primera semana de febrero, la muerte de 23 personas por ingesta de supuesta cocaína adulterada en Buenos Aires levantó las alarmas por la posible circulación de la sustancia en otras ciudades de Argentina. Las organizaciones que defienden el derecho de quienes consumen pidieron extremar los cuidados y pasado varios días ninguna provincia registraba casos similares hasta que el domingo. Esa jornada 7 personas fueron internadas en el Gran Rosario por cuadros de intoxicación por cocaína.
La atención mediática se posó momentáneamente en quienes usan droga de venta ilegal en Santa Fe y cómo trabaja el sistema de salud, quien debe, a cuenta de la ley de Salud Mental y Adicciones, dar respuesta. Luego, y como es habitual cuando no se registran muertes o daños a la propiedad, se pasó a otro tema. Sin embargo, quizás valga la pena contar qué pasó.
De las 7 personas –todas mayores de edad y entre ellas una sola mujer– dos fueron dadas de alta al día siguiente luego de permanecer en observación y trabajar con un equipo de salud mental. Otras dos, incluido el hombre de 33 años atendido en Villa Gobernador Gálvez, tardaron 48 horas más necesitando asistencia mecánica respiratoria, entre otros soportes. Dos de las seis fueron derivadas al sanatorio Los Alerces, donde estuvieron internadas porque contaban con obra social. Quien más tiempo estuvo hospitalizado fue un hombre de 41 años. Estuvo casi un mes en la unidad de terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y recibió el alta el 5 de marzo.
Respuestas
En diálogo con El Ciudadano, Jésica Redondo, directora de Salud Mental de la Municipalidad de Rosario, explicó que durante las internaciones de febrero los equipos de profesionales empezaron a entrevistar a las familias y a contarles que existe una red con recursos para abordar los consumos problemáticos. Muchas no la conocían, incluido el trabajo de La Estación, el espacio de referencia para personas e instituciones en busca de acompañamientos en el Gran Rosario.
Varinia Drisun, coordinadora en La Estación, agregó a este medio: “Cuatro de las siete familias estaban vinculadas con la red de atención pública. Con las demás, aun cuando se atendían en el sector privado, intentamos comunicarnos durante y después de las internaciones. La mayoría de las familias contaron que había otros integrantes en el grupo con problemas de consumo y transmitieron la necesidad de abordar esa situación también”.
De acuerdo con la Municipalidad, ninguna de las personas internadas en febrero habían llegado a la guardia después de un consumo eventual o excepcional. Reconocían que se trataba de un uso recurrente. “Es muy variado lo que ocurre en un centro de salud. Quien llega y solicita una atención por consumo problemático encontró un límite y necesita ayuda para frenar. Se debe analizar el resto de su situación (efectos corporales y niveles de intoxicación o cuadros alucinatorios) para definir la estrategia y el abordaje”, describió Redondo. Drisun sumó: “La persona no siempre llega en crisis y se debe analizar la situación y los recursos para acompañar. Algunas veces es con un espacio de escucha y otras con medicación que se hace en las guardias de los centros de salud”.
El contacto con la red de salud permite, según las entrevistadas, que los servicios del Estado pueden asistir también a las familias. Muchas veces permite generar un vínculo y lograr, por ejemplo, que cumplan con un calendario de vacunas incompleto o hagan consultas a especialistas que nunca antes hicieron. También habilita a hacer prevención, educando sobre las alarmas a las que deben estar atentos con la persona en situación de consumo problemático.
Redondo sostuvo que la red de salud pública en Rosario tiene una guardia en salud mental y adicciones que funciona las 24 horas. La funcionaria habló del anuncio que la provincia y la Municipalidad hicieron un día después de las internaciones por ingesta de supuesta cocaína adulterada en Rosario. Allí contaron que habían puesto en funciones a distintos grupos de profesionales que durante la noche están en el servicio complementando lo que ya deben tener los centros asistenciales públicos.
Una mano
En caso de que el consumo de drogas sea problemático existen distintos espacios de atención. Además de las opciones de gestión no estatal, están los 744 centros de salud públicos santafesinos que deben, por la ley de Salud Mental y Adicciones, atender a todas las personas sin discriminación alguna.
Si conocés a alguien que necesita contención en consumos problemáticos, podés contactarte con La Estación, un espacio de gestión municipal donde analizan y ofrecen alternativas de tratamiento, incluso a quienes tienen cobertura de salud. El número de teléfono es 4-808797 y trabajan en Gálvez 867 de lunes a viernes de 9 a 17.
Además, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) mantiene el 141, un servicio telefónico que cuenta con profesionales las 24 horas para asesorar. También pueden escribir al cinterior@sedronar.gov.ar.
