Herman, de 53 años, y Candelaria, de 51, llegaron a Rosario para mostrar que los sueños se pueden hacer realidad. El 25 de marzo de 2000 salieron a recorrer el mundo en un Graham-Paige, un auto modelo 1928, y después de 22 años volvieron a la Argentina con cuatro hijos adolescentes, nacidos en distintos puntos del planeta. La familia Zapp recorrió 362.000 kilómetros en cinco continentes y sus integrantes están convencidos de que la “humanidad es maravillosa”.
“Todo arrancó como un sueño, nos casamos y después de seis años empezamos a viajar. En principio era ir hasta Alaska y volver, pero después cambiamos de planes”, contó Herman en declaraciones a la mañana de Radio Nacional Rosario.
Llevaban seis años de casados y tenían “buenos trabajos”. Habían terminado de construir su casa en las afueras de Buenos Aires, esa que finalmente será el hogar familiar. Deseaban hijos pero antes querían viajar. Comenzó así una aventura que finalizó este año en el Obelisco, en Buenos Aires.
Con respecto a las distintas vivencias que debieron atravesar y sobre todo en lo económico para subsistir, Herman recordó: “Una vez en Ecuador nos quedamos sin plata para la nafta y vendimos postales. Decíamos que una postal era para comprar combustibles”.
En cuanto al rodado antiguo que les permitió realizar esta aventura, sólo usaron ocho sets de neumáticos y realizaron dos aperturas de motor. “El auto no tiene los mejores asientos, ni la mejor amortiguación, tampoco aire acondicionado. Es un auto que te obliga a estar alerta. No parece cómodo, pero fue maravilloso, fue un abrepuertas, sirvió para las ciudades, para el barro, para la arena”, afirmó Herman.
En general, los Zapp se hospedaron en casas. Estiman en 2.000 los hogares que los recibieron. “Es increíble la humanidad”, se entusiasma Candelaria sobre la solidaridad recibida, y añade: “Muchos nos ayudaron sólo por ser parte de un sueño”.
En el medio de toda la aventura, formaron una familia con hijos en distintas partes del planeta. Pampa nació en Estados Unidos, de 19 años y Tehue, de 16 años, en Argentina. Luego llegó la reforma del auto: le agregaron 40 centímetros porque sabían que la familia se iba a seguir agrandando. Y luego tuvieron a Paloma, nacida hace 14 años en Canadá, y Wallaby, en Australia hace 12.
Ahora se sumaron Timon, el perro, y Hakuna, la gata, adoptados durante una reciente estadía en Brasil, donde quedaron varados en 2020 por la pandemia del covid. “Allí también remodelamos el auto porque quedamos parados en unos talleres de San Pablo”, concluyó.
De visita en la ciudad
La familia Zapp ya se encuentra en la ciudad de Rosario y están este martes 5 y miércoles 6 de abril en el Centro Cultural Fontanarrosa, desde las 19, para exponer y vender los libros y acuarelas que son de su autoría. También exponen videos de los distintos países que recorrieron.
