Desde la Municipalidad buscan revitalizar el Bosque de los Constituyentes para convertirlo en un punto de referencia para los rosarinos a la hora de la recreación, ya que en la actualidad el sector habilitado al público es muy poco concurrido, a excepción de la visita que suelen realizar delegaciones escolares los días de semana. Por tal motivo, para el próximo sábado 16 se programó una jornada que estará dedicada a la promoción del área verde más importante que tiene la ciudad, ubicada en el extremo noroeste.
“Queremos que los rosarinos redescubran el Bosque de los Constituyentes”. Esta definición, que la subsecretaria de Medio Ambiente, Daniela Mastrángelo, expresó ayer en diálogo con El Ciudadano, es la idea que motoriza el proyecto de darle impulso a una zona desconocida para la gran mayoría de los ciudadanos.
El bosque tiene una extensión total 260 hectáreas, con lo cual es el espacio verde más grande con el que cuenta Rosario. Unas 20 hectáreas son las que están habilitadas para el uso público, ya que desde hace unos años cuentan con todos los servicios para albergar visitantes.
Sin embargo, la gente no concurre al Bosque de los Constituyentes. Sólo las escuelas realizan visitas guiadas, los días de semana, entre las 10 y las 12. La mayor parte del tiempo se presenta como un escenario inhóspito. Una de las causas es la falta de incentivación: el público no va porque no conoce, no sabe. De hecho, no es fácil encontrar información en la propia página de la Municipalidad, que le destina unas breves líneas explicativas, exactamente las mismas que reproduce el portal el Ente Turístico Rosario. Además, no aparece entre los “lugares de interés” del “InfoMapa” del sitio web oficial. Esto es, entonces, lo que intentará corregir la Municipalidad con la actividad del sábado que viene.
“Queremos generar actividades, que se empiece a tener en cuenta el Bosque de los Constituyentes como un espacio verde más de la ciudad para los fines de semana, que es cuando está abierto al público. Por eso cursaremos una invitación para el sábado 16 con la finalidad de redescubrir este lugar”, indicó Mastrángelo.
La zona de 20 hectáreas habilitadas para el público fue inaugurada en 1998, y se ingresa por Tarragona y Los Glaciares (a la altura de Jorge Newbery al 800). En ese espacio, al que bordea el arroyo Ludueña, se concentran los mayores atractivos de la variada oferta natural. Hay más de 40 mil árboles de diversas especies, que “llegarán a su plenitud en 2040”.
Hay también un pequeño lago artificial con plantas acuáticas y residuos vegetales flotantes. Allí hay ranas, renacuajos y caracoles. También hay tortugas, que fueron llevadas al bosque cuando cerró el zoológico de la ciudad. Además se pueden encontrar llamas (“importadas”, también, del zoológico), patos, gansos y aves silvestres.
