Sin excusas. Claudio Yacob no anduvo con vueltas. “Somos lo que muestra la tabla”, apuntó con crudeza el volante central haciendo clara referencia al duro presente futbolístico de Central, que lo encuentra en el último puesto del grupo B. Y explicó que a esta situación se llegó por una conjunción de errores, y que trabajan para corregirlos.
El mediocampista de 34 años, que el sábado pasado ante Independiente fue titular por primera vez desde que llegó al Canalla, señaló también que trata de disfrutar de esta etapa de su carrera, y lo hace desde el trabajo y la humildad tratando de ganarse un lugar en el equipo.
En conferencia de prensa poste entrenamiento, en Arroyo Seco, Yacob analizó el último partido en el que los auriazules vencieron al Rojo en Arroyito, hizo una autocrítica individual, expresó su deseo de quedarse en el club hasta fin de año y también dio su mirada sobre el más que probable retiro de Marco Ruben cuando finalice el torneo.
—El último sábado cortaron ante Independiente una racha de 6 partidos sin triunfos. ¿Qué análisis haces al respecto?
—Necesitábamos ganar y lo hicimos. Además, que hayamos terminado con el arco en cero también nos da fuerza y energía. Siempre es importante contar con un equipo lo más equilibrado posible. A partir de una victoria se puede construir funcionamiento.
—Frente a Independiente te tocó jugar tu primer partido como titular del torneo. ¿Cómo te sentiste?
—Hacía mucho tiempo que no jugaba 90 minutos. Y me pasó algo parecido a lo que necesitaba el equipo. El jugador, cuando no puede sumar minutos durante un largo tiempo, por ahí le cuesta acomodarse. Por suerte, el otro día hicimos un primer gol rápido que nos acomodó, nos replegamos bien y el equipo fue bastante sólido. A lo que estoy acostumbrado, en lo personal, toqué muy poco la pelota. Pero pude colaborar en el tema del equilibrio, en el de respaldar a los centrales agregando gente en el área propia, y en el de tratar que no nos metan una contra. Me tocó hacer un trabajo más táctico. A partir de ahora, espero ir mejorando lo que hice.
—Hasta acá te tocó jugar poco, y uno intuye que cuando llegaste a Central tenías una expectativa de jugar más.
—Si el técnico me hubiera dicho que venía a Central para ser titular, seguramente que no estaría acá. Es imposible que te prometan algo así. Llegué a un plantel nuevo, a un club que no tengo historia, ya no tengo 20 años, y hay chicos con muchísima proyección en mi posición. Tenía que esperar, trabajar, y después, lo que me toque. Me tocó jugar 5 minutos, 10, 15 o 20, sumar tiempo en cancha a partir de lo que necesitaba el equipo en cada partido. El último sábado me tocó ser titular y el equipo ganó. Obvio que quiero seguir siendo titular, pero no voy a hacer nada distinto a lo que venía haciendo, que es trabajar con humildad y priorizar siempre las necesidades del equipo para cada partido.
—Fuiste titular el último partido. ¿Hay algún indicio de que podrías seguir en el once inicial?
—La verdad que este es un grupo muy parejo y todos trabajamos para jugar. Al que le toque lo hará de la mejor manera posible. Con el correr del tiempo uno va entendiendo muchas cosas. Cuando tenía 20 años quería jugar 95 minutos, no 90. Pero ahora entiendo otras cosas. Igual quiero jugar siempre, y si se puede todo el partido mejor. De todos modos, el objetivo grupal está por encima de todo, y eso potencia lo individual.
—Esta que transcurrimos, ¿es tu mejor semana desde que llegaste a Central?
—No. La verdad es que la paso bien desde que llegué. El equipo no tuvo buenos resultados, es cierto; pero me siento muy cómodo con el grupo y con la gente que trabaja en el club. La cosa para mí va más allá de que me toque ser titular. Estoy disfrutando esta etapa como profesional, aunque obvio que ganando todo es más lindo. Pero, a esta altura de mi carrera, no disfruto más si soy titular o no. Estoy bien y cómodo, el grupo es divino y me tratan muy bien.
—Cuando llegaste a Central había un entrenador, ahora hay otro. Si bien tenés contrato hasta fin de año, ¿estás pensando en qué hacer en el futuro, puede haber novedades en el mercado de mitad de año?
—A mí me gusta cumplir con los contratos. Salvo que te digan “Claudio te tenes que ir”, a mí me gusta cumplir con lo firmado. Y mi cabeza está en eso, en trabajar día a día, en hacer una buena pretemporada… pero a eso lo veo lejano en este momento, ahora hay que pensar en el partido del lunes con Huracán. Salvo que me digan que me tengo que ir, mi intención es cumplir con mi contrato hasta fin de año y terminar el próximo torneo lo más alto posible.
—¿Cómo está el grupo sabiendo que a dos fechas del final ya no se pelean por clasificar entre los mejores cuatro equipos del grupo?
—Nos encontramos con una realidad que no es la que nos imaginamos antes del arranque. Pensábamos en llegar a la última fecha de esta etapa al menos con chances de clasificar. La realidad muestra que no es así. Pero tampoco podemos pensar mucho más allá. Uno firma un contrato para jugar un año en un club, y luego pasan cosas. A veces, si las cosas no van bien, en dos meses te estás yendo. Tanto en lo individual como en lo grupal estamos pensando en el día a día. Y vamos a tratar de terminar lo mejor posible, tanto desde el resultado como desde el funcionamiento.
—Teniendo en cuenta la coyuntura, ¿qué autocrítica hacés del rendimiento futbolístico?
—Creo que somos lo que somos, lo que muestra la tabla. Te puedo dar un montón de excusas, que llegamos, que no llegamos, que mala suerte, que la pifió o que la sacó el arquero. Pero la tabla muestra una realidad y, para estar donde estamos, no se hizo una sola cosa mal. Hay un conjunto de cosas que no se hicieron bien, no es casualidad. Lo que nos queda es trabajar y enfocarnos en esos distintos errores que se cometieron, no mucho más.
—En este contexto futbolístico que describís, ¿cuál es el mensaje para el hincha?
—Es muy difícil dar un mensaje al hincha; en especial cuando un equipo no ha funcionado a lo largo de un torneo y tampoco ha conseguido resultados. Acá la realidad muestra, más allá de que ganamos el último partido, que estamos últimos en la tabla de nuestro grupo. Desde lo profesional, el mensaje es que uno tiene que demostrar que defiende la camiseta de la institución de la mejor manera posible, entregándose al máximo con humildad y solidaridad, y poniendo al grupo y a la institución por delante. Después, la pelota a veces entra, como el otro día, y en otras no. Ahora hay que tratar de ganar el partido que viene.
—No sé qué relación trabaste en este tiempo con Marco Ruben, pero todo indica que estaría decidido a colgar los botines cuando termine el torneo. ¿Pudiste charlar con él sobre este tema?
—La última fecha del torneo pasado vine con Huracán a jugar contra Central en el Gigante. Estaba lesionado, pero vine igual con el equipo. Y cuando presentaron los equipos en los altavoces del estadio, me sorprendió la ovación que le brindó la gente a Marco. Hacia rato que no escuchaba una ovación tan grande por un jugador. Y cuando pude venir a Central, me dí cuenta del por qué de esa ovación. Y no habló de lo que es como futbolista, que todos sabemos, me refiero a la persona. Tiene la humildad de un grande. Ojalá que siga jugando más tiempo, pero es una decisión que debe tomar él. De momento, lo disfrutamos en el día a día. Es un líder natural, y es con casos así que uno se da cuenta que nunca termina de aprender de sus compañeros.