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Hernández Leyva, uno de los asesinos seriales más prolíficos: confesó más de cien asesinatos

Se desconocen detalles de su infancia y por lo que no se puede llegar a determinar si hubo algo, que en esa etapa lo haya marcado como para cometer seis secuestros y matar a tanta cantidad de personas

Escrito por Gastón Marote para Noticias Argentinas

Fernando Hernández Leyva, más conocido como «Pancho López», con solo 22 años fue condenado a 60 años de prisión por 33 homicidios que cometió pero confesó haber cometido más de 100 en cinco estados distintos de México.

De todas maneras, se cree que la cantidad de crímenes fueron 137, lo que lo hace uno de los asesinos seriales más prolíficos del país «azteca».

Nacido en 1964 en Cuernavaca, Morelos, se desconocen detalles de su infancia, por lo que no se puede llegar a determinar si hubo algo que en esa etapa lo haya marcado como para cometer seis secuestros y matar a tanta cantidad de personas.

En 13 años, fue arrestado en dos ocasiones y logró escapar dos veces de su celda.

Ya en 1996 fue arrestado de nuevo, pero esta vez no trató de escapar, sino que intentó suicidarse al ahorcarse en su celda de la prisión.

Sin embargo, no tuvo éxito porque al ser un hombre de más de 150 kilos la cuerda se rompió y sufrió algunas lesiones menores.

Para esa ocasión, la Policía le realizó un examen psicológico que determinó que Hernández Leyva era un psicópata que mataba por placer.
De a poco empezaron a descubrirse datos de su vida: en 1982 fue detenido por primera vez pero escapó de su custodia hasta ser definitivamente capturado en 1999.

«Pancho López», apodado así por la prensa, cometió sus asesinatos en cinco estados mexicanos: Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Colima y Morelos.

Cuando le preguntaron por qué había matado a toda esa gente, este sujeto se limitó a responder: «Los había asesinado a todos porque tenía que hacerlo. No sabía hacer otra cosa».

En su juicio fue acusado, junto con otros tres presuntos cómplices, de varios cargos por los delitos de robo y secuestro, además de los homicidios.

En 1996, junto con un cómplice de nombre Ramón Campos Gudiño, robaron una camioneta en Lomas de Zapopan, siendo perseguido por la policía después del robo.

En su desesperación ingresó en una casa y tomó de rehén a una familia.

Tras siete horas de negociaciones se entregó, siendo su arresto definitivo, al tiempo que la toma de rehenes y su posterior aprensión fueron transmitidas por televisión.

Hernández Leyva confesó ante las cámaras de televisión haber matado a más de 100 personas.

Sin embargo, tiempo después, el acusado habría de retractarse de sus declaraciones, y aunque admitió haber raptado a un periodista y matado a un oficial de policía, dijo que los agentes judiciales lo habían golpeado para que confesara, y que además lo amenazaron con violar a su esposa si no se declaraba culpable de los crímenes.

Las autoridades no hablaron acerca de las declaraciones de Hernández Leyva, ya que no le creyeron.​

«Pancho López» fue transferido a una penitenciaría del estado de Morelos, donde hubo protestas públicas de personas que querían hacer justicia por mano propia.

«Espero que te mueras por matar a mis padres. Dios te va a obligar a escuchar sus voces para siempre», le gritó en su momento la manifestante Nancy Flores Montiel.

El criminal fue puesto en máxima vigilancia dado que tenía antecedentes de haber escapado de prisión en dos ocasiones anteriores.

El fiscal, José Leonardo Castillo Pombo dijo que a pocos días de haberse iniciado las investigaciones, el conteo de muertes que se le achacaban a Hernández Leyva comenzó a crecer de manera alarmante.

Actualmente, «Pancho López» se encuentra preso en el reclusorio de «La Palma» y, si cumple su condena completa, saldrá libre en 2049, a los 84 años.

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