Silvina Oranges / Télam
En su segunda escala por Europa, el presidente Alberto Fernández mantuvo este miércoles en Berlín su primer encuentro bilateral con el canciller alemán Olaf Scholz, quien definió a la Argentina como “un socio fiable”, en tanto que el mandatario argentino pidió “encontrar una respuesta y un camino de salida” a la guerra en Ucrania, a la par que ofreció las oportunidades del país para proveer alimentos y energía a Europa.
En el encuentro, que se desarrolló en la sede del gobierno alemán en Berlín, Fernández agradeció el apoyo alemán en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y le exhibió al canciller socialdemócrata –sucesor de la conservadora Angela Merkel– las cifras de la recuperación económica de la Argentina.
“Es bueno saber que la Argentina es un socio fiable para Alemania. Ambos coincidimos en condenar la invasión de Rusia a Ucrania. Saludo la decisión del presidente de ponerse del lado de las víctimas”, remarcó el canciller germano en una declaración conjunta tras el encuentro.
“Coincidimos en condenar esta brutal agresión de Rusia”, señaló Scholz, y advirtió que “las gravísimas violaciones del Derecho Internacional y el orden internacional no pueden ni deben quedar sin respuesta”.
Para Scholz, la guerra “dejará consecuencias por años” para Ucrania, y reclamó que Rusia, “una potencia nuclear”, retire sus tropas del país que invadió, y en ese sentido remarcó que los esfuerzos de la comunidad internacional “deben estar centrados” en ese punto.
Por su parte, Fernández marcó que “los coletazos de la guerra repercuten en todo el mundo y particularmente en América latina y otros países en vías de desarrollo”. Y describió: “Los precios de los alimentos han aumentado al igual que los de la energía. Esto no sólo es un problema de Rusia y la Otán, sino que afecta a todo el mundo. Es necesario un cese del fuego”.
Como presidente pro témpore de de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Fernández dijo que “la guerra es un problema de mayor y particular preocupación” para él mismo: “Por el modo en el que está repercutiendo negativamente en nuestro continente, donde la seguridad alimentaria y energética se ponen en riesgo”.
En ese marco, el jefe del Estado recordó que el país es “un reservorio de lo que el mundo está demandando en este presente: alimentos y energía”.
Fernández remarcó que la Argentina cuenta con la segunda reserva de gas no convencional: “Queremos que sirva para proveer al mundo en forma de gas licuado, y allí tenemos una gran oportunidad para trabajar junto a Alemania”, afirmó, y mencionó además el desarrollo de una planta de hidrógeno verde, así como proyectos de hidrógeno azul por parte de las empresas de gas.
En cuanto a las sanciones impuestas a Rusia, Scholz consideró que con ellas se busca encontrar un camino para convencer a ese país de que debe cesar su agresión, pero Fernández advirtió que las sanciones “repercuten de un modo negativo en el mundo”.
“Lo peor que le pasaría sería volver a un esquema bipolar. Hay que poner en funciones a los organismos internacionales para llegar a un entendimiento. En ese sentido, el G-20 puede servir para explicarle a Rusia que esta guerra no le conviene al mundo”, indicó el mandatario argentino al ser consultado sobre si apoyaría sanciones contra el gobierno de Vladimir Putin.
Otro tema que se planteó en la reunión fue el interés en avanzar en el demorado acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur: “Lo importante es avanzar. Tenemos que empezar por lograr acuerdos en lo cultural y en lo científico para no quedarnos en el tema del proteccionismo. Tenemos que profundizar nuestros vínculos”, dijo Fernández.
En otro tramo, el jefe del Estado le manifestó al canciller alemán “el deseo y la vocación de alcanzar un acuerdo con el Club de París”. “Es otro de los problemas que hemos heredado”, refirió y le garantizó un «trato igualitario que a los acreedores argentinos».
Los mandatarios compartieron primero una audiencia privada, y luego una reunión ampliada junto a sus comitivas. En ella, según marcó el ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, uno de los temas que se conversaron fue el de la inflación, y Fernández “propuso que en vez que los Bancos Centrales se ocupen de elevar las tasas como mecanismo” de respueta, trabajen en la coordinación de “políticas que vayan al financiamiento del desarrollo y de la oferta” de productos.
“Venimos de una pandemia, a la que se sumó la guerra, y si a ello le añadimos la recesión, va a impactar fuertemente a las economías emergentes”, analizó Cafiero y sostuvo que en ese marco global “la solución no debe ser sólo de un Banco Central u otro, sino que debe ser articulada y apuntar a financiar el desarrollo y el crecimiento”.
Scholz devolvió expresando “interés de acompañar a las empresas alemanas en sus actividades en Argentina, para cooperar en la superación de obstáculos” y celebró “la conversación en curso que mantiene el gobierno argentino con varias compañías alemanas”.
Por la Argentina participaron el secretarios general de la Presidencia, Julio Vitobello; sus pares de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco; la portavoz Gabriela Cerruti y el embajador argentino, Pedro Villagra Delgado.
Por Alemania estuvieron el secretario del Departamento de Política Económica, Financiera y Climática y sherpa del G7 y del G20, Jorg Kukies; el asesor de Política Exterior y Seguridad, Jens Plotner; y el director General del Departamento de Economía y Política Fiscal, Steffen Meyer; entre otros.