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Homero Chiavarino, Julián Venegas y Joel Tortul presentan “Garupá”, con canciones de Ramón Ayala

Los destacados músicos locales se unieron con el objetivo de recorrer la extensa y variada obra del talentoso compositor, uno de los pilares de la música litoraleña. El show, que contará con temas populares y otros poco conocidos, será este viernes en la sala Lavardén

“Los grandes compositores crean melodías simples pero a la vez complejas y bellas. Hacen arte pintando el lugar donde nacieron. Como Ramón, que escribe música de su tierra pero con un lenguaje universal”. De este modo, el talentoso pianista Joel Tortul habló de Ramón Ayala, pilar fundamental de la cultura popular de esta parte del mundo, del siglo XX, creador de una inmensa obra y del “chamamé hecho canción. Una nueva forma de componer e interpretar música del Litoral, otra forma de describirla, de decirla, de contarla”, según apuntó Homero Chiavarino.

En el mismo sentido, Julián Venegas definió: “Es un artista de antena grande y herramientas varias; músico, escritor y pintor, que trasciende por transmitir una sensibilidad que va más allá de su origen y tiempo: cuando habla del trabajador y de su tierra, resuena en las injusticias de siempre y en la belleza de la tierra entera”.

El pianista, el acordeonista y el vocalista, por nombrar sólo algunas de las facetas de estos tres artistas, se unieron para reversionar la obra del autor de «El Mensú» tomando como propio el nombre de la localidad misionera en la que nació, Garupá, que significa tierra, lecho y cuna de canoas en guaraní.

“La palabra tiene una sonoridad atractiva de tres sílabas, igual que la cantidad de músicos que somos. Es de origen guaraní, y significa tierra de canoas. Exceptuando diferencias obvias, Rosario tuvo y tiene también una particular relación con embarcaciones varias”, apuntó Venegas acerca del concierto que ofrecerán juntos este viernes en la Lavardén, “una celebración a la obra de Ayala y a su persona, un artista con los colores de su tierra”, agregó Chiavarino.

Tres caminos que se cruzan

Chiavarino es músico, acordeonista y compositor. Comenzó su carrera en Paso de los Libres, y una vez radicado en Rosario, en 2003, se sumó a la escena local de la música popular. En el 2020 editó su primer disco solista, Kuarahy, Sol nombrado en voz guaraní.

Venegas es cantor, intérprete y compositor. Sus discos más recientes son Río arriba, grabado en vivo, Choques y De barcos y derivas.

Y Tortul es pianista, arreglador y compositor oriundo de Fuentes, provincia de Santa Fe. Recientemente editó Sentido junto al violinista Pablo Farhat y anteriormente, en formato cuarteto, había editado Santiago de Cuba.

“Nos une principalmente ser de la misma generación y entender parecido cuestiones relacionadas con la música popular, con la importancia de la transmisión, el mensaje de los grandes poetas y compositores que fueron decisivos para conformar el cancionero y el oído popular de nuestras tierras”, apuntó Chiavarino quien se une al trío como “la persona más idónea del trío en materia de música del litoral”, título que le dio Venegas aunque él afirmó: “Me queda un poco grande al lado de dos maestros como Julián y el gran Joel Tortul”.

“Tenemos carreras diferentes pero nos conocemos bien y siempre hablamos del río, nuestro punto en común es el río, el paisaje que hay al lado del río, la música litoraleña. Eso es lo primero que nos une, además del amor por la música folclórica argentina y también la composición. Los tres somos compositores y siempre estamos hablando de cómo componer”, apuntó el pianista que señaló que los arreglos fueron propuestos entre los tres. “No hay un arreglador, todo se hace de manera conjunta”, dijo.

Amor a primera escucha

Ramón Ayala nació en Garupá en 1937. A la fecha posee una de las trayectorias más extensas en el mundo artístico sudamericano y es considerado uno de los máximos representantes de la música del Litoral. Sus canciones forman parte del acervo popular de la región. “Conocí a Ramón de la mano de Los de Imaguaré, un grupo icónico del chamamé que versionó «Posadeña linda», obra que pertenece a Ayala. Después me llega «El Moncho» de la mano de Ernesto Montiel y «El Cosechero» de la mano de Mercedes Sosa. Conocí la obra antes que al autor. Cuando finalmente lo conocí, descubrí un ser mucho más gigante de lo que imaginaba”, contó Chiavarino.

Los tres artistas conocieron la obra antes que al músico. “Probablemente haya escuchado por primera vez «El Cosechero» en alguna guitarreada, sin saber de quién era”, planteó Venegas. Y agregó: “Sí recuerdo dos amores a primera escucha: las interpretaciones de «Pan del agua» y de «Alma de Lapacho» por Falú / Moguilevsky y Liliana Herrero respectivamente. Me siento atraído por esa búsqueda de una fibra humana de amplio espectro y confín, transmitida con palabras, vivencias y ambientes propios”.

Tortul estaba en Cosquín cuando le dijeron: “Está Ramón Ayala”. “También conocía más la obra que a él. Cuando lo vi empecé a investigarlo más y a conocer toda su obra completa”, recordó Tortul.

“Lo que más me impactó es la belleza con la que escribe y con la que compone música. Ese poder de hacer melodías sumamente bellas y originales pero tan cerca de uno. Porque eso es lo que tienen los grandes compositores, escriben música de su tierra pero con un lenguaje universal”, agregó.

“No hay dudas en la palabra de Ramón. Es un flechazo directo a la situación, uno puede ver los sitios que nombra, percibir colores, texturas, aromas. Un mensaje certero, firme, sin fisuras”, dijo el acordeonista que también lidera en Rosario el grupo de música tropical Homero y Sus Alegres.

Los imprescindibles y los desconocidos

“Fue muy hermoso definir el repertorio, porque todas sus obras tienen magia, proponen distintas sensaciones. Hay temas infaltables, los fogoneros, esos que forman parte fundamental del cancionero popular argentino, y están también sus obras quizás no tan difundidas pero imprescindibles a la hora de pensar en el artista en su totalidad. Es muy bueno poder trabajar con una obra tan importante como la de Ramón”, apuntó Chiavarino sobre los temas que eligieron para Garupá.

Y Venegas puntualizó: “Hay canciones de Ramón que ya son del pueblo y que son ineludibles, y otras que son iguales de bellas, pero menos conocidas. Todas son preciosas, hasta las más oscuras. El primer recorte lo hizo Homero, claramente el más idóneo de los tres, proponiéndonos la escucha de discos que ni sabíamos que existían. Intentamos balancear diferentes ánimos y ritmos que transitó Ramón, incluso un ritmo creado por él mismo, el Gualambao. Este viernes nos juntamos a celebrar su vida, y no solamente somos nosotros tres con nuestros instrumentos (acordeón, piano, guitarra, voces y percusión), sino que se armó una pequeña comunidad contagiada por las mismas ganas: amigxs, trabajadorxs de la cultura rosarina que se sumaron en la producción, prensa, fotos, arte escénico, luces y sonido. Es un equipo movilizado principalmente por el afecto que sentimos por El Mensú. Y dentro de este grupo, también contamos con dos cantorazas invitadas: Maia López y Viqui Alancay”.

Por su parte Tortul agregó: “Este espectáculo tiene varios conceptos, pero creo que lo primero es celebrar la vida de un grande con un encuentro de amigos y compañeros de la música. También este hecho de homenajear a Ramón se debe a que si bien ya estamos hablando de una persona reconocida, creemos que falta más y que la gente tiene el derecho de conocer más su obra”.

Para agendar

Homero Chiavarino, Julián Venegas y Joel Tortul presentan Garupá, un espectáculo con canciones de Ramón Ayala, este viernes, a las 21, en la Sala Lavardén (Sarmiento y Mendoza). Las entradas están a la venta en entradaslavarden.com

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