Alvaro Arellano
Santa Fe se sumó a la revitalización de turismo interno que evidenció Argentina durante la etapa post pandemia. Si bien todavía está lejos de arrimar a los números que tienen los distritos turísticos más habituales, Rosario y la capital provincial ya se acostumbraron a tener registros de ocupación récord. La ciudad naturalizó el ingreso de medio millón de personas cada fin de semana.
En diálogo con El Ciudadano, el secretario de Turismo de la provincia, Alejandro Grandinetti, se refirió a un considerable crecimiento en el movimiento turístico dentro de la provincia, que posibilitó un resurgimiento de la actividad hotelera y gastronómica, al punto de considerar que “hay una estructura que ha quedado acotada”. Este fenómeno ya excede a los fines de semana largos y empujó a una expansión de la oferta laboral.
El funcionario reconoció que la continuidad por este sendero dependerá de la evolución de un poder adquisitivo que aparece constantemente amenazado por un nivel de inflación difícil de controlar. En ese sentido, rescató la continuidad de Billetera Santa Fe, como incentivo para volcar parte del consumo al ocio y estimó una fecha para el lanzamiento de Previaje III.
—¿Los niveles de ocupación alta en la provincia se están dando solo fines de semanas largos o es constante?
—Se calcula que entran unas 500 mil personas todos los fines de semanas a la ciudad, no es una demanda solo del rosarino. Medio millón de personas entran a consumir todos los fines de semana a Rosario y se está dando un nivel de ocupación fantástico. Tenemos una revitalización a partir del movimiento dentro de la misma provincia. Esta temporada de verano vimos que el movimiento turístico no lo tuvimos nunca en Santa Fe. En Rosario estamos en un nivel de ocupación cercano al 90%. La estructura ha quedado acotada, hay un problema de crecimiento. Hay mucha gente que vuelve a Rosario, a contramano de lo que piensan algunos. En números objetivos hay una tasa de reincidencia muy alta.
—Hay un cambio de hábito en el consumo turístico que ayudó a esa mejora local?
—En Rosario están con un muy buen nivel de actividad, la gente se volcó nuevamente a este tipo de establecimientos. Ha cambiado la modalidad del turismo. Antes había visitas corporativas, actividad de martes a jueves y los fines de semana los hoteles estaban vacíos. Ahora se encuentran ocupados de jueves a domingo. Esto coincide también con las salidas de los rosarinos. Hoy quizás se están priorizando este tipo de salidas y no otra ¿Cuánto va a durar? No sé, depende de la recuperación del poder adquisitivo. En el caso de la gastronomía también hay un cambio de hábito. Hay un resurgimiento de este tipo de actividades. En Rosario, los datos de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) afirmaron que el crecimiento es tan importante que incluso tienen dificultades para conseguir empleados.
—Este cambió generó una mayor demanda de empleo en el sector gastronómico?
—Desde el sector gastronómico consideran que hay mucha gente que tuvo que irse del rubro a insertarse en otras actividades. Cuando ves los números de empleabilidad en Santa Fe en general, y en Rosario, hay una buena oferta. Estamos tratando de coordinar con ellos porque hay muchas posiciones que pueden ser cubiertas con aprendizaje rápido en diferentes barrios, sobre todo en aquellos donde ya han tenido algún tipo de formación con el programa Santa Fe Más. Esto da lugar a nuevas oportunidades en barrios de la ciudad.
—¿Hubo una participación de Billetera Santa Fe en esta recuperación?
—Hoy el 81% de la población económicamente activa de Santa Fe tiene billetera y suele volcarlo a establecimientos gastronómicos. Es un presupuesto similar al de Vialidad Provincial. Es una masa de recursos volcados al consumo. Del total de lo que se utiliza en Billetera el 74% se destina a alimentos y bebidas, hay una gran concentración en esa cuestión, que luego permiten un remanente que suele destinarse al ocio, bares y restaurantes pueden ser uno de esos destinos. Tenemos un anabólico importante de ingresos que se está volcando a bares y restaurantes, pero también hay una demanda agregada de turismo que llega de localidades vecinas.
—¿Hay una fecha de lanzamiento para la tercera edición de Pre Viaje?
—Todavía no hay fecha estimada para el lanzamiento, pero el anuncio se va a hacer cerca de las vacaciones de invierno porque todavía está vigente la utilización de lo del año pasado, pero la idea está en focalizar sobre la temporada baja. Lo que sí está definido es que no va a haber apertura previa a las vacaciones de invierno ya que se espera nuevamente que haya movimiento récord. La idea es que se anuncie cerca de las vacaciones de invierno, pero para utilizar entre agosto y diciembre.
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