«Debía estar preparada para esto, me dijeron que esto es Londres, que podría haber nubes, sol, el Booker. Lo hice, pero creo que no estoy preparada todavía. Leeré unas pocas palabras que escribí por si ganaba: nunca soñé con el Booker, es un inmenso reconocimiento, un honor», dijo la autora al recibir el premio en Londres durante una ceremonia en la que por primera vez gana un libro traducido del hindi.
Daisy Rockwell, la estadounidense responsable de la traducción del libro publicado por Tilted Axel, dijo que como es supersticiosa no tenía un discurso preparado y agradeció a los jueces.
La llamada «lista corta» que estuvo integrada por la referida escritora argentina Claudia Piñeiro, la polaca Olga Tokarczuk con The book of Jacob, traducido por Jennifer Croft; por A New Name. Septology VI-VII, del noruego Jon Fosse (por Damion Searls); Cursed Bunny, de la coreana Bora Chung, traducida por Anton Hur, y Heaven, de la japonesa Mieko Kawakami (por Samuel Bett y David Boyd), fue seleccionada por un jurado compuesto por el autor y académico Merve Emre, la escritora y abogada Petina Gappah, la escritora, comediante y conductora Viv Groskop, y el traductor y autor Jeremy Tiang.
Se trata de la primera vez que un traductor, Frank Wynne, presidió ese cuerpo, que este año tuvo récord de presentaciones recibidas, con un total de 135 libros considerados.
«En su novela, Shree ha escrito una protesta contra el impacto destructivo de las fronteras. Aquí, ella discute la importancia de una cosmovisión global en la literatura», se puede leer en la web a modo de justificación del premio, cuyo objetivo es fomentar más publicaciones y lecturas de ficción de calidad de todo el mundo y promover el trabajo de los traductores. Por eso, el galardón se reparte en partes iguales entre el autor y el traductor, un gesto monetario que apunta a reparar en la importancia del diálogo que hay entre obra y traducción.
Wynne, como presidente del jurado, calificó el libro de «extraordinariamente ameno» y lo definió como «enormemente atractivo, encantador, divertido y ligero, a pesar de los diversos temas que trata… una lectura de playa perfectamente decente para absolutamente todo el mundo».
Además dijo que el jurado había mantenido un «apasionado debate» a la hora de decidir, pero que, «a la hora de la verdad», el de Shree fue el libro elegido «de forma abrumadora».
Con respecto al trabajo de traducción de Rockwell, Wynne destacó que fue «asombrosamente realista, tanto más cuanto que gran parte del original depende de los juegos de palabras, los sonidos y cadencias del hindi».
Tomb of Sand es una publicación de la editorial independiente Tilted Axis Press que este año obtuvo su primera victoria en el International Booker y también su primera selección y preselección. El sello fue creado por la traductora Deborah Smith con el dinero que obtuvo del International Booker Prize 2016, por su traducción de la novela El Vegetariano, de Han Kang.
Shree es autora de tres novelas y de libros de relatos cortos. Tomb of Sand es el primero de sus libros que se publica en Reino Unido. Rockwell es una pintora, escritora y traductora que vive en Vermont (Estados Unidos) y ya ha traducido varias obras de la literatura hindú y urdu.
Por su parte, Elena sabe, la novela en la que la escritora argentina Claudia Piñeiro aborda la maternidad, la vulnerabilidad de la vejez y el peso de los mandatos, había quedado entre las finalistas y marcaba el segundo año consecutivo que se incluyen autoras argentinas entre los nominados, ya que el año pasado estuvo Gabriela Cabezón Cámara por The Adventures Of China Iron (Las aventuras de la China Iron) y Samanta Schweblin por Little Eyes, como se tradujo su novela Kentukis.
Schweblin ya había competido en 2019 y 2017 con Pájaros en la boca y Distancia de rescate, respectivamente. En tanto que en 2018 Ariana Harwicz fue seleccionada por su ópera prima, Matate amor y Mariana Enriquez llegó hasta la short list con Los peligros de fumar en la cama.