“No son tiempos para tibios”, decía un empresario en off the record. “Es tiempo de intentar tener una postura común”, agregó un dirigente del sector agroalimenticio como anticipándose a la sesión plenaria de hoy, cuando se debatirá el rol del empresariado en el Coloquio de Idea que se desarrolla en Mar del Plata. Al respecto, un dato que trascendió y muestra con claridad cuán divididos están los hombres de negocios: en la Argentina existen unas 900 cámaras sectoriales.
Este número que se dará a conocer hoy, es el que surgió de la investigación que elaboró Guillermo D’Andrea, profesor del IAE, y que será el eje para el debate que llevarán a cabo Hugo Luis Biolcati, presidente de la Sociedad Rural Argentina; Daniel Funes de Rioja, presidente de Copal; y Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat. Al respecto, Rattazzi despierta admiración entre sus pares porque “es el único que tiene el coraje de decir lo que piensa”.
La esperanza es que el debate ayude a que se comiencen a escuchar opiniones abandonando el anonimato. “El temor a posibles represalias justificaba nuestro silencio”, explicaba un dirigente del sector petrolero, al tiempo que reconocía que esa táctica “al final no fue muy útil que digamos, ¿no?”. La reflexión cosechó la aprobación de varios de sus pares.
Uno de los objetivos que busca este coloquio es lograr un cambio de actitud de los dirigentes empresarios. “Tenemos que hacer una autocrítica”, comentó uno de los organizadores. “No puede ser que sigamos buscando salidas individuales y sólo nos reunimos en los casamientos”, agregó. Un propósito ambicioso que resulta difícil de creer que se pueda lograr, confesó un dirigente del sector financiero, “es que aunque no tengas negocios con el Estado, el enojar al gobierno puede comprometer a la empresa”.
Si bien “on the record” los empresarios se cuidan de criticar al gobierno, su desánimo se muestra en un dato muy concreto: “A pesar de que numerosos sectores están pasando por un muy buen momento, las inversiones no crecen”, dijo Ernesto Kritz, de Sel Consultores.
En esta línea y apelando a su buena imagen en el empresariado, Daniel Scioli los instó a invertir.
Quien no tuvo problemas en seguir con su tono crítico fue Biolcati, que puso en duda la seriedad de las investigaciones de la Afip contra las cerealeras Bunge y Cargill. Y Rattazzi, en esta oportunidad, se mostró más conciliador y sorprendió al afirmar que la relación con el gobierno “no es tan mala”, quizás influenciado por el buen momento que está viviendo el sector automotriz.
Enrique Pescarmona, Héctor Méndez (–titular de la UIA–), Oscar Andreani, Santiago Soldatti, Julio Fraumeni, (dueño de Galeno), Oscar Cartellone y Cristiano Ratazzi son algunos de los dueños de empresas que siguieron con atención los conceptos del ex presidente de España José María Aznar.
En tanto, el rescate de los mineros convirtió a Oscar Vicente, presidente del Club del Petróleo, y Julio Claudeville, directivo de la Barric, en las estrellas del cocktail, pues concitaron el interés de los empresarios por su conocimiento de minería y perforaciones.
Más de uno recordaba haber conversado en varias oportunidades con el ministro de Minería chileno Lawrence Golborne cuando era la mano derecha de Horst Paullmann en Cencosud.
En tanto, el que sacudió la modorra fue el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo cuando afirmó: “El 35 por ciento de aumento que conseguimos este año ya se licuó por la inflación”, recordando a los empresarios que los gremios ya están pensando en un piso salarial que arranca en el 25 por ciento.