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Fotos, secretos e historia de la heladería rosarina que representará al país en Latinoamérica

Días atrás, la Gelatería San Remo fue noticia en todo el país por su calidad. Creado a finales de la década del '60, el negocio ubicado en avenida Presidente Perón obtuvo el primer premio en la máxima competencia a nivel nacional sobre gusto e innovación. Un repaso de sus inicios y el presente

Días atrás, una heladería fue noticia en todo el país por su calidad. La Gelateria Italiana San Remo, un ícono del barrio Bella Vista desde finales de la década del ’60, obtuvo el primer premio en la máxima competencia a nivel nacional sobre gusto e innovación y ahora competirá en un certamen Latinoamericano como representante argentina para lograr la chance de participar de la Copa del Mundo del Helado Artesanal. «Conseguimos esto tras un trabajo que realizamos en familia junto a mi hija Micaela. Es por eso que este año logramos ser los mejores del país», había destacado Francisco Scime, propietario del local.

Ahora, el próximo objetivo será consagrarse en el campeonato Latinoamericano para buscar un lugar dentro del mundial de la especialidad, que se desarrolla todos los años en Buenos Aires y tiene al país como defensor del título en cremas heladas. Y a Brasil en segundo lugar. Cualquier parecido con el fútbol, es pura coincidencia. En tanto, la próxima Copa Mundial del Helado se celebrará en Rimini, Italia, en enero de 2024.

Al describir el desafío de ganar el torneo nacional, Scime comentó: «Nos tocó trabajar con frambuesa, de la cual tuvimos que desarrollar una mermelada que tuviera las características para refrigerar a 0 grado, y un variegato especiado con albahaca y romero. Y después hicimos una torta helada que tenía súper sambayón, chocolate especiado con anís y clavo de olor, y amargo obrero, que es rosarino».

El heladero también explicó el motivo por el cual el jurado los eligió como vencedores. «En principio, la innovación y la espontaneidad de la elaboración. Eso porque la competencia se basa en un helado misterioso que hay que elaborarlo en el momento con un ingrediente desconocido, sorpresa; y después una torta helada con diferentes sabores y combinaciones. Y el jurado evalúa la sensación de frío, textura y características organolépticas del helado», relató. 

La heladería es toda una referencia de barrio Bella Vista.

Asimismo, ponderó la labor de sus colegas rosarinos en poner a este tipo de cremas a un nivel «superlativo». «A raíz del esfuerzo de la Cámara de Heladeros logramos elevar el nivel del producto y que Rosario sea capital nacional del helado artesanal. Eso nos llevó a desarrollar nuevas tendencias. Por ejemplo, a contar con 150 sabores diferentes en verano», subrayó.

Una larga historia

Lo cierto es que los Scime ya llegan a la tercera generación que está al frente de la Geladería San Remo, ubicada en avenida Godoy y Crespo, en pleno barrio Bella Vista. El negocio familiar fue fundado en 1968 y desde entonces es todo un clásico de en la zona. Generaciones y generaciones de rosarinos deleitaron sus cremosos helados, producto que los llevó a ganarse varios reconocimientos, 

Según cuenta la propia familia en su sitio web, la historia había arrancado antes, en 1954, cuando pisaron tierra rosarina Vicente Scime y Luisa, inmigrantes italianos, «con los ojos llenos de esperanza, las manos preparadas para crear un futuro mejor, ansias y sueños intactos».

Francisco junto a su hija Micaela, quien hoy acompaña en el negocio. Foto: sitio web y redes de San Remo

 

Luego de años de trabajo en distintos rubros decidieron incursionar en la industria del helado. Fue así que en septiembre de 1968 el Barrio Bella Vista se «engalanó» con la apertura de San Remo. Primero, en la esquina de Presidente Perón y Crespo. Luego, el negocio se mudó a la vereda de enfrente, dónde funciona hasta el día de hoy; en Perón 3277.

Transcurrido ya los años 90´, Vicente delegó su arte a Francisco, su hijo, hoy el maestro heladero que desarrolla e innova creaciones clásicas y originales. Uno de sus logros fue justamente haber llegado a más de 150 sabores; ese es el mayor patrimonio de la heladería. Y todo respetando la herencia de su padre.

Con el pasar de los años, Francisco se fue convirtiendo en uno de los referentes de los maestros en el rubro del helado en el país. «Con sólo 12 años ya estaba atrás de las maquinas, subido a bancos altos para alcanzar a despachar desde los antiguos tachos largos contenedores de helado», recuerda Scime.  

Los años trascurrieron y la herencia de su papá Vicente quedó directamente en manos de Francisco. Comenzó su formación profesional como maestro heladero, y así este oficio se instauró en su vida. Fue a los 25 años que Francisco tomó las riendas de la empresa.

Una postal de los inicios de la heladería, en Crespo y Presidente Perón. Foto: sitio web y redes de San Remo

Allí mismo, en el propio local, conoció a quien sería su futura esposa, y pilar fundamental del crecimiento de la heladería, María Fernanda, quien por entonces era empleada del negocio. Los dos continuarían en el camino del helado, tomando cursos, viajando y sumando conocimientos en el rubro y también en pastelería.

Una pasión por el helado

En tanto, Micaela, una de las hijas de la pareja y quien hoy también lleva adelante el comercio, contó que “la pasión por el helado primero nació como un oficio, como un trabajo».

«Después, uno cuando se va metiendo en este mundo, te va atrapando; porque es buscar tu receta, es buscar los balances y, sobre todo, es entregarle el producto, que con tanta pasión estas creando, al otro, al cliente. El helado lo que produce es felicidad. Y en ese entregar, uno ahí se va apasionando, porque vos podés ver cómo el consumidor, cuando come el helado, se alegra. A lo largo de los años, eso se va transformando de ser un trabajo a ser algo verdaderamente algo que amás. También creo que esa fue la clave por las cuales nuestra heladería tiene 52 años”, relató la joven recientemente en dialogo con el portal rosario.italini.it.

Los titulares del propio negocio también atienden a los clientes

 

“Nuestra heladería se caracteriza por ser familiar. A nosotros, nos vas a ver en la caja, nos vas a ver atendiendo, nos vas a ver elaborando, nos vas a ver administrando las redes sociales. O sea, todo hacemos nosotros, porque creemos que es donde se transmite la esencia. Si bien, tenemos nuestros empleados que son nuestras manos y nos ayudan en un montón de cosas, nuestra teoría y nuestro modo de llevar el negocio y llevar la familia es ese, poder estar: conocer a nuestros clientes, saber sus nombres”, añadió la joven.

Tras eso contó que el nombre de la heladería se remonta al conocido festival de música italiana de San Remo. “Le pusieron ese nombre porque en Italia, en la ciudad de San Remo, está el festival de la canción. Entonces, un poco relacionándolo con el helado, nosotros proponíamos que nuestra heladería sea el festival del helado. Por eso, nuestro logo tiene un heladito con una guitarra. También relacionado con la cantidad de sabores que nosotros queremos ofrecerles y relacionándolo con las melodías. Hay miles de melodías, también hay miles de sabores”, explicó.

 

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