El presidente Alberto Fernández participará desde este domingo en Alemania como invitado a la cumbre del G7, el foro que reúne a las economías más potentes del globo, con el objetivo de señalar los efectos nocivos de la guerra europea en todo el mundo y el especial impacto causado en la economía de los países del hemisferio sur.
La comitiva encabezada por el jefe de Estado viajaba rumbo a Alemania en el vuelo 1090 que despegó a las 20.55 de este sábado desde el aeropuerto internacional de Ezeiza.
En tierras germanas, la agenda del Jefe de Estado se comprimirá al máximo en las próximas 48 horas: se prevé que arribe al aeropuerto de Munich cerca del mediodía del domingo y se especula con que emprenda el viaje de regreso a Buenos Aires durante la noche del lunes.
La participación argentina en el G7
Fernández participará de las dos sesiones plenarias del G7 que se desarrollarán en el castillo bávaro de Elmau, concurrirá a dos cenas en honor de los presidentes asistentes y mantendrá tres encuentros bilaterales.
Argentina fue invitada especialmente a participar luego de la gira que el Presidente realizara hace un mes al continente europeo, ocasión en la que se reunió, entre otros, con el canciller alemán Olaf Scholz.
En esa oportunidad, Fernández había advertido sobre «los coletazos de la guerra que repercuten en todo el mundo y particularmente en América Latina y otros países en vías de desarrollo».
«Los precios de los alimentos han aumentado al igual que los de la energía. Esto no solo es un problema de Rusia y la OTAN, sino que afecta a todo el mundo. Es necesario un cese al fuego, que debe lograrse en un ámbito de discusión», había señalado el primer mandatario luego del encuentro celebrado el 11 de mayo en la sede del Gobierno germánico.
Tan sólo dos semanas después llegó la invitación formal para que Argentina participe, como único representante latinoamericano y junto a India, Indonesia, Sudáfrica y Senegal, del foro que comienza mañana y terminará el martes.
Además de la participación en las dos sesiones plenarias -que se celebrarán el lunes por la mañana y por la tarde de Alemania- Fernández tendrá tres reuniones bilaterales.
El domingo por la tarde se encontrará con el primer ministro de India, Narendra Modi; y, en la tarde del lunes hará lo propio con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, y con el canciller Scholz.
El encuentro con Modi se concretará luego de la visita que el canciller Santiago Cafiero realizó a Nueva Delhi a fines de abril pasado para «robustecer la agenda del sur global» y trabajar en el comercio bilateral.
Además de ser un mercado atrayente, con más de 1.300 millones de habitantes, India es un actor central del bloque de los países emergentes conocido como Brics, foro que Argentina pretende integrar.
De hecho, Fernández participó del encuentro virtual que reunió a los presidentes de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y manifestó allí su voluntad de alcanzar el estatuto de miembro pleno en ese espacio.
India y Argentina comparten, además, el rasgo de ser países productores de alimentos en medio de una contienda que encarece las materias primas y en la que tanto la OTAN como Rusia se acusan mutuamente de causar una crisis alimentaria mundial.
En ese sentido, los ministros de relaciones exteriores del G7 reiteraron esa acusación en contra de Moscú y se espera que los presidentes del foro insistan durante la cumbre para que el resto del mundo aplique sanciones económicas directas contra Rusia, un gesto que Buenos Aires y Nueva Delhi han rechazado hasta el día de hoy.
Mientras tanto, organizaciones civiles de todo el mundo han señalado al encuentro que se desarrollará en los Alpes bávaros como un espacio para hacer llegar sus reclamos, desde aquellos que piden el fin de la guerra hasta los relacionados con la agenda climática.
Sin embargo, existe uno que es especialmente sensible para la delegación argentina: un documento firmado por entidades de todo el mundo solicita a los países participantes del G7 que usen sus votos en el Fondo Monetario Internacional para eliminar las «tasas opacas y punitivas» que ese organismo aplica a los países endeudados.
En ese escenario, Fernández va a alzar «la voz de Latinoamérica» y ratificará que Argentina es un «proveedor estable y seguro de alimentos, que tiene todo para serlo también en materia de energía», confirmaron a Télam fuentes del Palacio San Martín.