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Más ajustes en importaciones: entre la protección de reservas y el dolor de cabeza de industriales

El festival de importaciones que denunció Cristina Kirchner derivó en mayores controles cambiarios. El ajuste tiene por objetivo cuidar las reservas, aunque los industriales se quejan por las dificultades para conseguir insumos desde el exterior. El economista Esteban Guida analiza el escenario

Esta semana el abanico de cotizaciones que tiene Argentina para la moneda estadounidense volvió a tomar impulso y alcanzó récords históricos. La tendencia se impuso en paralelo a nuevas medidas anunciadas para el comercio exterior, con el objetivo de cuidar el nivel de reservas, pero con el efecto colateral de nuevos dolores de cabeza para las empresas importadoras de bienes y servicios.

En diálogo con El Ciudadano, el economista y referente de la Fundación Pueblos del Sur (FPS) Esteban Guida, analizó el contexto en el que se dieron a conocer las nuevas disposiciones y el alcance que pueden llegar a tener en el corto plazo. “Están aquellos empresarios que tienen que acceder a insumos en dólares y de alguna manera se quieren cubrir. Después están aquellos que tienen un objetivo especulativo y que solamente buscan obtener ganancias”, analizó.

El lunes se conoció un comunicado del Banco Central de la República Argentina (BCRA) donde se permitió un nivel de importaciones apenas superior al que las empresas tuvieron el año pasado, pero con modificaciones significativos en la forma de pago. Por un trimestre las empresas que traen insumos de afuera deberán pedirles a sus proveedores un plazo más extenso para efectuar el pago en dólares.

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La decisión de la máxima entidad monetaria estuvo respaldada por el ex ministro de Economía Martín Guzmán, y se dio pocos días después del llamado de atención público por parte de la vice presidenta Cristina Kirchner, cuando hizo referencia a un “festival de importaciones”.

Los ajustes sobre la dinámica del mercado exterior argentino no cayeron nada bien en la cúpula industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA), ni mucho menos entre los integrantes de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe). Es que los anuncios, que buscan evitar maniobras especulativas de algunos sectores, terminan colisionando con el desarrollo industrial, verificado en los datos productivos y de empleo.

Desde el área de comercio exterior provincial no quisieron referirse al tema pero claro está que el rechazo a la profundización de restricciones es unánime. El anuncio generó trastornos e incertidumbre durante la última semana en empresas que trabajan con insumos provenientes del exterior. Hubo reuniones de mesa chica para proponer alternativas con el objetivo de sortear la situación en importantes firmas de la región. El denominador común es la preocupación por la falta de cupos para importar. Muchas esperaban el comienzo de julio para la habilitación de un nuevo cupo.

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-¿Hay motivos para que siga escalando el dólar paralelo?

-Si tenemos en cuenta que existe la especulación, siempre hay motivos. Con eso me refiero a que hay un sector que quiere los dólares como sea. Están aquellos empresarios que tienen que acceder a insumos en dólares y de alguna manera se quieren cubrir, entonces van al mercado paralelo, ese empresario tiene un argumento para presionar sobre el dólar, aunque no deja de ser especulativo. Después están aquellos que tienen un objetivo meramente especulativo, solamente para obtener ganancias, que son los sectores financieros y grandes corporaciones, que saben que manejan el mercado cambiario. El grueso de lo que opera en el mercado blue es esto, es especulación.

-¿Cual de los dos casos es el que realmente mueve la aguja de los dólares paralelos?

Claramente ese último, la especulación financiera. Al ser un mercado tan pequeño y restringido, con volúmenes de operación grande, mueven el dólar. En el otro caso, la empresa que necesita los dólares para importar, no va corriendo al mercado paralelo a comprar grandes sumas, no es su operatoria cotidiana. Ahora, las cuevas, los grupos financieros o empresas que operan financieramente, hacen esos movimientos regularmente.

-¿Hay que esperar que ese aumento en el dólar se traslade a precios?

Siempre están los que aprovechan el sablazo para subir precios. Hay que ver si cada mercado convalida o no. Es lo que pasa en el trasfondo de la economía, la gente se saca los pesos de encima por este contexto. Hay sectores que lo hacen con productos o servicios de primera necesidad y hay otros que lo replican con bienes o servicios suntuosos.

-¿Eran necesarias estas medidas sobre comercio exterior en este momento de la industria?

-Las medidas parecen lógicas, aunque sean aisladas de todo programa económico. Ahí hay un ataque a maniobras especulativas, se sabe que hay empresas que compran dólares mediante el mercado de bienes y servicios, algunas especulan, entonces se trata de eliminar todo tipo de maniobra y junto a eso se arrastra otras cosas. En ese marco los especuladores se vuelcan al mercado financiero y provocan una suba en el dólar paralelo. La lógica en ese sector es que si no pueden comprar dólares mediante el mercado de bienes, lo compran en el mercado financiero o paralelo.

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-¿Se puede aplicar una política selectiva a la hora de restringir importaciones?

-Acá está el punto central de la administración del comercio. Como no hay un programa económico y una política industrial consistente por detrás, las restricciones a la importación son transversales y cuantitativas. Esto quiere decir, que no podes importar o tenés restricciones financieras, sí vas a importar una determinada cantidad respecto a años previos. Si el gobierno realmente está preocupado por un sector de la industria que necesita insumos importados, entonces debería administrar el comercio en relación a los insumos que necesita. No restrinjas lo que necesitás, y restringí la importación de lo que no necesitás. No se le puede poner una traba cualitativa a todos los insumos por igual.

-Entonces se puede aplicar una política selectiva.

-Claro que sí. Las economías que se proponen desarrollarse industrialmente, plantean especializarse en un sector en particular y ahí enfocan su protección. Le permiten importar insumos hasta que se puedan desarrollar como industria y restringen otros que se producen localmente. Ese es el desarrollo que hay que hacer. El problema es que tanto este gobierno como los anteriores, no están queriendo cambiar la matriz productiva de este país, le siguen haciendo el juego al sector agroexportador, a los financieros y a los grandes conglomerados productivos del país.

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-¿Qué parte son avivadas y qué parte necesidad verdadera?

-La mayor cantidad de divisas que tuvo el país, no fue por la especulación de algún importador. Cristina dijo que se fueron 1.800 millones de dólares por expediente. Pero tenemos aproximadamente 12 mil millones de dólares que se fueron porque las empresas pagan deuda financiera; son empresas que se endeudaron en el exterior ya sea con bancos, entidades financieras o con sus casas matrices, y te piden dólares para pagarlo. Ahí está la avivada de las grandes corporaciones. Hacen figurar una deuda afuera, piden los dólares y se los dan a su propia casa matriz en el exterior. Así fugan las grandes corporaciones y nadie hace nada. Hoy la avivada está dentro de los mecanismos legales, del marco normativo.

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-¿La nueva normativa puede significar un ahorro de dólares de corto plazo?

-Sí, de hecho el gobierno llegó a cumplir la meta de 2 mil millones de dólares de acumulación, el tema es ver a qué costo. Porque con esto se está frenando la economía, con una típica receta ortodoxa del Fondo Monetario Internacional, están generando especulación sobre los precios, generando ruido político e incertidumbre. Esto va a ser transitorio, pero, ¿dónde está el programa político?, están acumulando reservas para cumplir con el Fondo. Pareciera que la economía se está ordenando en relación a lo que pide el Fondo, y no en términos de una política industrial.

-¿Qué puede pasar cuando se termine el plazo de un trimestre que dispuso el BCRA para el cumplimiento de las nuevas medidas?

-Ahí vendrá un tire y afloje, si no pudiste controlar la situación macro hasta ese entonces, es muy probable que cuando termine el plazo de nuevas restricciones, las tengas que extender. No hay un tratamiento de fondo. Para un desarrollo consistente se necesita tener en claro un horizonte. En este contexto la incertidumbre es real, y en ese contexto los especuladores sacan ganancias y los trabajadores perdemos.  El que tiene poco, tiene poco margen de acción, el que especula hace las grandes diferencias, por eso la crisis le viene bien al rico.

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