Fútbol Ciego (el arte de volar como los murciélagos), del periodista y escritor Alejandro Ansaldi, es un libro que recorre la historia del equipo desde que usaba una pelota no con cascabel sino con chapitas de gaseosas, para que hiciera ruido, y les lastimaba los pies a los jugadores, fue publicado por Ediciones Al Arco, sello independiente especializado en «literatura deportiva».
Mucho antes de que se convirtieran en potencia mundial y paralímpica, inclusive en referencia, Los Murciélagos (el seleccionado argentino de fútbol para ciegos) debieron atravesar un sinfín de obstáculos: su historia, por eso, es una historia de superación.
Y dentro de la historia del seleccionado, las historias mínimas que permitieron esta realidad: la de Enrique Nardone, que dejó su negocio familiar para hacer el profesorado de educación física y terminó plantando la semilla del fútbol para ciegos; la del salteño
Antonio Mendoza, que hacía enormes esfuerzos para asistir a cada convocatoria; o la del crack Silvio Velo, cuyo apellido quedó ligado a las grandes hazañas albicelestes.
Historias mínimas de superación personal para protagonizar una historia mejor y más grande: la de la superación colectiva. Hasta convertirse en un ejemplo.
El libro de Los Murciélagos se enmarca también en la interpretación que, desde su lanzamiento, Al Arco hizo de la llamada “literatura deportiva”: es una gran puerta de entrada al mundo de los libros.