El Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe expresó su «esperanza» en que nuevos testimonios recogidos permitan hallar restos de militantes desaparecidos durante la última dictadura cívico militar en el Campo Militar San Pedro, donde en 2010 se recuperaron ocho cuerpos, de los cuales seis fueron identificados.
En ese predio militar, situado a 12 kilómetros de la localidad de Laguna Paiva, se recuperaron los restos de María Esther Ravelo, Gustavo Pon, María Isabel Salinas, Carlos Bosso, Oscar Winkelmann y Miguel D´Andrea, en tanto otros dos cuerpos no fueron identificados hasta el momento.
Ahora, el Foro expresó su «esperanza» a partir de la recepción de «nuevos testimonios» que permitirían hallar «otros lugares de enterramientos clandestinos» a partir del trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
A través de un comunicado, explicaron que se trata de «un terreno de monte, muy complejo y de una enorme extensión, y que tampoco se logró que haya una actividad continuada» del EAAF.
En ese predio, que funcionaba como campo de entrenamiento y maniobras del Ejército Argentino, los organismos de DDHH pretenden la construcción de un Espacio de Memoria con una Escuela de Campo de Ciencias Forenses.
En el lugar trabajaron los antropólogos del EAAF e investigadores de la Universidad de la Plata con el equipo LIDAR de escaneo aéreo, con el apoyo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, cuyos resultados están siendo aplicados paulatinamente con el objetivo de localizar otros posibles lugares de enterramientos clandestinos.
El Foro destacó que fueron recabados «dos testimonios significativos», el primero de ellos referente a «tres prisioneros, dos hombres y una mujer muy jóvenes, atados a un alambre en los fondos de la casa principal del campo».
Según ese relato, los tres jóvenes «fueron asesinados y enterrados en fosas individuales en una zona que el testigo logró ubicar, aunque sin precisar el lugar exacto».
«El área coincide con dos testimonios anteriores y los detalles del hecho, expuestos ante un fiscal de la causa, resultan realmente escalofriantes», añade el texto.
El otro testimonio, obtenido en junio de 2022, se refiere a una posible masacre perpetrada en la zona de un ceibal, donde se encontró una excavación tapada con tierra recién removida, restos de cal, ropa esparcida en la zona y balazos que impactaron en árboles aledaños».
Los nuevos testigos son, en su mayoría, peones rurales que trabajaron en el campo en esos años o que trasladaban hacienda, además de pescadores y cazadores.
Los relatos coinciden en que en el campo se produjeron varios fusilamientos y enterramientos clandestinos, en algunos casos de contingentes de prisioneros que superaban las 20 personas.
El Foro indicó que «el propio exrepresor Eduardo Costanzo mencionó un grupo de 27 prisioneros», que según él ya había sido asesinado, «entre los cuales figuraban los ocho cuyos restos fueron hallados en 2010».
«Todo lo cual nos da la firme convicción de que en el campo hay una gran cantidad de desaparecidos, cuyas familias aun esperan por su encuentro», añade el texto.