Cortó la racha y sigue en carrera. Newell’s hizo lo que tenía que hacer en San Nicolás y se metió en octavos de final de la Copa Argentina. El 4-2 final sobre la formación alternativa que presentó Aldosivi fue suficiente para maquillar las muchas deficiencias que volvió a mostrar la Lepra, que con más corazón que cabeza logró cortar con la racha adversa de tres partidos sin ganar que arrastraba y amenazaba con llevarse puesto todo.
Es que el equipo de Sanguinetti llegaba herido de muerte a San Nicolás, donde una multitud rojinegra se hizo presente para alentar a un equipo que llevaba seis partidos sin ganar y desde el 0-1 en Arroyito no encontraba el rumbo ni nada. Y si bien la Lepra quiso tomar la iniciativa, el Tiburón olió sangre y casi se lo termina comiendo crudo.
Pero Newell’s sobrevivió a la mordida del elenco marplatense, que jugó con mayoría de suplentes ya que su prioridad es el certamen local, en el cual actualmente estaría perdiendo la categoría. Y le alcanzó con poco al Rojinegro, que como nunca entró en el palo y palo que quería Aldosivi y casi lo paga carísima.
Es que sino no se puede entender la facilidad con la que los pibes del Tiburón le generaron peligro. Los pases filtrados de Maciel y Meli fueron un problema sin solución para Méndez, Lema y compañía, que tanto en los goles como en varias más salieron en la foto tomándole la chapa a los rivales.
Por suerte Aldosivi no estuvo fino en la definición, justamente lo que tanto se le venía negando a la Lepra. Balzi hizo fácil lo difícil en el peor momento de Newell’s en el partido para igualar una historia que pintaba negra y que en un ratito pasó a ser color de rosa por el 2-1 parcial de Garro. Pero ni así pudo irse al descanso en ventaja el equipo de Sanguinetti, que sufrió el empate de Tobares en la enésima pelota filtrada a espaldas de los defensores. Golpe durísimo justo antes del entretiempo.
El ambiente se empezaba a calentar en San Nicolás. El Tiburón estaba más cerca del tercero que la Lepra, que no encontraba los caminos y comenzaba a impacientarse. Fue entonces cuando surgió la figura del Piri Vangioni, capitán en ausencia de Pablo Pérez, para inventar una jugada por izquierda y sacar un centro perfecto para Garro, quien volvió a poner en ventaja al Rojinegro y sumó el segundo grito en su cuenta personal.
El 3-2 descomprimió todo. Newell’s se pudo soltar un poco y Aldosivi, obligado a salir, empezó a dejar espacios que el elenco del Parque pudo capitalizar recién pasada la media hora de juego con un penal bien ejecutado por Lema falta a Balzi, de lo mejorcito de la cancha.
Todo el estadio respiró aliviado tras el pitazo final de Baliño: desde Sanguinetti hasta el último de los miles de hinchas que coparon la autopista y casi hacen llegar tarde a la delegación leprosa al estadio. Newell’s se metió entre los 32 mejores de la Copa Argentina, volvió a ganar después de mucho y hasta se dio el lujo de marcar cuatro goles. El resto de los problemas pueden esperar un poco.