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Cómo se distribuyeron los ingresos de la economía durante los últimos seis años

Entre 2016 y 2021 la participación relativa de los empresarios tuvo una mejora que alcanzó a 7 puntos del valor agregado total (la suma de todos las variables), mientras que la participación de los asalariados registrados y no registrados descendió casi 9 puntos

Durante los últimos seis años en Argentina los trabajadores cedieron participación en los ingresos que genera la economía, en simultáneo al avance empresarial en esa participación. Ese comportamiento se da en buena parte, no solo por las constantes pérdidas que sufrió el poder adquisitivo del salario y las ascendentes ganancias empresariales, sino también porque buena parte de la población que se incorporó al mercado laboral lo hizo a través del trabajo monotributista, es decir, un trabajo que no goza precisamente de todos los derechos laborales.

Otro indicador que marca un deterioro durante el mismo período es la diferencia, cada vez más amplia, entre el nivel de productividad y los salarios. Durante el año 2020 esa brecha parecía achicarse poco a poco a partir de la ayuda estatal para evitar una caída en la masa salarial, pero la tendencia volvió a ceder sobre fines de 2021 cuando se llegó al diferencial más amplio de los últimos seis años entre ambas variables.

Los datos se desprenden de un informe elaborado por Cifra, el centro de estudios de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), en el que analizaron la distribución de ingresos en la economía tomando en cuenta parámetros que publica el Indec. En ese sentido, toman en cuenta: la remuneración al trabajo asalariado registrado y no registrado (RTA); el Ingreso mixto bruto (IMB) que comprende a los cuentapropistas de distinto tipo; el excedente de explotación bruto (EEB) que en términos generales abarca el excedente apropiado por el capital; y los impuestos sobre la producción neto de subsidios (T-S) derivado de la política oficial.

El trabajo de CTA tiene en cuenta los datos que da a conocer mensualmente el Indec, pero le suma una modificación que permite interpretar más a fondo la realidad. Mientras que el organismo estatal cuantifica las variables a precios corrientes de cada año para el período 2016-2021, lo cual permite analizar la incidencia relativa de cada una de ellas en el respectivo período, el observatorio toma ese período y da a conocer las variables a precios constantes del año 2021.

Los cambios más relevantes entre 2016 y 2017 consisten en un incremento muy significativo en la participación relativa de los empresarios (EEB) entre 2016 y 2021 que alcanza a 7 puntos del valor agregado total (la suma de todos las variables), mientras que la de los asalariados registrados y no registrados desciende en casi 9 puntos también sobre el valor agregado.

Esa acentuada reducción fue mitigada por el incremento de la participación de los cuentapropistas (IBM) que mejoraron su participación relativa en prácticamente dos puntos, mientras que la incidencia de los impuestos menos los subsidios (T-S) permanece prácticamente constante entre los años extremos más allá de las fluctuaciones a lo largo del período (su reducción durante el ajuste de 2018-2019 y su aumento durante la pandemia).

Gráficos elaborados por Cifra CTA

 

El informe de Cifra agrega la evolución de las variables en términos cuantitativos a valores constantes de 2021. De esa manera queda en evidencia una reducción del Valor Agregado Bruto, es decir, de lo que suman todos los componentes de la generación de ingresos a la economía. Luego de un atenuado incremento entre 2016 y el año electoral del 2017 de casi el 3%, disminuye hasta el 2021 en que crece significativamente al superar el 10%. No ocurre lo mismo con los asalariados registrados y no registrados, ya que si bien sus ingresos se elevan también entre 2016 y 2017 posteriormente se reducen sistemáticamente, incluso en el 2021.

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Al analizar otro de los componentes del ingreso, aparecen los cuentapropistas (Ingreso Mixto), que encuentran su punto máximo en el año final del gobierno de Cambiemos, ya que en el 2019 crece un significativo 16% respecto al 2016, para luego disminuir en el 2020, y luego aumentar un 9% entre el 2020 y el 2021. Para este crecimiento hay que tener en cuenta que los ingresos de los cuentapropistas son minoritarios dentro del total percibido por los trabajadores al alcanzar su máxima incidencia en 2021 representando alrededor del 30% de los salarios percibidos por los registrados y no registrados (RTA).

Por su parte, el excedente empresario (EEB) tiene cuantitativamente altas y bajas durante el período considerado pero su rasgo más significativo es el considerable incremento que exhiben en el 2021 donde alcanzó el valor máximo del periodo bajo análisis. Finalmente, en términos de la política estatal, lo más destacado es el fuerte incremento de los subsidios al capital y al trabajo durante los dos años del gobierno de Frente de Todos.

La foto indica que durante el período analizado el Valor Agregado Bruto tuvo una caída del 3,4%. Durante ese período se registró una disminución notable en los ingresos de los trabajadores y un importante incremento del excedente percibido por los integrantes del capital.

También se produce un movimiento contrapuesto en los ingresos de los dos componentes que aluden a los trabajadores. Mientras que los asalariados (registrados y no registrados) disminuyeron notablemente su masa salarial (19,7% entre los años extremos), los cuentapropistas (ingreso mixto) los elevaron en prácticamente el 15%. No obstante, si se tiene en cuenta la importancia relativa de sus ingresos en el valor agregado, se constata que los asalariados son los que marcan la trayectoria de los ingresos percibidos por el conjunto de la clase trabajadora. Es decir, tienen mayor peso en el análisis general y por eso traccionan el número hacia abajo.

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Productividad e ingresos

Por otra parte, el informe analiza la evolución del ingreso a partir de la relación entre la productividad (valor agregado sobre la totalidad de ocupados) y los ingresos de los trabajadores. Ambos indicadores venían mostrando descensos hasta 2019, pero desde ese entonces manifestaron comportamientos muy distintos.

Entre 2020 y 2021, si bien el Valor Agregado manifestó un importante crecimiento, la productividad marcó una mejora respecto a 2019 pero el salario medio (que contempla a registrados y no registrados) y el ingreso medio (agrega a cuentapropistas) profundizó la caída.

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Desde Cifra-CTA, consideraron que dada la importancia que adquieren tanto el sector manufacturero como las actividades comerciales para evaluar la pérdida de incidencia de los asalariados en el ingreso, resulta pertinente analizar los factores que inciden en las pérdidas (o incrementos) de los asalariados y cuentapropistas en el valor agregado de ambas actividades.

El peso de la masa salarial en el valor agregado industrial en este período obedeció a una fuerte reducción de los salarios reales que alcanzó a 38,9% entre 2017 y 2021. El notable descenso de los salarios medios es inferior cuando se agregan al análisis los ingresos de los cuentapropistas (28,5% si se consideran conjuntamente el RTA y el IMB).

Por otra parte, a diferencia del análisis del conjunto de los trabajadores, los salarios en la industria muestran una caída sistemática en el cuatrienio 2018-2021 (incluso en 2020 tuvieron una reducción del 3,1% cuando en el nivel general permaneció estable).

En 2021, con una economía que se expandió al 10,4% y donde la industria lo hizo al 15,8%, los salarios reales cayeron 6,5% al calor del proceso inflacionario. Ello ocurrió en un contexto donde se advierte una importante recuperación de la productividad industrial que subió 11,2% respecto a 2020 y 5,7% en relación a 2019. De este modo se acercó a los niveles de 2018 y quedó 5,3% por debajo de 2017. Es decir que la pérdida de la participación de los asalariados industriales en el ingreso entre 2017 y 2019 se asoció a una caída del salario real que fue muy superior a la de la productividad.

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En lo que concierne al comercio mayorista y minorista se advierten tendencias similares al desempeño industrial: una fuerte reducción de los salarios reales de los trabajadores de comercio (-35,8% entre 2017 y 2021), que es inferior cuando se consideran los ingresos de los cuenta propia (-18,7%). Asimismo, se advierte un descenso de la productividad de 6,7% entre 2017 y 2021, pero que se interrumpe en 2020. A tal punto que la productividad se incrementó 5,9% entre 2019 y 2021.

A diferencia del caso industrial, en el rubro de comercio se advierte cierta estabilidad tanto en los puestos de trabajo totales como en los asalariados entre 2017 y 2021, más allá de la abrupta caída en 2020. En rigor, los puestos asalariados aumentaron 0,3% y los totales 1,5% en ese período. Por su parte, el valor agregado registró una caída del 5,3%, por lo que la reducción de la productividad obedece a que más trabajadores generan menos valor agregado en la esfera comercial entre los años analizados.

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