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«El Endemoniado» Esteban Lucich: mató al policía que asesinó al anarquista Wilckens

Encerrado en un hospital psiquiátrico, este croata que vino de chico a Buenos Aires, tuvo gran repercusión cuando mató a Jorge Ernesto Pérez Millán Temperley, integrante de la Liga Patriótica Argentina, quien a su vez asesinó al protagonistas de uno de los hechos más sangrientos del país

Por: Gastón Marote/ NA 

Esteban Lucich, un croata -nacido en la vieja Yugoslavia- que asesinó a tres personas, entre ellas al policía Jorge Ernesto Pérez Millán Témperley, quien a su vez había matado al anarquista Kurt Wilckens, detenido luego de los incidentes en la denominada «Patagonia Rebelde» o «Patagonia Trágica».

Nacido en la ciudad de Dubrovnik en 1883, Lucich, conocido como «El Endemoniado», emigró desde muy chico a la Argentina y trabajó como ayudante del doctor Francisco de la Vega en Buenos Aires.

El médico notó que el croata tenía algunos signos de enfermedad mental y lo despidió de su empleo en 1919. Ante esa situación, Lucich directamente lo asesinó y fue condenado a 17 años y medio de prisión.

Como era una persona que tenía desequilibrios mentales, el homicida fue trasladado al Hospicio Vieytes de Buenos Aires. Allí era tenido por una figura simpática y se le permitía libre acceso a todos los sectores del nosocomio.

En abril de 1925 se hizo amigo de Germán Boris Vladimirovich, un profesor anarquista ilegalista ruso que había sido condenado a cadena perpetua por haber participado en un asalto con fines políticos.

Vladimirovich había fingido estar loco para ser trasladado al hospicio desde el penal de Ushuaia. Una vez en ese lugar iba a poder lograr su objetivo que era asesinar a Pérez Millán Témperley, miembro de la Liga Patriótica Argentina y que también estaba hospedado allí para esquivar la cárcel, luego de haber matado a Wilckens en el sur argentino.

Vladimirovich había conseguido un revólver que le pasaron desde el exterior del hospicio, pero como no tenía acceso al sector donde se encontraba la celda del policía tenía que pensar en un plan.

Fue así que enterado de que Lucich era sirviente de Pérez Millán le contó la historia de «la Patagonia Rebelde» (la masacre de 1.500 obreros de esa región del sur argentino) y lo convenció así de que asesinara al integrante de la Liga Patriótica Argentina.

El 9 de noviembre de 1925, Pérez Millán Témperley leía una carta de su jefe en la Liga Patriótica y amigo personal, Manuel Carlés, mientras esperaba que Lucich le trajera el desayuno.

Al rato entró «El Endemoniado» con la bandeja y cuando se la dio al policía, el sirviente sacó un revólver, le dijo «esto te lo manda Wilckens» y le disparó en el pecho. Si bien Pérez Millán Témperley logró desarmar a su asesino y evitar morir al instante, las graves heridas sufridas provocaron que falleciera un día después.

Lucich había sido afiliado a la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) y tenía alguna simpatía por el anarcosindicalismo, pero se estima que no mató al policía por esta situación, sino por la instigación de Wladimirovich.

«El Endemoniado» asesinó en 1932 al doctor Ramón Benedicto Cisternas y acumuló así tres homicidios.

Lucich murió en 1955, internado en el Hospicio de las Mercedes -hoy Hospital Borda-, a los 72 años.

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