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Detuvieron a campeón de Rally por integrar una banda de proveedores narcos

El piloto cayó en el barrio porteño de Caballito tras 17 allanamientos que buscaban desbaratar una organización dedicada al tráfico de drogas. También hubo un operativo en una quinta de Ingeniero Maschwitz, donde en 2008 funcionaba una cocina de metanfetamina

El automovilista Gabriel Pressavento, quien el año pasado se consagró campeón del certamen de Rally Federal en la categoría R2F, es uno de los cinco detenidos de esta semana sospechados por traficar cocaína, luego de 17 allanamientos efectuados por personal de la Policía Bonaerense. Tras los procedimientos, los pesquisas secuestraron 11 kilos de cocaína y 900 envoltorios de esta sustancia, 14 armas de fuego de distintos calibres, 35 celulares, handys, 15 computadoras, vehículos, documentación, 1.500.000 pesos y 5.000 dólares, describieron voceros relacionados a la causa.

 

Uno de los procedimientos se hizo en la misma casa quinta que en 2008 usaron miembros de un cartel mexicano para montar una cocina de metanfetaminas, hecho que dio inicio a la investigación e la causa conocida como «la ruta de la efedrina».

En noviembre de 2015, el Tribunal Oral Federal número 6 condenó a Pressavento por el delito de comercio de estupefacientes.  Esa vez, cayó con otros ocho cómplices que lo apodaban «Perico», «Tony», o «Compadre», algunos de ellos de nacionalidad colombiana.

El piloto trabajaba como apoderado de una empresa de seguridad privada en ese entonces, pero también había sido policía, en la que llegó a cabo primero en la Federal, con un retiro obligatorio en 2012, de acuerdo a lo publicado por la agencia de Noticias Argentinas (NA).

A Pressavento y a un cómplice les imputaron una jugada detectada en escuchas de 2012, cuando intentaron robar con un falso operativo un supuesto lote de 500 kilos de cocaína, sustraída a un hombre de nacionalidad colombiana y oculta dentro de maquinaria agrícola, en algún lugar de un conocido country de Tigre. Por esta causa, recibió una condena de tres años en suspenso.

Tras la pena se dedicó a las carreras y a finales de diciembre pasado salió campeón.  Esta semana su nombre volvió a sonar pero alejado de conquistas deportivas, ya que fue apresado en el barrio porteño de Caballito junto a Mónica, su pareja, en el marco de un expediente que lo tiene como proveedor de estupefacientes. La causa está cargo del personal de la Dirección de Investigaciones de Delitos Federales bajo la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Policía Bonaerense.

 

Los pesquisas llevaron adelante 17 allanamientos entre los que se encuentra una quinta en Ingeniero Maschwitz que el piloto había ocupado semanas atrás.

Esa quinta es la llamada El Rodeo, ubicada en Güemes al 900 de la localidad bonaerense de Ingeniero Maschwitz, donde en julio de 2008 fueron detenidos nueve mexicanos y un argentino que habían montado allí un laboratorio para elaborar drogas sintéticas. Allí funcionaba un laboratorio de metanfetamina usado por el mexicano Jesús Martínez Espinoza, con oscuros vínculos al triple crimen de General Rodríguez. El casero le recordó la historia al personal de la Bonaerense después de que rompieran el portón con un ariete.

La causa se inició en marzo pasado a raíz de una denuncia que realizó un informante con identidad reservada ante la Fiscalía Federal de Hurlingham, a cargo de Santiago Marquevich, en la que se señaló a un hombre identificado con el apodo de «Compi» como un vendedor al menudeo de cocaína que operaba en ese distrito del oeste del conurbano.

La información también revelaba que su proveedora era una mujer llamada Mónica, que tenía un negocio de artículos para mascotas en Capital Federal.

Luego de los allanamientos y de acuerdo a lo publicado por la agencia de noticias NA, se conoció que era la pareja de Pressavento, quien también fue detenida, ya que de la investigación surgió el detalle que los narcos recibían la droga en el comercio de venta de alimentos para mascotas, donde la almacenaban en caniles y la trasladaban en cunas o cuchas para perros, mientras que el fraccionamiento se hacía en la quinta de Ingeniero Maschwitz. La mujer y el piloto fueron apresados en su casa del barrio porteño de Caballito. En tanto, otro de los operativos fue en este local de calle Rosario al 100, a metros del Parque Rivadavia, según detallaron voceros policiales.

Mónica también era gerente de una empresa de seguridad privada que tenía un galpón, a una cuadra de donde vivía la pareja, en donde también se acopiaba y distribuía la droga.

Se investiga además si la banda narco usaba los vehículos de dicha empresa para trasladar la sustancia y si los automóviles de la firma fueron comprados para lavar el dinero proveniente de la venta de la cocaína.

La organización también tenía otro galpón de acopio, en un taller de Villa Martelli, partido de Vicente López, al tiempo que le suministraban cocaína a un «dealer» identificado en el expediente como «NN Juje», que vendía al menudeo en «Platea 11», uno de los edificios de la Villa Inta de Villa Lugano.

En esta ocasión, las fuerzas policiales incautaron 11 kilos de cocaína junto a 900 envoltorios de esta sustancia, 14 armas de fuego de distintos calibres, 35 celulares, handys, 15 computadoras, vehículos, documentación, 1.500.000 pesos y 5.000 dólares, describieron voceros relacionados a la causa.

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