Por: Mauro Federico / dataclave.com.ar
«Me es absolutamente imposible construirlo todo sobre una base de muerte, miseria y confusión. Veo el mundo progresivamente transformado en desierto; oigo, cada vez más fuerte, el fragor del trueno que se acerca, y que anuncia tal vez nuestra muerte; me compadezco del dolor de millones de personas; y, sin embargo, cuando miro el cielo, pienso que todo eso cambiará y que todo volverá a ser bueno, que hasta estos días despiadados tendrán fin, y que el mundo conocerá de nuevo el orden, el reposo y la paz».
«El Diario de Ana Frank» es el primero y a veces único contacto que muchas personas tienen con la historia del Holocausto. El texto que esta adolescente integrante de una familia judía escribió a mano meticulosamente durante los dos años que pasó oculta en la parte trasera de una vivienda ubicada en el centro de Amsterdam, sigue siendo una de las obras literarias de no ficción más leídas del mundo. Ana se ha convertido en el símbolo de la promesa perdida de más de un millón de niños judíos que murieron en la Segunda Guerra Mundial por el accionar genocida de las huestes hitlerianas.
El museo itinerante que mantiene viva la llama de esta tremenda historia propone un ejercicio donde se combina la memoria histórica con una significativa enseñanza de tolerancia anti discriminatoria. En la recorrida virtual por su página web se puede encontrar un texto muy interesante sobre las expresiones de odio en las redes sociales y el derecho a opinar:
«En Twitter, Facebook o Instagram puedes decir o mostrar todo lo que quieras, sin pedirle permiso a nadie. Pero cuidado: tampoco se debe discriminar. Un comentario con odio puede parecer perjudicial y discriminatorio o puede realmente serlo. Y todos, tú, yo, nosotros, también tenemos derecho a no ser discriminados. Lo que digas o muestres allí puede propagarse a la velocidad de la luz, a veces incluso globalmente, y puede ser ampliado desproporcionalmente».
«La intimidación y la discriminación se presentan, lamentablemente, con demasiada frecuencia en Internet y en las redes sociales. Está prohibido y, a veces, incluso es delito, pero igualmente sucede. En los Países Bajos, algunas personas ya han sido condenadas por publicar comentarios que inciten al odio o discrimen en Twitter o Facebook. Gracias a la libertad de expresión, todos pueden manifestarse, pero con esa libertad hay que tener cuidado«.
Esta semana y tras las primeras repercusiones generadas por el atentado contra Cristina Kirchner y su relación con grupos que expresaban su descontento mediante el hostigamiento en redes sociales y actos con simbología de extrema violencia, se dio un curioso debate entre el oficialismo y la oposición respecto a la posible regulación de los llamados «discursos de odio».
Sin que exista ningún proyecto ni iniciativa formal para impulsarla, referentes de Juntos por el Cambio salieron a repudiar preventivamente lo que calificaron como un «intento del Frente de Todos por imponer una ley mordaza que condicione la libertad de expresión». ¿Por qué rehuimos la posibilidad de debatir mecanismos que permitan regular mediante legislación los límites de esas expresiones violentas en medios y redes?
Cuando uno no quiere, dos no pueden
“Ya es un hecho de paz y fraternidad que estemos aquí. Este lugar es como un concentrado de la patria. Aquí vienen millones de peregrinos de todos los partidos políticos”. El arzobispo Jorge Eduardo Scheinig fue el encargado de poner en palabras con su sermón el colofón de una jornada con la que el oficialismo pretendió reencauzar el diálogo democrático, luego de diez días atravesados por las esquirlas del intento de magnicidio.
El gobierno obtuvo su foto ecuménica, consiguió una unidad interna sin peros y en pos de la figura de Cristina, pero a medias porque la oposición nacional no dio el presente. En la Basílica de Luján hubo invitados especiales, feligreses y público en general. Con presencia del gabinete nacional y bonaerense que acompañaron al presidente Alberto Fernández y al gobernador Axel Kicillof.
«No podemos seguir peleando como perros y gatos. Hay que hablar y juntarse de a poco. Somos hermanos de patria y necesitamos hermanarnos y pensar en nuestros nietos», dijo el expresidente Eduardo Duhalde, presente en primera fila al salir de la misa. «Si no vienen hoy, vamos a seguir convocando a la oposición porque lo que ha pasado no tiene que ver ni con Cristina Kirchner, ni con el peronismo sino con la vida institucional», dijo Teresa García al ingresar al santuario.
Desde la provincia, Andrés «Cuervo» Larroque fue uno de los promotores de la misa. que el ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro fue el encargado de coordinar desde el ámbito nacional. “Estaríamos en una situación muy terrible, de violencia generalizada que gracias a Dios estamos a tiempo de evitar y de revertir una situación que está mal. Así como se dio ese milagro, se pueden dar otros”, explicaba tras la misa el líder de Patria Grande, Juan Grabois. También se hicieron presentes, Daniel Menéndez de Somos Barrios de Pie; Leonardo Grosso del Movimiento Evita y Juan Carlos Alderete de la Corriente Clasista y Combativa.
Pero la respuesta opositora estuvo lejos de la concordia. Primero rechazaron firmar el documento contra el discurso de odio y el atentado a CFK. Patricia Bullrich genera simpatías entre los grupos más extremistas, como Juventud Republicana o Revolución Federal y algunos de sus colaboradores se fotografiaron en el local de La Plata que lleva el nombre de un supremacista racial que asesinó a dos personas en Estados Unidos. Hasta el momento, ni siquiera repudió el intento de magnicidio.
El huevo de la serpiente
En su afamado film «El huevo de la serpiente», estrenado en 1977, Ingmar Bergman cuenta la historia del doctor Hans Vergérus y sus misteriosa clínica donde se hacen crueles experimentos con seres humanos. El «científico» es un precursor de lo que luego harán los médicos nazis con sus indefensos cobayos humanos en los campos de concentración.
El guión transmite la idea de que la depresión económica y social, el miedo generalizado y la indiferencia ante la injusticia siembran la semilla de lo que vendrá. «Cualquiera puede ver el futuro, es como un huevo de serpiente. A través de la fina membrana se puede distinguir un reptil ya formado», profetiza Vergérus. El reptil fracasa en Múnich, pero la semilla ya estaba sembrada y resurgirá diez años después. El final de la historia real es más que conocido.
«Es una persona tranquila, como cualquier otro, odiaba a los judíos, nada más”, dijo al describir a Fernando Sabag Montiel, uno de sus amigos durante una entrevista que concedió a Telefe el viernes 2 de septiembre. Todo el grupo de relaciones que mantenía el inexperimentado sicario es investigado por su posible participación en el atentado. Para ellos, el odio por motivos raciales no es violento. Tampoco parecieran serlo las expresiones de bronca callejeras con guillotinas, horcas y bolsas mortuorias.
Los investigadores no tienen dudas de que el intento de magnicidio fue perpetrado por un grupo de extrema derecha que se motivó en el odio político a CFK. El objetivo directo era provocar su muerte a partir de un disparo de arma de fuego. Pero la intención indirecta era correr al peronismo de la disputa electoral de 2023, principalmente en territorio bonaerense, a partir de la eliminación física de su máxima figura.
Según reveló un relevamiento publicado por Data Clave este sábado en base a un minucioso trabajo de reconstrucción de los vínculos de la banda de Los Copitos, los atacantes están identificados directa o indirectamente con dos organizaciones que simpatizan con las figuras de Javier Milei y Patricia Bullrich: “Revolución Federal” y “Nación de Despojados”.
Integrantes de estas agrupaciones llevaron a cabo tareas de inteligencia en días previos al atentado, poniéndose el traje de militantes, recorriendo el lugar del hecho en varias oportunidades. También se geo-referenciaron a partir de elementos fáciles de detectar en el llano y por registro fílmico (como los algodones de azucar), estudiaron la permeabilidad de la custodia y de la seguridad del lugar midiendo cuán fácil era acercarse a CFK.
Esto, no solo desde una posición llana, sino también en altura, lo que quedó a la vista cuando uno de la agrupación “Despojados” (el mismo que atacó al ministro de Economía Sergio Massa el día de su asunción) se sacó una foto desde el piso superior al departamento de la ex presidenta. Allí quedó demostrado que, más allá de la vulnerabilidad posicional en calle, no se veía a ningún policía custodiando desde techos o azoteas.
Autoría mediata en aparatos de poder
Desde que el prestigioso jurista alemán Claus Roxin desarrolló, por primera vez, en el año 1963 su teoría del dominio por organización como forma independiente y nueva de autoría mediata, varios han sido los debates generados en el ámbito doctrinario y jurisprudencial.
La idea central de Roxin se apoya en la tesis de que en una organización delictiva los hombres de atrás, que ordenan delitos con mando autónomo, pueden, en ese caso, ser responsables como autores mediatos, aun cuando los ejecutores inmediatos sean, asimismo, castigados como autores plenamente responsables. Esta teoría sirvió para imputar responsabilidad penal a altos mandos de organizaciones criminales, que no intervinieron directamente.
Dicha concepción primigenia y novedosa encontró cabida a nivel jurisprudencial por primera vez en nuestro país, a partir de su aplicación por parte de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de Capital Federal en el denominado “juicio a las juntas militares”.
El artículo 45 del Código Penal contiene reglas sobre autoría amplias, dominadas por conceptos demasiados vagos (tomar parte en la ejecución del hecho), por lo tanto, la interpretación de acuerdo con la teoría del dominio del hecho no presenta inconvenientes, pues ello significa que es razonablemente factible atribuir a los hombres de atrás, la circunstancia que con sus órdenes están tomando parte en la ejecución del hecho.
¿Existe vinculación entre los discursos que incitan al odio y el pase a la acción perpetrado por este grupo violento en perjuicio de la vicepresidenta?¿Alcanzaría esto para avanzar con una imputación hacia los instigadores y/o inspiradores intelectuales del intento de magnicidio?
Consultado por Data Clave, el Director del Observatorio de Política Criminal y ex Director de Política Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación Ariel Larroude, sostiene que, en estos casos, «no hay que analizar solo a quiénes fueron los autores del crimen, sino también a quiénes se beneficiaban con el atentado». Allí es donde aparece una «conexión con las organizaciones políticas detrás de estos grupos». Según el especialista, cuando la novia de Sabag Montiel afirma en sus posteos «falta poco para liberar la patria» estaba dando información. «Nada es inocente y a veces todo está a la vista», finalizó.