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Ucrania afirmó que consolida su contraofensiva y Rusia bombardeó las zonas recuperadas por Kiev

"Desde el inicio de septiembre, nuestros soldados ya liberaron 6.000 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano en el este y el sur, y seguimos avanzando", declaró este lunes el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un video difundido en las redes sociales
Ucrania aseguró este lunes que tomó el control de más de 20 aldeas e hizo retroceder a las fuerzas rusas en el marco de su contraofensiva relámpago, y Rusia dijo que bombardeó algunas de las zonas reconquistadas, mientras el organismo nuclear de la ONU dijo que ve señales positivas para el establecimiento de una zona de seguridad alrededor de la planta de Zaporiya, en el día 201 del conflicto.

«En algunas áreas del frente, nuestros soldados llegaron a la frontera con la Federación Rusa», dijo el gobernador de la región nororiental de Jarkov, Oleg Syniehubov, en un movimiento que elevó la moral de las tropas ucranianas, según las autoridades en Kiev, que buscan que la contraofensiva constituya un punto de inflexión en el conflicto.

«La liberación de localidades en manos de invasores rusos continúa en las regiones de Jarkov y Donetsk», en el este del país, señaló el Ejército en un informe recogido por la agencia de noticias AFP que subrayó que en toda la línea del frente «las fuerzas ucranianas han logrado expulsar al enemigo».

El documento agregó que «durante su retirada, las tropas rusas están abandonando apresuradamente sus posiciones y huyendo».

«Desde el inicio de septiembre, nuestros soldados ya liberaron 6.000 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano en el este y el sur, y seguimos avanzando», declaró este lunes el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un video difundido en las redes sociales.

La cifra comunicada por el mandatario duplica la que Kiev venía informando hasta el momento y que Rusia no desmentía, aunque aclaraba que se trata de repliegues voluntarios estratégicos.

El 2 de junio, Ucrania había reconocido que cerca de 125.000 kilómetros cuadrados de territorio estaban en manos rusas (incluidos los territorios perdidos antes de la invasión del 24 de febrero).

Por otra parte, el Kremlin aseguró hoy que bombardeó zonas reconquistadas por Ucrania en el este, y advirtió que su ofensiva militar continuará hasta lograr sus objetivos.

Luego de que sus fuerzas se vieran obligadas a replegarse en varias zonas de la región oriental de Jarkov, la aviación y la artillería iniciaron «ataques de precisión contra unidades y reservas de las fuerzas armadas ucranianas», declaró el vocero del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.

El funcionario dijo además que se habían bombardeado varios objetivos en la región de Jerson, más al sur, donde las fuerzas de Kiev lanzaron otra contraofensiva.

Hasta esta noche, esas afirmaciones no habían podido ser verificadas en fuentes independientes.

Varias regiones del este, el norte, el sur y el centro de Ucrania sufrieron ayer importantes cortes de electricidad, que las autoridades locales atribuyen a ataques rusos.

Cerca de Jarkov, la central térmica número 5, la segunda más grande del país, se vio afectada, indicó la Presidencia ucraniana.

El suministro eléctrico se restableció rápidamente en algunas de las regiones afectadas.

En Jarkov se restableció 80% del suministro de electricidad y agua, afirmó esta mañana en Telegram el jefe adjunto de presidencia, Kirilo Timoshenko.

En línea con Konashenkov, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov aseguró que pese al revés que supone la retirada de las fuerzas rusas de Jarkov, la ofensiva en Ucrania «prosigue, y continuará hasta que se alcancen los objetivos inicialmente fijados».

La diplomacia también parece extinguirse como alternativa, tras duros cruces entre las partes, excepto en lo relativo a fijar una zona de seguridad alrededor de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, que está bajo control ruso desde marzo y es objeto de frecuentes bombardeos.

Sobre este último punto, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el diplomático argentino Rafael Grossi, sostuvo hoy que observaba señales positivas en las consultas con Kiev y Moscú para «un acuerdo de este tipo».

«Ambas partes cooperan con nosotros y hacen muchas preguntas», dijo Grossi en conferencia de prensa en Viena.

En un informe publicado la semana pasada, poco después de una misión sobre el terreno, el OIEA había recomendado el establecimiento de una zona de protección del emplazamiento.

Desde hace semanas, la central de Zaporiyia sufrió múltiples ataques de los que Kiev y Moscú se acusan mutuamente.

Pese a estos posibles acuerdos puntuales, un escenario de negociaciones entre Rusia y Ucrania no parece estar en agenda.

Ayer, Zelenski declaró que no estaba dispuesto a negociar con Rusia por el momento, durante una entrevista.

«Por hoy no, no conversaré con quienes dan ultimátums», dijo a la televisora estadounidense CNN e instó a no aliviar la presión y las sanciones sobre Moscú.

«No podemos levantar ninguna sanción ahora, no podemos negociar con Rusia ahora, no podemos tener una conversación sustantiva con Rusia hasta que no abandonen nuestro territorio; después de eso, sí, podemos empezar a discutir la política de sanciones», afirmó Zelenski.

Del lado de Rusia, Peskov declaró que «no hay perspectivas de negociaciones» entre ambos países.

Moscú y Kiev celebraron varias rondas de negociaciones para lograr un acuerdo que ponga fin a la invasión iniciada el 24 de febrero. La última tuvo lugar el 29 de marzo en Estambul, Turquía, a puerta cerrada.

El jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski, informó tras aquella reunión que Ucrania presentó una serie de propuestas en las que acepta no unirse a alianzas militares, incluida la OTAN, a cambio de garantías de seguridad por parte de varios Estados.

Sin embargo, el canciller ruso, Serguei Lavrov, denunció el pasado 7 de abril que el anteproyecto de un acuerdo de paz presentado por Ucrania contenía cláusulas diferentes a las propuestas hechas en Estambul.

A mediados de mayo, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó de «prácticamente suspendido» el proceso negociador entre Rusia y Ucrania, y responsabilizó a Kiev de que «no se muestra interesado en un diálogo serio y constructivo».

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