Julio Gregorio Álvarez estaba en el patio delantero de su casa de calle Superí al 1900, entre Ávalos y Cavia, cuando alguna de las cuatro personas que llegaron en auto hasta el lugar le disparó. Cayó muerto allí, con un disparo en el cráneo, cerca de la medianoche de este martes. Tenía 54 años.
Los investigadores policiales levantaron de la calle ocho vainas servidas. Los primeros testimonios recogidos refieren al cuarteto de atacantes y a un vehículo blanco como su movilidad. El hijo de Álvarez, de 35 años, le dijo a personal policial que estaba durmiendo en la misma vivienda cuando alrededor de las 23.20 escuchó las detonaciones y gritos, y que al levantarse encontró a su padre tendido en el piso. Médicos del Sies comprobaron después que estaba muerto.
Las versiones sobre el momento del asesinato difieren: o bien la víctima estaba en la parte delantera del domicilio cuando le tiraron, o lo hicieron tras llamarlo y apenas se asomó.
El caso quedó a cargo de a fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro, quien ordenó las medidas de rigor, como el relevamiento de cámaras en la zona y toma de testimonios.
Información en proceso…