Las protestas por la muerte de la joven iraní Mahsa Amini, tras ser arrestada por la policía de la moral -que vigila el cumplimiento de las normas islámicas-, se extendieron a 15 ciudades de Irán, informó hoy la prensa estatal, mientras las autoridades advirtieron que el acceso a Internet podría verse restringido por «motivos de seguridad».
En el quinto día de manifestaciones que ya han dejado varios muertos, imágenes difundidas en redes sociales muestran las marchas callejeres y la represión policial con gas y bastonazos, además de arrestos para dispersar a las multitudes de hasta 1.000 personas, según la agencia noticiosa oficial Irna.
It looks like Revolution in Iran is back.
Women of Iran-Saqqez removed their headscarves ( Hijab ) in protest against the murder of Mahsa Amini 22 Year old woman by hijab police
chanting: Death To Dictator
Removing hijab is a punishable crime in Iran.#MashaAmini#مهسا_امینی pic.twitter.com/CxCDuQqdxs
— Fazila Baloch🌺☀️ (@IFazilaBaloch) September 17, 2022
Las manifestaciones se celebraron por la noche en la capital Teherán y otras ciudades, incluyendo la nororiental Mashhad, la noroccidental Tabriz, además de Rasht en el norte, Isfahan en el centro y Shiraz en el sur, agregó la agencia oficial.
Los manifestantes bloquearon calles, lanzaron piedras a las fuerzas de seguridad e incendiaron vehículos policiales y basureros mientras cantaban consignas antigubernamentales.
Mahsa Amini, una joven kurda de 22 años, murió la semana pasada en un hospital al que llegó en coma tres días antes luego de colapsar en una comisaría de Teherán a donde había sido llevada detenida por una patrulla de la policía de la moral por llevar mal colocado el velo islámico y mostrar parte de su cabello.
El enojo público estalló cuando las autoridades anunciaron el viernes la muerte de Amini, lo que desató manifestaciones en las que cientos de personas tomaron las calles para protestar contra el Gobierno y se enfrentaron con la policía.
Las autoridades definieron el hecho como «un desafortunado incidente» y aseguraron que Amini falleció a causa de un infarto, una versión en la que la familia no cree.
La organización de derechos humanos Hengaw acusó ayer a la policía de haber matado a tres personas al abrir fuego contra la multitud en manifestaciones en el Kurdistán iraní, una cifra que rebaja el balance de cinco muertos que dio el lunes.
Ese día, la policía había definido como «un desafortunado incidente» la muerte de Amini.
Ante la sorpresiva extensión de la protesta, autoridades advirtieron hoy que el acceso a Internet podría verse restringido por «motivos de seguridad».
El ministro de Comunicaciones, Isa Zarepur, dijo que durante los últimos días «no disminuyó» el ancho de banda, como denunciaron usuarios y organismos de derechos humanos, pero advirtió que «debido a motivos de seguridad y otras consideraciones que no detalló, hoy podrían adoptarse decisiones por parte de las agencias de seguridad» para limitar el acceso a Internet.
«Analizamos este asunto de forma continua», dijo, al tiempo que reiteró que las autoridades buscarán garantizar al país «la banda ancha necesaria de forma rutinaria».
Las manifestaciones contra el uso del hiyab islámico incluyeron en los últimos días llamados a favor de un cambio de régimen y críticas a la gestión de las autoridades iraníes, protestas que derivaron en una represión que incluyó el uso de fuego real por parte de las fuerzas de seguridad en ciudades como Shiraz.
Ayer, el gobernador de Kurdistán, Ismail Zarei Koosha, habló de tres muertes «sospechosas» durante las manifestaciones, y de un «complot fomentado por el enemigo», al asegurar que una de las víctimas falleció por un tipo de arma distinto al usado por las fuerzas de seguridad iraníes.
La muerte de Amini y la respuesta a las protestas generaron condenas de la ONU, Estados Unidos, Francia y otros países.
Nasser Kanani, portavoz de la Cancillería iraní, condenó lo que llamó «posiciones intervencionistas extranjeras».
«Es lamentable que algunos países intenten aprovecharse de un incidente bajo investigación para impulsar sus metas políticas y deseos contra el Gobierno y el pueblo de Irán», expresó.