Barcelona expresó este miércoles su “indignación” luego de que el diario español El Mundo filtrara supuestas exigencias del crack Lionel Messi para renovar su contrato con el club en 2021, negociación que finalmente se frustró y derivó en la partida del rosarino a Paris Saint Germain, del fútbol de Francia.
En un comunicado, Barcelona además indicó que se trata de una “filtración interesada de unas informaciones que formarían parte de un procedimiento judicial” que podría perjudicar el vinculo con el futbolista, al que los hinchas catalanes desean volver a ver con su camiseta cuando finalice su vínculo con la institución francesa.
“El club lamenta también que el medio alardee de haber tenido ‘acceso a una ingente cantidad de documentación y correos electrónicos que están en poder de la investigación del Barçagate’, cuando estas informaciones y documentación todavía no han sido compartidas con las partes”, añadió.
La dirigencia del Barsa indicó que “el artículo en cuestión hace públicos documentos que nada tienen que ver con la instrucción del caso y su uso atenta contra la reputación y la confidencialidad del club. Por eso, y con el objetivo de proteger los derechos del FC Barcelona, los servicios jurídicos ya están estudiando las medidas oportunas a emprender».
El Barsagate es una escándalo originado por una investigación de la Cadena SER, difundida en 2021, que comprobó que el expresidente Josep María Bartomeu y parte de su comisión directiva habían contratado a una agencia de marketing digital, “13 Ventures”, del empresario argentino Carlos Ibáñez, para lanzar una campaña de desprestigio en redes sociales contra Messi, Luis Suárez, Gerard Pique, Joan Laporta y Pep Guardiola.
Bartomeu y toda su CD habían renunciado en octubre del 2020 ante la cercana realización de un plebiscito societario que podía terminar con su gestión; poco después dos auditorias, una judicial y otra privada, comprobaron que tras su gestión el Barcelona quedó endeudado en 1.173 millones de euros.
El 3 de marzo de 2021, la Justicia catalana ordenó la detención de Bartomeu, Òscar Grau, Román Gómez Ponti y Jaume Masferrer, ex directivos del Barsa, por esta campaña de odio y difamaciones.