La abogada Brenda Salva finalmente fue eyectada de la Cámara de Diputados luego que trascendiera que es la defensora de Nicolás Gabriel Carrizo, uno de los acusados por el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La diputada nacional de San Luis del PRO Karina Ethel Bachey, quien tenía en su equipo a Salva, comunicó estee miércoles la decisión: “Ante los hechos de público conocimiento, quiero manifestar mi decisión indeclinable de desafectar a la doctora Brenda Salva de mi despacho en la Cámara de Diputados de la Nación», expresó en un comunicado. La legisladora nacional conocía desde el domingo que a su asesora trabajaba en el caso, pero decidió mantenerla en el cargo: “Soy fan de la libertad de trabajo”, explicó.
El bloque de diputados nacionales del Frente de Todos había reclamado a la bancada del PRO que separara la abogada de su cargo: «Su permanencia contradice el apego a la convivencia democrática en la que debe funcionar la Cámara de Diputados».
«Somos las y los diputados quienes elegimos a nuestros colaboradores. Y somos nosotros los que tenemos que, individualmente, pedir su baja administrativa. Basta de mirar hacia el costado. Si queremos más democracia, separemos a asesores/as que defienden a estos personajes», resaltó la bancada que conduce el rosarino Germán Martínez.
Salva es abogada y trabaja en el estudio de Gastón Marano, quien ejerció en un primer momento la defensa de Carrizo y también era asesor en el Congreso, hasta que recientemente fue separado por el senador nacional por Chubut del PRO Ignacio Torres.
El detenido Gabriel Carrizo, señalado como presunto líder del grupo que cometió el ataque mantuvo conversaciones que complican su situación procesal. «Estuvo muy cerca, falló el arma, no lo entiendo andaba bien», escribió en el chat que formó con uno de sus contactos identificado como «Andrea», quien intenta tranquilizarlo en varias oportunidades.
Lo que llamó la atención de los investigadores es que el diálogo se desarrolló luego de que el brasileño de 35 años intentara asesinar a la ex presidenta en la puerta de su domicilio en el barrio porteño de Recoleta.
De acuerdo a lo que se desprende del chat, Carrizo creía que habían utilizado la pistola calibre 22 que él le proporcionó a Brenda Uliarte, pero se dio cuenta que no era así y eso lo inquietó.
La ahora ex asesora de la Cámara baja Salva defiende a Carrizo y además fue columnista de temas policiales y judiciales con el periodista Chiche Gelblung, y trabaja canal de noticias La Nación +, en el equipo de María Laura Santillan y Eduardo Serenellini.
Está estudiando criminología y peritaje forense en la Universidad de Quilmes. En su función de abogada de Carrizo, aseguró que su defendido «solo tiene una relación estrictamente comercial’», con Sabag Montiel y Uliarte, lo cual las comunicaciones obtenidas demuestran que no es cierto. En un posteo en Instagram, Salva defendió su decisión de defender a Carrizo y pidió a los periodistas que “no inventen estupideces”.
“Durante 20 años de ejercicio periodístico, tanto en gráfica, radio y últimamente televisión, intenté (incluso estoy segura de que lo hice), comunicar con la verdad, dar hechos objetivos y concretos”, posteó.
«Sí, soy asesora de una diputada por PRO. Sí, fui asesora de un diputado del PRO. Sí, fui asesora y realicé prensa para varios referentes del oficialismo. También fui prensa de artistas a mis 20. Ah, me olvidaba: también lo fui de movimientos sociales», justificó.
«Un vecino le regaló a Gabriel la máquina para hacer copos de azúcar y él daba trabajo a gente que lo necesitaba. De esa manera conoció a Fernando y Brenda en una fiesta”, indicó la abogada. Sin embargo, la madre de Carrizo, en declaraciones televisivas, había dicho que esa máquina la había heredado de su padre.