El secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky, cuestionó a los sectores de Juntos por el Cambio que consideran que proyectos como la Ley de Humedales son «obstructivas del desarrollo y el progreso» y aseguró que se trata de «un desfasaje conceptual intolerable» en el siglo XXI.
«La Ley de Humedales está trabada porque hay una buena parte de la dirigencia, concentrada fundamentalmente en Juntos por el Cambio y particularmente en el PRO, que sigue creyendo que estas leyes son obstructivas del desarrollo y el progreso: en el siglo XXI es ciertamente un desfasaje conceptual intolerable», sostuvo el funcionario nacional.
En diálogo con Sin Relato, el programa que conduce Antonio Fernández Llorente en La990, el destacado ambientalista afirmó que «seguir creyendo que estas leyes van a obstaculizar el progreso es ciertamente un síntoma de atraso grave».
«Es un obstáculo conceptual de corrientes políticas que atrasan», insistió Federovisky, quien señaló que «una de las posibilidades y una de las motivaciones por las que se prende fuego, se colocan terraplenes o construyen calles ilegales» es el emplazamiento de barrios privados o clubes de amarras sobre humedales.
Al referirse al proyecto de ley que se discute en la Cámara de Diputados, el integrante del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible indicó que «es un paso trascendente, tal vez más desde lo simbólico que desde lo práctico, porque nadie puede imaginar que si la Justicia hoy no puede encontrar a cuatro malandras que prenden fuego sistemáticamente, mágicamente eso va a cambiar porque exista una Ley de Humedales».
«Es una herramienta importantísima para proteger esos ecosistemas tan valiosos y también es una señal para mostrar que la clase política, la dirigencia, el Estado se compromete definitivamente en una política pública en materia ambiental, que ha costado mucho tener que cuya ausencia ha permitido que la actividad productiva haya sido bastante poco amigable con las cuestiones ambientales», subrayó.
Respecto a la iniciativa legislativa, Federovisky destacó que «la ley apunta es a quitar la posibilidad de la discrecionalidad local en el manejo de las rezonificaciones».
«Pretende establecer un piso mínimo que determina la posibilidad de dejar claramente establecido qué cosas sí y qué cosas no y de qué modo sí y qué modo no en un humedal», concluyó.