Por: Gastón Marote/ NA
John Bodkin Adams fue un médico británico del cual se sospecha que mató a 163 pacientes con sobredosis de drogas luego de que los mismos cambiaran el testamento en su favor.
Adams es conocido por ser uno de los peores asesinos en serie de la historia moderna.
Nacido el 21 de enero de 1899 en Randalstown, Irlanda del Norte, en el seno una familia religiosa de los Hermanos de Plymouth, sufrió un duro golpe cuando su padre Samuel falleció en 1914 cuando él tenía tan solo 15 años.
Un año más tarde, Adams ingresó en la Universidad de Belfast para estudiar Medicina y en 1922 terminó sus estudios para comenzar a trabajar en Eastbourne, Inglaterra. En el medio,en 1918, su hermano William, falleció en 1918 durante la pandemia de gripe.
Este asesino serial fue detenido en 1956 acusado del crimen de una paciente, pero un año más tarde, durante el juicio, no encontraron suficientes pruebas en su contra y fue absuelto.
Sin embargo, los investigadores investigaban a este médico porque si bien no había pruebas, les parecía muy sospechosa la cantidad de muertes de pacientes que tenía.
Fue así que los detectives lograron descubrir que al menos 163 pacientes murieron y vincularon a Adams cos estos decesos.
Los investigadores llegaron a la conclusión que este doctor mataba a sus víctimas -siempre personas mayores- con sobredosis de drogas, después de que cambiaran sus testamentos a su favor.
El método usado por este criminal le permitió pasar desapercibido durante mucho tiempo, ya que sus víctimas, eran ancianos, y sus muertes, eran consideradas como consecuencia de su avanzada edad.
Los detectives se alertaron por la exagerada tasa de mortalidad de los pacientes de Adams y lograron llevarlo a la cárcel por las confesiones de algunas enfermeras, quienes afirmaron que este médico suministraba excesivas dosis de morfina a sus víctimas.
Sin embargo, en el juicio se presentaron los informes médicos en los que figuraban las dosis suministradas a los pacientes firmadas por las enfermeras, pero pese al elevado número de muertes, no lo pudieron culpar y fue absuelto.
Se cree que Adams sobornó jugosamente a sus cómplices para librarse de la Justicia.
El juicio tuvo algunas cuestiones legales importantes, como la de establecer la doctrina del doble efecto, según la cual un médico que da un tratamiento con el objetivo de aliviar el dolor puede legítimamente, como resultado no intencional, acortar la vida del paciente.
Más allá de ser absuelto por los crímenes, Adams fue declarado culpable en un juicio posterior de 13 delitos de fraude de recetas, mentir en formularios de cremación, obstruir una búsqueda policial y no llevar un registro de drogas peligrosas.
Asimismo, fue eliminado del Registro Médico en 1957 y reinstalado en 1961 después de dos solicitudes fallidas, al tiempo que murió en su casa en 1982 por una insuficiencia cardíaca.