El vicepresidente de Colón de Santa Fe, Horacio Darrás; y el vocal Lucas Paniagua, fueron imputados este miércoles en una audiencia celebrada en los tibunales provinciales como coautores de “facilitamiento de formación de grupos dedicados a cometer delitos en espectáculos deportivos” y “encubrimiento”, por lo que seguirán detenidos al menos hasta el viernes, cuando se discutan las medidas cautelares, informaron voceros judiciales.
Además, siete integrantes de la barra brava “Los de siempre” fueron acusados en una audiencia posterior por los delitos de “asociación ilícita” y “amenazas coactivas”.
Orlando “Nano” Leiva y su hermano Abel “Quique” Leiva, quien se encuentra detenido en la cárcel de Coronda por una pena de homicidio, fueron imputados como jefes de la asociación ilícita, en tanto al resto de los detenidos se les endilgó ser miembros.
La acusación estuvo a cargo de la fiscal María Laura Urquiza y su colega Federico Grimberg, de la Unidad de Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación (MPA), en una causa que se inició de oficio tras el “apriete” que sufrieron los jugadores de Colón en el entrenamiento del martes pasado por parte de entre 20 y 30 barrabravas.
“En función de sus cargos, los dos dirigentes facilitaron la formación y mantenimiento de grupos destinados a cometer delitos, lo cual está penado por la ley nacional de Espectáculos Deportivos 23.184”, planteó el MPA en la audiencia.
A Paniagua se le atribuye haber mantenido “comunicación y trato directo permanente con los líderes de Los de Siempre y de La Negrada, relación que era conocida y aprobada” por Darrás.
La Fiscalía sostuvo que “los dos dirigentes imputados proveyeron de indumentaria deportiva oficial del club para su reventa; carnet de socios y entradas para los miembros de las facciones y entradas para la reventa previa a los partidos”.
Y se indicó que “de esta manera, las autoridades de la institución investigadas pusieron a disposición medios económicos que permitieron la formación, mantenimiento y financiamiento de actividades delictivas”.
En la audiencia también se conoció que “al líder de Los de Siempre periódicamente se le pagaban 150 mil pesos en concepto de ‘sueldo’ sin que hubiere contraprestación alguna”.
Los dos dirigentes imputados también son investigados por el delito de encubrimiento, en este caso por su accionar a raíz de las citaciones a declarar que hizo la Fiscalía a víctimas y testigos de las amenazas sufridas por el plantel profesional.
En ese sentido, Darrás “le indicó al manager del fútbol profesional de la institución que debía concurrir a declarar, pero que de ninguna manera podía identificar a las personas que habían estado presentes y que tampoco podía dar cuenta de haber escuchado amenazas”, sostuvo la Fiscalía.
A Paniagua se le endilgó además haberse comunicado con “el otro líder de Los de Siempre, quien está detenido en el establecimiento penitenciario de Coronda”.
“En ese contacto, el detenido le dijo al dirigente que hable con los jugadores y personas citadas a declarar y les manifieste que si no identificaban a los presentes en el ‘apriete’ a los jugadores, Los de Siempre los dejarían tranquilos”, informó el MPA.
“También se le planteó que si los citados a declarar sí identificaban a los autores de las amenazas, Los de Siempre se encargarían de tirar bombas en cada uno de los partidos para que Colón no juegue más de local. Asimismo, le dijo que sabían donde viven las familias de los jugadores y a qué escuelas van sus hijos”, añadieron los fiscales.
En la causa se investigan hechos ocurridos desde octubre de 2021, cuando fueron intervenidos, entre otros, los teléfonos de Darrás y de Paniagua.
La Fiscalía cuenta con más de 80 CDs con grabaciones que surgieron de escuchas telefónicas y en la causa se investigan hechos como los disturbios del 5 de abril antes del partido que jugaron Colón y Peñarol de Uruguay, por la Copa Libertadores.
En el caso de los integrantes de la barra brava, para la figura de asociación ilícita el Código Penal prevé una pena de entre 3 a 10 años de prisión, con un mínimo de 5 años para jefes u organizadores.
Sobre Darrás y Paniagua, la fiscal Urquiza adelantó que solicitará la prisión preventiva de ambos imputados, en tanto el abogado defensor del primero, Néstor Oroño, consideró que a su cliente le atribuyeron delitos “de una gravedad bastante leve” que derivarían en una pena de ejecución condicional, por lo que solicitará la excarcelación.
Las audiencias fueron encabezadas por el juez de la Instrucción Penal Preparatoria (IPP), Pablo Busaniche, en los Tribunales provinciales de la ciudad de Santa Fe.
Darrás, Paniagua y Leiva, junto a cinco barrabravas cuyas identidades no fueron informadas, están detenidos desde el lunes, cuando los fiscales ordenaron 14 allanamientos en Santa Fe, Santo Tomé y la cárcel de Coronda.
Y con las dos detenciones ocurridas ayer, el total de imputados es hasta el momento de once personas si se cuenta a Quique Leiva.
Como en la causa se investiga, además de las amenazas a los jugadores, el pedido de dinero e indumentaria, en los allanamientos se secuestraron prendas oficiales del club.
Por otra parte, en una derivación hacia la Justicia Federal, hubo secuestro de marihuana en una vivienda y de cocaína en otra, además de dinero en efectivo.
Los barras se entrevistaron con referentes del plantel como Paolo Goltz y Luis Rodríguez, pero también es materia de investigación qué participación tuvieron los dirigentes.
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