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El ciclo de poesía disidente Orgullosa Itinerante cumple 5 años y lo festeja en el Parque Urquiza

El espacio autogestivo que llevan adelante Juan Pablo Di Lenarda Pierini y Valentina Lopiccolo recorrió más de 20 plazas y parques de Rosario y puso a unos 90 artivistas de la comunidad LGTBIQ+ en escena. El 15 de octubre festejan su quinto aniversario y en diciembre publicarán una Antología Poética

La idea apareció como una respuesta artística: si los espacios de literatura sólo reproducían voces heteronormadas, había que generar lugares que rompieran con esa lógica. Si no había una torta, una trava, una marica o una draga leyendo su poesía en voz alta, había que darles una escena. Y esa escena tenía que romper con los nichos y estar a la vista de todes. Así, hace cinco años, una plaza de Rosario alojó a la primera a la Orgullosa Itinerante, el ciclo de poesía disidente que este 15 de octubre festeja su cumple haciendo lo que sabe: visibilizar a les poetas y artivistas del colectivo LGBTIQ+ en el espacio público. Esta vez, en el Parque Urquiza. Habrá música, una maratón poética y un anuncio: el diciembre se viene el libro.

El manifiesto de la Orgullosa Itinerante se sostiene en tres pilares. El primero, actualiza en cada evento la consigna de que este ciclo de poesía tiene que servir como espacio de visibilización de les poetas y artivistas de la comunidad LGTBIQ+. Por eso, elles son les protagonistas. El segundo, es que el ciclo debe ocupar el espacio público y no meterse puertas adentro, porque el punto de contacto con el resto de la sociedad es vital para concretar la visibilización. El tercero, es sostenerlo como actividad gratuita y no arancelada: la Orgullosa se hace a la gorra y eso genera que, quienes no pueden poner, igual puedan participar.

Las cabecitas atrás de esta movida que ya recorrió más de 20 parques y plazas, y que puso a unos 90 artivistas en escena, son las de Juan Pablo Di Lenarda Pierini y Valentina Lopiccolo. Estes gestores culturales, dicen, abrazaron la autogestión entendiéndola “como un camino colectivo para hacer cultura”.

“En Rosario hay una gran falta de políticas públicas inherentes a la cultura. Este año esa consigna estuvo presente en el discurso de la Marcha del Orgullo. El vaciamiento cultural que hay en la ciudad hizo que este espacio, que es autogestivo, se potencie y forme un tejido cultural con un montón de gente laburando”, dijeron y preguntaron: “¿Cuáles son los espacios nocturnos donde las disidencias nos podemos sentir seguras?

Historia Orgullosa

Juan Pablo escribía en Facebook. Hoy se ríe cuando lo cuenta, pero allá por 2015 esa era la red social por excelencia. Allí hizo públicas sus poesías y lo convocaron para publicar sus textos en (Di) Sentires, la primera antología poética de Santa Fe, de Turba Ediciones. A partir de allí, comenzó a cobrar más visibilidad en el mundillo de la poesía local. “Yo no pertenecía a grupos consolidados de talleristas o de escritores, pero la mayoría de mis proyectos eran súper colectivos”, explicó a La Cazadora Juan Pablo, que fue llevando su quehacer poético hacia la experimentación con otras ramas del arte, como la performance, la fotografía y la música electrónica.

Juan Pablo andaba por la mitad de sus veintis cuando organizó la primera Orgullosa Itinerante. Junto con la bailarina Mayra Bolinaga se habían emperrado con la idea de hacer un ciclo de poesía disidente que rompiera con las lógicas heteronormadas y pusiera en la escena pública a poetas y escritores LGTB locales. Lo proyectaron como un ciclo con un principio y un final: serían cuatro encuentros en distintas plazas y parques de Rosario. “Éramos nosotras y 20 personas más con un parlante que funcionaba más o menos a pilas”, contó Juan Pablo sobre aquella primera Orgullosa en la Plaza de la Cooperación.

“Era un contexto político, social y cultural distinto, porque estábamos frente al macrismo, a las políticas neoliberales, a los ministerios que se transformaban en secretarías, a los recortes en educación, en cultura y en diversidad también. Y eso hizo que nos organicemos haciendo poesía y apostando a que les artistas, escritores, poetas y performers del colectivo LGTBIQ+ se visibilicen. ¿Y qué mejor que hacerlo en el espacio público?”, recordó el artivista.

Valentina Lopiccolo fue una de las invitadas a participar de las primeras Orgullosas. Ella venía de transitar por distintos de talleres de escritura. En 2015, formó parte de un grupo de seis mujeres poetas que se llamó Tanga Feroz. Desde ese espacio, además de juntarse a leerse en voz alta empezaron a performatear lo poético con la escena teatral. “Después del primer Ni Una Menos empezaron a aparecer muchos grupos de mujeres nombrándose”, recordó.

La Orgullosa Itinerante iban a ser sólo esos primeros cuatro encuentros. Mayra, que la organizaba con Juan Pablo, tenía previsto un viaje sin fecha de retorno. Pero Valentina, que ya se había enamorado de la Orgullosa, se plantó como soldada frente a Juan Pablo y le dijo: “si vos lo querés sostener, yo te acompaño”. Y así fue, hasta hoy.

20 plazas, 90 artistas

La Orgullosa Itinerante tiene eso de lo performático atravesándolo todo. Es poesía, es visibilización de cuerpas, es música, luces e imágenes en función del mismo objetivo. Tiene eso de poner a una trans vestida de Evita a leer sus discursos en las escalinatas del Parque España, otro poco de hacer poesía en la puerta de Tribunales después de un femicidio, y algo más de pasar por una plaza de República de la Sexta a bancar el reclamo de les vecines que resisten los desalojos con literatura disidente.

“Uno tiene la idea de que en la literatura están los géneros. El teatro es literatura. Bueno, el colectivo LGTBIQ+ también propone otras maneras de narrar sus historias”, remarcó Valentina.

Mixtura de géneros y de las otras. Porque la Orgullosa habilita una convivencia de escritores de “recontra renombre, como Wachi Molina o More García, hasta persona que no habían leído nunca y que apostaban a una narrativa queer”, agregó.

Cinco años

El próximo sábado 15 de octubre la Orgullosa Itinerante cumple cinco años de artivismo, autogestión y justicia poética. “Cuando empezamos íbamos nosotras con la conservadora, Valen hacía los repulgues de las empanadas, íbamos con un parlante que era más o menos a pilas. Ahora es todo profesional, hay gente que piensa el sonido, gente que piensa la luces, hay una fotógrafa, pensamos la curaduría, el line up, a quién invitamos. No hay otros espacios para les escritores y poetas del colectivo LGTB”, remarcó Juan Pablo, que piensa en esas 20 personas de la Primera Orgullosa y no puede creer que hoy, de ese mismo espacio, participen más de 400 personas.

Para el cumple está todo encaminado: será en el Parque Urquiza, habrá torta, velitas y bonetes, por supuesto. También una maratón poética, música en vivo, mucho amor y un regalo para todes: en diciembre publicarán la Antología Poética del Ciclo de Poesía Orgullosa Itinerante, que recopila el trabajo de unos 90 poetas que pasaron por la Orgullosa a lo largo de estos años.

La Antología se financiará abrazando la autogestión y con aportes del Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia de Santa Fe. Juan Pablo y Valentina son los responsables de la compilación y edición; Agustina Tuzinkievicz en diseño gráfico; Agustina Siffredi en  ilustración, Olivia Bayo será la maquetadora, y Celina Racca aportó el asesoramiento editorial. El libro contará con un prólogo de Cristian “Wachi” Molina.

“Es un desafío. Estamos convencides de que va a ser una antecedente político y poético para nuestra provincia, con 90 escritores de Rosario, Santa fe y la región”, remarcó Juan Pablo.

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