Algunos se enteraron de adultos que no eran hijos de los padres que los criaron, otros de que tenían un hermano que nunca conocieron y otros sufrieron el robo de sus propios hijos al momento del nacimiento. Hoy se reúnen bajo el nombre de buscadores y buscadoras y desde 2016 el área de Derecho a la Identidad de la provincia de Santa Fe lleva un registro oficial: al menos 400 personas se presentaron para encontrar respuestas en torno a su historia familiar.
Esta semana la Municipalidad de Rosario presentó la campaña “Mi historia, mi derecho” que busca visibilizar este derecho humano fundamental. Fue presentada por funcionarios municipales, provinciales y organismos de derechos humanos además de veinte buscadores y buscadoras.
Si bien el robo de bebés fue una práctica sistemática ejercida desde el Estado durante la última dictadura, entre 1976 y 1983, los impulsores de estas búsquedas entienden que se trata de un delito que se comete en Argentina desde hace décadas.
Justamente la secretaria de Género y Derechos Humanos, Mariana Caminotti, expresó: “La apropiación de niñas y niños durante la última dictadura militar se montó sobre una estructura del tráfico de bebés que permitió y naturalizó esta práctica”.
Agregó: “Anotar como hijo biológico un bebé es una apropiación y eso sucedió y sigue sucediendo lamentablemente. Muchísimas personas viven gran parte de su vida sin saber la verdad. También aquí se reúnen las historias de muchas madres a las que les fueron robados sus bebés, o se vieron obligadas a entregarlos, o que por diferentes circunstancias fueron separadas de ellos al nacer”.
Claudia Raimondo es una activista rosarina que fue apropiada en Buenos Aires, autora de la instalación artística “De eso no se habla” armada con batas pequeñas que se volvieron un símbolo para las organizaciones. Ella destacó la importancia de esta iniciativa estatal que porque permite dar mayor visibilidad a quienes son víctimas de estos hechos. “Antes nadie se preguntaba cómo un niño aparecía en una casa si su mamá no había estado embarazada”, señaló.
En Santa Fe existe una ley, impulsada por la ex legisladora y directora de Derechos Humanos y Memoria de Rosario Alicia Gutiérrez, que fue sancionada en 2017. La ley de identidad biológica se convirtió en una herramienta muy útil para quienes necesitan encontrar su verdadera identidad. Habilitó el acceso a los archivos de los registros civiles y los efectores de salud y también brinda asistencia y acompañamiento a las personas que están buscando información sobre su origen en Santa Fe.
Fue la primera legislación de este tipo en el país, que ya fue replicada en ocho provincias, y los buscadores aún están a la espera de una ley nacional.
Un acto de reparación
Según estimaciones no oficiales existen más de tres millones de personas en el país que sufrieron la vulneración de este derecho por causas no vinculadas al terrorismo de Estado. En Santa Fe, desde 2016 se presentaron más de 400 personas en el área de Derecho a la Identidad de la Secretaría de Derechos Humanos provincial requiriendo información sobre su origen o familia biológica.
Sabrina Acosta está al mando del Área santafesina desde su creación y estuvo presente en la campaña presentada esta semana. En diálogo con El Ciudadano resaltó dos aspectos: el fuerte grupo de activistas que existe en la provincia -“tienen experiencia y ayudaron a hacer un trabajo en conjunto con el Estado”- y la importancia del acto realizado en el Palacio de los Leones porque se trata de una muestra del trabajo mancomunado entre la Municipalidad y la Provincia para responder a una demanda social relevante.
Contó que desde hace seis años la secretaría de Derechos Humanos construye una base de datos que aspira a ser lo suficientemente completa como para cruzar datos y acelerar los procesos de búsqueda, que son tan difíciles porque se trata, en su mayoría, de delitos que se cometieron hace décadas y se vuelve cada vez más complejo rastrear información.
Por otro lado, Acosta indicó que el fin de la secretaría “no es perseguir el delito” sino, de alguna manera, generar un acto de reparación para quienes necesitan conocer su verdad familiar. Recordó que durante décadas fue una práctica muy naturalizada y planteó que los casos de adopción se pueden resolver más fácilmente porque existe un expediente. En cambio, en los casos en que padres y madres anotan como propios a los bebés se trata de una apropiación: “Ahí los avances dependen de los datos que aportan las personas que vienen a la Secretaría. Se necesitan datos que tienen los padres y muchas de estas personas esperan a iniciar su investigación sobre su origen familiar cuando los padres ya fallecieron. Los padres y familiares son los que saben datos sobre las parteras, su edad o rasgos, cómo se dieron los hechos”.
En la presentación de la campaña, justamente, los buscadores hablaron de romper con el silencio y plantearon que para eso necesitan un compromiso de la sociedad, porque haya muchos ciudadanos que sepan algunos datos que para ellos serían tan importantes.
Búsqueda con alcance nacional
La campaña, desarrollada en colaboración con las organizaciones abocadas al tema, consta de una serie de cuatro videos con testimonios en los que se relata el proceso vivido por quienes, en muchos casos, descubrieron de adultos la verdad sobre su origen y debieron transitar un largo camino para poder encontrar datos sobre su pasado y reconstruir su historia.
Cecilia Vallina, directora general de Derechos Humanos y Memoria de la ciudad, explicó que la iniciativa fue impulsada por las buscadoras y los buscadores junto a quien fuera hasta hace muy poco la titular del área, Alicia Gutiérrez, quien siempre acompañó esta lucha desde su lugar como legisladora provincial y autora de la ley N° 13725 de identidad de origen.
“Las historias de Graciela Amaduri, Nélida Gauto, Liliana Leiva y Marcelo Fernández representan a las de muchas otras personas que tal vez no han iniciado el difícil camino de buscar”, explicó Vallina.
La conferencia de prensa de la campaña coincidió con la presentación en Buenos Aires del Programa Nacional de Identidad Biológica a cargo de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad -Conadi-. Esta herramienta, creada hace treinta años por Abuelas de Plaza de Mayo para encontrar a las nietas y los nietos apropiados durante la última dictadura cívico militar, amplía su margen de actuación y permite acompañar a quienes buscan conocer su origen biológico, aún cuando sus fechas de nacimiento no coinciden con este período histórico
Datos de contacto
- Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe Balcarce 1145 – Rosario – Horario de atención: de lunes a viernes de 8 a 14 horas. Tel: (0341) 4721466/67/68 – Línea gratuita 0800-555-3348.
- Programa Nacional de Identidad Biológica Tel:. 011-5300-4140 y 11-2756-8330 / Mail: identidadbiologica@jus.gov.ar