La Municipalidad de Victoria había autorizado para este sábado una megafiesta electrónica en las islas entrerrinas, sobre el Paraná Viejo, hubo cuestionamientos de colectivos ambientalistas y otras organizaciones y finalmente el Ejecutivo entrerriano bajó la habilitación porque se dio cuenta de que violaba una medida cautelar concedida por la Justicia federal de Paraná que prohibe, en un contexto de bajante extrema del río y ecocidio de los humedales, cualquier actividad que ponga el riesgo el ecosistema.
La fiesta tenía el visto bueno del secretario de Gobierno victoriense, Pedro Mansilla. Se vendían mil entradas a 2.500 pesos y traslados desde Rosario para la “Waves Opening Party”, que preveía arrancar a las 14 en la isla La Invernada, jursidicción de Victoria. Justo en uno de los territorios más afectados por los incendios del Delta. Elevento estaba auspiciado por una marca de cerveza e incluía un DJ en vivo, según la promoción.
El pulgar, tras las protestas, lo bajó el propio intendente de Victoria, Domingo Maiocco, quien este jueves firmó el decreto 1.267/2022 que revoca la autorización. Allí se menciona el «olvido» del área de Gobierno: la medida cautelar de la Justicia Federal paranaense que prohíbe actividades sociales o comerciales con potencial riesgo para el medio ambiente. La Resolución que habilitaba el encuentro “ha omitido dar cumplimiento a una medida cautelar atemporal…», admite el nuevo texto.
Victoria autorizó una fiesta para mil personas en las islas frente a Rosario y hay fuerte polémica
“Razones de oportunidad, mérito y conveniencia avalan la adopción de la medida suspensiva del evento, atento a los hechos de público conocimiento que se vienen sucediendo en nuestras islas, con graves consecuencias para el ambiente”, señala el texto del decreto que da marcha atrás con el visto bueno a la juntada electrónica organizada por Island Garden SRL, propiedad de un rosarino. El complejo, en la isla La Invernada, promociona en según su página web 2.000 metros cuadrados de superficie, una capacidad para 3.000 personas, puerto náutico con amarre para unnncentenar de embarcaciones, playa artifical sobre el río, espacios comunes y «amenities de primer nivel».