Un grupo de investigadores dedicados a rastrear el paso de jerarcas nazis en Argentina informaron ante la Prefectura Naval Argentina el hallazgo de una embarcación que yace en el lecho del mar Argentino, a escasos kilómetros de la costa de Necochea, que coincide con las características de los submarinos utilizados por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
Uno de sus integrantes, el periodista y ex director de El Ciudadano, Juan José Salinas, redobla la apuesta y no se queda sólo con la afirmación de que el submarino es nazi, sino que sostiene que fue hundido por sus propios tripulantes ante la inminente posibilidad de ser atrapados por la justicia internacional. El hallazgo reavivó la teoría sobre la supuesta llegada de Adolf Hitler al país.
El colectivo de investigadores, periodistas e ingenieros llamado Eslabón Perdido, integrado entre otros por Abel Basti, autor especialiazado en el nazismo y sus relaciones con América del Sur, informó a la Prefectura Naval Argentina el 9 de marzo de este año el hallazgo de restos de lo que podría ser una embarcación, a casi 30 metros de profundidad en el Mar Argentino.
El hallazgo
El equipo coordinado por Basti acudió primero a la Prefectura, que en conjunto con el Servicio de Hidrografía Naval reconocieron que el casco hallado no estaba registrado. La embarcación fue encontrada aproximadamente a 4 kilómetros de la costa argentina, entre las localidades de Necochea y Mar del Plata, aproximadamente a 28 metros de profundidad.
Si bien las primeras pesquisas llevadas a cabo por las autoridades navales argentinas y los diferentes equipos de investigación arqueológicas oficiales, un perito italiano Fabio Bisciotti, ávido investigador de las embarcaciones alemanas utilizadas en la Segunda Guerra Mundial, confirmó que se trataba de un submarino italiano, basándose en la longitud del casco, el descubrimiento del periscopio, conformado por un tubo que en su parte superior tiene una óptica para facilitar la observación a distancia.
Tanto la prefectura como el perito italiano coinciden en que el casco de la embarcación hundida está semienterrada y con un muy importante grado de destrucción, pero que sin embargo aún es factible identificar la estructura de la cubierta del submarino. En su dictamen, Bisciotti señaló que “en las fotos se destacan algunos detalles que pueden compararse fácilmente con las estructuras que representan el esqueleto de un U-Boot tipo VII o IX”.
Submarinos nazis en Argentina
Los soldados alemanes que se radicaron en Argentina después de la segunda guerra elegían el sur como destino. La razón está en el parecido de los paisajes patagónicos a las campiñas alemanas, “pero con menos gente”, aportó Salinas a El Ciudadano. La actividad de soldados nazis en el país poco antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial fue estudiada e investigada por la Comisión Nacional de Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en Argentina (Ceana) creada en 1997 por el presidente Carlos Menem y cuyo funcionamiento fue prorrogado por su sucesor, Fernando De la Rúa, hasta 2002.
Salinas comentó a El Ciudadano que “Menem parece haber creído firmemente que en la Caleta de los Loros había un submarino hundido” ya que, en paralelo a la creación de la Ceana, ordenó a la Armada que averiguara qué había de cierto en ello: “Así fue que se puso en marcha la Operación Calypso. Que si bien no encontró ningún submarino, registró importantes anomalías magnéticas. Lo que parece indicar que el U-Boot había quedado enterrado en la arena del fondo. Entero o fragmentado”.
El periodista reveló que la Ceana tuvo “un capítulo dedicado a la investigación de los submarinos alemanes que se dirigieron a la Argentina tras el fin de la guerra en Europa”, cuya investigación estuvo dirigida por Ronald Newton, un historiador canadiense quien escribió sobre el destino de dos “y solamente dos” submarinos que se dirigieron a la Argentina. Si bien La República Nacional Socialista Alemana puso en funciones 1.171 submarinos U-Boote antes de mayo de 1945, Newton dio cuenta de la entrega de dos submarinos alemanes en la Base Naval de Mar del Plata: el primero fue el U-530 el 10 de julio y el U-977 el 17 de agosto de 1945. Por presiones de Washington al gobierno de facto de Farrel, ambas naves y sus tripulantes fueron redirigidos hacia los Estados Unidos.
Numerosos periódicos internacionales comentaron por muchos días sobre la posibilidad de que altos dirigentes del Reich estuviesen ocultos en la nave U-530, que hubieran sido desembarcados antes de la rendición de la misma en las costas de la provincia de Buenos Aires, entre otras hipótesis. Un medio soviético consideró que sería interesante conocer “quién podría haber abastecido a la nave con alimentos y combustible durante los últimos dos meses” entre la deposición de la armas en Berlín y la rendición del submarino.
¿Lo hundieron a propósito?
“Por insólito que parezca, el naufragio de esa nave encontrada no figura en ningún registro” dijo Juan José Salinas a El Ciudadano. “Tampoco hay denuncias de tripulantes desaparecidos ni intervención alguna de compañía de seguros”.
Una embarcación de más de 80 metros de eslora como la encontrada debería tener más de 30 tripulantes, pero según las averiguaciones del equipo de Eslabón Perdido, no existen pedidos internacionales de búsqueda de los tripulantes, ni denuncias de desaparición de los mismos.
Con el antecedente de los tripulantes alemanes de los otros dos submarinos que fueron entregados a las autoridades norteamericanas, Salinas interpreta -en línea con otros colegas suyos del grupo Eslabón Perdido, que hablan de un deliberado “protocolo de escape”- que los tripulantes del submarino encontrado en el lecho del mar Argentino “dinamitaron el submarino, y se escaparon en un bote de goma que los llevó hasta la costa”.
Pocas horas previas a la rendición del submarino U-530, Salinas sostiene que “parece haber habido desembarcos de tripulantes de submarinos alemanes entre Miramar y Mar del Sur, y puede concluirse con facilidad que llegaron a las costas bonaerenses o patagónicas, además de los dos que se entregaron en Mar del Plata, tres o más submarinos”. Además, aventura que “las tripulaciones de dos (de los submarinos consignados) desembarcaron clandestinamente cerca de Necochea” a través de este método.
Los dichos de Salinas se sostienen en las declaraciones testimoniales ante una comisión del Congreso Nacional de marinos alemanes, los cuales asistieron esas maniobras desde tierra firme, “tras las cuales llegaron a la costa unos ochenta camaradas; algunos de los cuales tenían el aspecto de ser altos jerarcas del régimen depuesto”.
El diario Crítica, de tirada nacional, publicó el 18 de julio de 1945 que dos submarinos avistados antes frente a San Clemente, habían sido ubicados y perseguidos por buques y aviones de la Armada, y recordó que días antes se había encontrado un bote de goma abandonado en una playa cercana a Necochea.
Si bien Basti, coordinador y referente del equipo Eslabón Perdido, afirmó sin vueltas a Cadena 3 Rosario que “no hay dudas de que Hitler escapó y llegó a la Argentina” y que “es el submarino en que, a mi juicio, vino Hitler”, Salinas tiene más reservas, y aventura a decir que “más allá de si Hitler y Eva Braun se suicidaron en el bunker berlinés o lograron escapar y refugiarse en Argentina, no cabe la menor duda de que la Operación Übersee Süd (Ultramar Sur) fue originalmente planeada para radicar a Hitler y un importante séquito en la Patagonia argentina. Y que en dicha operación participaron más submarinos que los que llegaron a la Argentina”.
Sin embargo, el periodista no cree factible que Hitler haya podido arribar a la Argentina en submarino: “Es que no parece posible mantener compartimentada la presencia del Führer ante la tripulación, por mínima que fuera, durante un viaje tan largo. Y no hay secreto que se pueda mantener entre decenas de personas. Y más teniendo en cuenta que, al finalizar la guerra y debido a la enorme cantidad de muertos, las tripulaciones de los U-Boote eran muy jóvenes”.