Los estatales rechazaron la oferta salarial del gobierno y decidieron un paro de 48 horas que se realizará este jueves y viernes sin asistencia a los lugares de trabajo. En sendos plenarios celebrados ayer en la capital de la provincia, los delegados de UPCN y ATE votaron por unanimidad por el rechazo a la oferta de aumento del 6,3 por ciento e hicieron hincapié en que no aceptarán sumas en negro, como definieron al incentivo adicional de 300 pesos que había propuesto el Ejecutivo.
Ambos gremios coincidieron en reclamar una suba del 10 por ciento remunerativo y bonificable. En el plenario de UPCN, el secretario general Alberto Maguid lanzó un desafío al gobernador Hermes Binner, que había calificado de “injusto” el paro: “El gobierno cree que nos puede doblegar, pero no nos asusta. Vamos a un paro total que les va a doler”. Binner había hecho su último intento por evitar medidas de fuerza cuando les recordó a los sindicatos que en marzo firmaron la cláusula gatillo que actualiza los salarios a medida que los supera la inflación.
Para ese cálculo, se tomó como referencia el índice que elabora el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec), que siempre supera a las mediciones nacionales. El delegado de UPCN en el Ministerio de la Producción señaló: “Se firmó la paritaria con actualización por el Ipec. Es verdad lo que dice el gobernador Binner, que no se llegó a ese índice. Pero también es verdad que la inflación en los artículos de primera necesidad lo ha superado. También es verdad que el gobierno provincial recaudó más plata de lo que tenía previsto. Nosotros contribuimos a esa recaudación, con el trabajo diario”.
En el plenario de UPCN, presidido por Maguid y por el secretario adjunto Jorge Molina, hubo críticas hacia los gremios docentes, que la semana pasada aceparon la propuesta salarial del Ejecutivo. El delegado de los hospitales de Rosario resumió un argumento compartido por la mayoría de los dirigentes que participaron. “Los docentes toda la vida fueron fríos. UPCN nunca fue frío. UPCN nunca necesitó de otros gremios para hacer un paro exitoso”, lanzó el dirigente gremial.
Por su parte, el secretario general de ATE, Jorge Hoffmann, analizó el conflicto partiendo de dos situaciones de coyuntura: “Una situación que es auspiciosa para el país, que es el crecimiento de la economía en el orden del 9 al 10 por ciento. Los trabajadores naturalmente somos parte importante del crecimiento y merecemos nuestra parte. Y, por otro lado, la inflación que padecimos este año fue centralmente en alimentos”, indicó Hoffmann.
Según el líder de ATE Santa Fe, en marzo, cuando percibieron el 15 por ciento correspondiente al primer tramo del aumento del 22 por ciento acordado con el gobierno en paritarias, la inflación en el rubro alimentos y bebidas ya era del 15,3 por ciento.
“En el momento en que lo percibimos, la inflación en alimentos ya nos había devorado ese aumento”, indicó. Consultado sobre cómo seguirá el conflicto tras los paros del jueves y del viernes, Hoffmann respondió: “Hay que ver; la lucha gremial es cotidiana. El horizonte no es fin de año; no tenemos un horizonte preciso, sino todos los días en procura de obtener una adecuación a lo que es el crecimiento de la Argentina”.
Tras la oferta realizada la semana pasada por los ministros de Economía, Ángel Sciara, y de Gobierno, Antonio Bonfatti, el gobernador Binner había enviado señales a los gremios destacando la decisión de la provincia de reabrir la discusión salarial: “En ningún lugar del país se está hablando de incremento”, fue la frase del mandatario. Los delegados de ATE y UPCN no lo escucharon y ahora van a una huelga en reclamo de un 10 por ciento de aumento en los haberes.