Un jefe policial fue condenado a tres años de prisión por golpear a un joven, su madre y una tía porque una de las víctimas no llevaba barbijo. El caso de violencia institucional se cometió en mayo de 2020 mientras regía el aislamiento social preventivo y obligatorio por la pandemia de Covid 19 en la localidad de Reconquista, cabecera del departamento General Obligado. Por ese tiempo, el comisario se desempeñaba como subdirector de la Agrupación Cuerpos de la Unidad Regional IX y fue denunciado junto a un subalterno que lo acompañaba al momento de los apremios ilegales. A la dupla de uniformados se le abrió una investigación y la causa llegó a juicio este mes donde el jefe policial terminó condenado y su colega absuelto por el beneficio de la duda.
La investigación estuvo a cargo del fiscal Leandro Mai, quien también representó al Ministerio Público de la Acusación (MPA) en el debate que fue presidido por los jueces Santiago Banegas, Martín Gauna Chapero y Gustavo Gon.
El comisario condenado fue identificado como Ángel Eduardo Antonio Alem, de 49 años, recibió la pena de tres años de prisión de cumplimiento condicional y una inhabilitación por seis años para ejercer la función policial por el delito de vejaciones calificadas. A su vez deberá cumplir reglas de conducta entre las que está la prohibición de tener o portar armas de cualquier tipo. También deberá participar de capacitaciones en Derechos Humanos brindadas por el Estado nacional o provincial.
Además otro policía, que fue acusado de tener una participación secundaria en el hecho, terminó absuelto por el beneficio de la duda, según informaron voceros del MPA.
El caso
La denuncia presentada por los familiares de la víctima, más precisamente el hermano del joven futbolista de un club de dicha localidad ubicada en el norte provincial, indicó que el 17 de mayo de 2020 cerca de las 05.30 el joven salió de su casa sin barbijo. Cuando se dio cuenta se volvió y, en ese momento, dobló un móvil policial. En su interior iba un chofer y Alem.
La camioneta policial se metió en el garaje de la casa donde le gritaron por el barbijo. El joven dijo que era su casa y que se había vuelto a buscarlo, pero el jefe policial lo azotó contra el piso, contó el testigo.
El ruido despertó a la tía del joven. La mujer le gritó al uniformado y recibió un insulto. Entonces la mujer salió a intentar interceder y terminó azotada contra el piso. El barullo también levantó a la madre del joven, la cual quiso que el uniformado soltara a su hijo, ya que lo tenía del cuello y recibió un puñete, luego fue esposada, refirió la denuncia.
Llegaron alrededor de 15 patrulleros y las tres víctimas terminaron demoradas. La madre tuvo una costilla fisurada, esguince de tobillo y las otras dos víctimas terminaron con raspones en el cuerpo.
Tras el fallo
“Si bien pretendíamos una pena de prisión mayor a la resuelta, desde la Fiscalía celebramos que el hecho ilícito no haya quedado impune”, dijo el fiscal Mai, quien había pedido una condena de cumplimiento efectivo. “Esperaremos los fundamentos del fallo para evaluar la posibilidad de apelar”, refirió.
Además, el funcionario del MPA destacó “la valentía de las víctimas”, y remarcó que “aunque estaban atemorizadas, en todo momento sostuvieron con templanza y coraje la denuncia que habían realizado”.
Por otro lado, Mai se refirió a “dificultades propias del caso” y señaló que “siempre es complejo investigar a una persona que ocupa un lugar jerárquico dentro de una agencia del Estado”.