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Repartidores reclamaron seguridad tras el robo a mano armada a una trabajadora

Cadetes nucleados en la Asociación de Repartidores Independientes se manifestaron frente a la sede de Gobernación. Miriam fue víctima de un violento robo y tuvo que recorrer tres reparticiones policiales para denunciar el hecho. Asegura que su moto está en un aguantadero.

Cadetes nucleados en la Asociación de Repartidores Independientes protagonizaron este martes al mediodía una ruidosa protesta frente a la sede rosarina de Gobernación, movilizados por la seguidilla de hechos de inseguridad que sufren a diario.

Entre otros hechos, el reclamo de repartidores se disparó tras el caso de Miriam, una cadete a la que le robaron la moto y el celular en zona norte. «Me siento desconsolada. Yo había dejado un pedido a tres cuadras, por Mont Cenis. Ellos venían por Colectora (NdR: debajo de la cabecera del Puente Rosario-Victoria). Se cruzaron a la mitad de la calle y con un arma me apuntaron. Me hicieron bajar de la moto. Si yo me escapaba me disparaban por la espalda. Me robaron todo», lamentó la trabajadora.

«El relato de Miriam genera impotencia y por eso hicimos esta movilización, convocando una vez más a los compañeros repartidores. Después de las 10 de la noche, la mayoría de las zonas de Rosario quedan totalmente liberadas. No hay controles ni patrulleros», cuestionó Brandon Catalano, referente de la Asociación de Repartidores Independientes.

Luego Miriam vivió otra odisea tras el asalto sufrido: encontrar colaboración de las fuerzas policiales. «Salí corriendo para el lado de bulevar Rondeau. Una mujer en un Peugeot blanco me socorrió. Me abrió las puertas y yo sabía que la moto tenía alarma. Cuando me llevó hasta la sede policial del Control, no había móviles. Yo creía que a la moto la iba a encontrar», contó. La víctima acudió a la sede de la Policía de Seguridad Vial, en el ingreso a Granadero Baigorria.

«Con esa mujer -prosiguió Miriam- nos fuimos a dar unas vueltas para ver si aparecía la moto. Nos fuimos a la comisaría 10° y de allí nos mandaron a la subcomisaría 27°. Allí había dos chicas policías y no había móviles. Volvimos a la 10° porque habían tirado un alerta de que la habían encontrado en un aguantadero. Yo escuchaba el pitido de la alarma, pero según el jefe de la comisaría no estaba ahí», manifestó la repartidora en diálogo con Telefe Rosario.

«Miriam fue a tres comisarías y en ninguna había patrulleros», aportó Catalano. «No solamente es indignante estar tan desprotegido, sino también la falta de respuestas a la hora de pedir ayuda. Lo sentimos como una burla. Genera bronca el protocolo que se aplica para algunos. Es injusto que el ciudadano común tenga un montón de trabas burocráticas. Pero cuando le pasa algo a un policía, todo lo contrario porque actúan instantáneamente», disparó el referente de los repartidores.

Miriam estaba segura de que su moto estaba guardada en ese aguantadero. «Los vecinos dijeron que la moto estaba ahí, porque habían entrado con dos. El dueño de la casa cerró la puerta y se fue. Estoy desconsolada. No la voy a volver a encontrar», señaló.

«La policía cumple órdenes del poder político. Y las veces que hemos venido a hablar y reclamar, nos han escuchado pero también se han pasado la pelota uno a otro. Hablamos en Gobernación, en el Concejo Municipal, con la Policía, con la PDI (por la AIC). Entonces ya nos cansamos de hablar. Queremos soluciones», planteó Catalano.

Según el referente de los repartidores rosarinos, «lo único que nos podría ayudar es el proyecto provincial que lanzó (el diputado del Frente Renovador Oscar) Cachi Martínez, con los GPS que nos serviría para trabajar monitoreados y más controlados. También pensamos en un código QR para que tanto la Policía como Tránsito nos pueda identificar. Esa sería la solución más inmediata. Otra cosa no vemos», aseguró Brandon Catalano.

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