El contenido erótico almacenado voluntaria o involuntariamente en los celulares personales puede convertirse en un serio problema para los fanáticos que asistan al Mundial de Qatar, un país con una lógica diferente a la occidental sobre la significación del cuerpo.
El director del Doctorado en Diversidad Cultural de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), Hamurabi Noufouri, recomendó en una nota con Télam que los visitantes «borren» todo tipo de material sexual o sensual para evitar un conflicto con las autoridades locales.
Los 50.000 agentes que controlarán la seguridad de la Copa del Mundo no tendrán potestad de revisar los teléfonos compulsivamente pero sí podrían hacerlo ante algún incidente previo y el hallazgo de un video o una foto de ese tenor será suficiente para imputar la «promoción de la pornografía».
«Los contenidos eróticos que los turistas, tal vez, puedan llevar en sus celulares es mejor borrarlos. La Policía no va a parar gente por la calle para revisar los teléfonos pero si alguien se hace el vivo con algo o no respeta una norma y es abordado por la autoridad puede ser que lo revisen, eso pasa en cualquier parte del mundo», aclaró el catedrático.
«Si revisan y encuentran algo pueden llegar a magnificar todo y acusar por promoción de la pornografía. Lo pueden usar como excusa para aplicar una multa, subirte a un avión y expulsarte del país. Mejor borrar todo», alertó el especialista en diversidad cultural.
En Qatar, primer país árabe en organizar la Copa del Mundo de la FIFA, rigen los códigos de la cultura musulmana, en la que exhibir el cuerpo o tener contacto físico en lugares públicos puede resultar ofensivo para los nativos.
«Qatar es bastante liberal para los residentes y turistas, las personas generalmente pueden usar la ropa que prefieran, pero esperamos que tanto hombres como mujeres vistan con modestia», reconoció el secretario general del Comité Supremo del Mundial, Hassan Al Thawadi en una entrevista concedida a Télam a finales de septiembre..
Hamurabi Noufouri graficó que la imagen de un cuerpo desnudo para un qatarí «es como ponerle un parlante de 200 wats en la oreja o como meterles una linterna en un ojo».
«Nosotros estamos acostumbrados, con el paso de los años tuvimos que desnudar más el cuerpo por la sobreoferta visual existente, pero a ellos nos les gusta eso. Necesitan la gradualidad, ir sacando las capas de la cebolla», explicó el doctor graduado en la Universidad de Navarra, España.
En el emirato anfitrión del Mundial, «la forma de percibir el cuerpo tiene que ver con la mirada; de acuerdo a lo que uno muestra, es el mensaje que se manda; cuánto más se muestra, más se quiere decir que eso está disponible para tocar».
«Eso no es ni bueno ni malo, es una práctica cultural que no hay por qué juzgarla -consideró-. Son zonas de fricción intercultural».
«Desde Occidente buscamos todo el tiempo que ellos se parezcan a nosotros. Los describimos como los españoles que llegaron a América describían a los indios, no salimos de este asunto de juzgarlos sin conocerlos. No vamos a lograr que se parezcan a nosotros en estos 28 días», avisó.
«En Qatar hay, existe, una cultura de la hospitalidad en la que el huésped es sagrado y, desde ese lugar, es que las puertas se abren para que todas y todos vayan a conocer ese país. Las indicaciones para que nadie tenga un problema están claritas en la web de la página de turismo de Qatar, escritas en español para fácil comprensión. En casa ajena, hay que respetar», concluyó.
El Mundial Qatar 2022 comenzará este domingo 20 y se extenderá hasta el 18 de diciembre, día de la final en Lusail. La organización espera una afluencia turística de 1,5 millones de personas en un país con 2,8 millones de habitantes. De ese contingente formarán parte unos 40.000 argentinos, según estimaciones de la Embajada en Doha.