El domingo se conoció el cambio de vida que tuvo Cristina Scuccia, quien fue noticia en 2014 bajo el nombre de Sor Cristina, una monja que ganó el certamen La Voz en Italia. En un programa de la televisión europea, ocho años después de aquél mediatizado logro, se conoció que la mujer ahora lleva una vida totalmente distinta: ha dejado el convento y se mudó a España, donde trabaja como moza y sigue cantando.
Sor Cristina estaba en un convento de las ursulinas en Milán cuando causó mucha impresión en un concurso de canto religioso, y la llamaron para participar en La Voz, programa que tiene sus versiones en la mayoría de los países del mundo. Su audición a ciegas convenció hasta a la mismísima Raffaella Carrá, que se quedó con la boca abierta al descubrir que la mujer que interpretaba “No One”, de Alicia Keys, era una monja y reconoció que se quedó sin habla durante varios minutos.
IN CHE SENSO SUOR CRISTINA NON È PIÙ SUORA? MA POI CHE BELLA È#verissimo pic.twitter.com/jOoQ2phxWb
— soleilandia ☀ (@sisonokevin) November 20, 2022
La audición a ciegas de Sor Cristina asombró al público: obtuvo más de 90 millones de visualizaciones en YouTube en apenas una semana, y terminó ganando La Voz con “What a Feeling”, de la película Flashdance. Después comenzó una carrera en la música, formando parte del elenco del musical Sister act y grabando un disco que regaló al mismo Papa Francisco que incluía una versión de la polémica “Like a virgin” de Madonna.
El éxito la acompañó en el mundo de la música pero también le hizo replantearse su vida, y este domingo, Scuccia se presentó en el Canale 5 italiano para contar su cambio radical a los italianos. Vestida con un traje rojo y en tacones, la ex monja ursulina contó que pese a que todavía cree en Dios, ganar el concurso de talentos le ha llevado a un proceso personal que le ha hecho tomar la decisión de dejar el convento, según relató luego al diario La Vanguardia.
“Fue un cambio interior, como si toda esta exposición me diese una responsabilidad enorme de éxito de ser una testimonio de Dios”, contó la ex monja en televisión. “Eso me hizo pensar mucho y dar un paso hacia la vida adulta, asumir una responsabilidad. Lo que ha pasado no es algo concreto, sino un camino. La Voz abrió el camino a un crecimiento evolutivo”, agregó.
Se trata de un proceso que culminó durante los meses de confinamiento de la pandemia, cuando Sor Cristina tuvo tiempo de parar y reflexionar sobre cómo quería seguir viviendo su vida. Con la ayuda de una psicóloga, se dio cuenta que ya no quería seguir haciéndolo bajo las estrictas reglas de las hermanas ursulinas. “No entendía quién era –abundó–. Yo nunca he renegado de Dios, pero no me encontraba dentro de mi hábito”.
Ahora vive “con una sonrisa” en España. Sigue cantando y practicando su fe católica y, de momento, no piensa en enamorarse, aunque sí “cree en el amor”.