Un estudio del Consejo de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir) advierte que hay cerca de 20 mil inmuebles vacíos (es decir, ociosos) en la ciudad. Desde la Concejalía Popular insisten en que ese número es más del doble, y proponen una serie de medidas como muestra de un nuevo modelo de propiedad social de la vivienda: entre otras iniciativas, buscan inaugurar un hostel social, con la capacidad de albergar hasta 36 personas con bajos recursos, y crear un Bibliohábitat a modo de usina de pensamiento y debate para elaborar soluciones concretas a problemas habitacionales urgentes de la población, tanto de la ciudad como en el barrio.
El Centro de Estudios Metropolitanos de la Concejalía impulsa un Plan Integral de Vivienda Social, Alquileres justos y dignos. En ese sentido elaboraron 10 propuestas estratégicas, destinadas a generar indicadores precisos sobre las condiciones de hábitat, ensanchamientos de derechos y soluciones objetivas y eficaces para garantizar el hábitat de los ciudadanos.
“Consideramos que el Estado tiene que devolverle a la gente el derecho a la ciudad que tiene”, sentencia Nire Roldán, titular de la Concejalía Popular de Rosario, organización que propone una serie de medidas para paliar la “cada vez más grave situación habitacional que hay en la ciudad”, como lo definió el exconcejal.
El Hostel Social “La Perla de Tablada” es un proyecto que tiene lugar en una vivienda con dirección en Ayolas 227, entre Ayacucho y Colón, con habitaciones en planta alta y baja de una, dos, tres y seis plazas para brindar soluciones habitacionales temporales a distintos segmentos y colectivos sociales: “La idea es que sea un lugar de cobijo”, dijo a El Ciudadano Roldán. El espacio estará dedicado a jóvenes embarazadas, trabajadores, estudiantes, o personas dedicadas al cuidado de familiares que necesiten temporalmente una solución habitacional, de la ciudad o de localidades de la región.
Roldán aclara que la contrapropuesta para aquellas personas que no tienen los recursos para poder sostener su estadía es la puesta en marcha de un “bono social Perla” que propone pagar los días de alojamiento con trabajo social, docente, de cuidados o de economía social para dar respuesta solidaria a la necesidad urgente, siempre teniendo en cuenta las habilidades y conocimientos de la persona.
«Nosotros hemos recuperado un inmueble, lo tenemos en una asociación civil con el privado”, contó Roldán sobre la metodología de obtención del inmueble. La organización que lidera el exconcejal identificó un total de cien inmuebles a lo largo de la ciudad que están en estado ocioso desde hace dos años o más. “Estamos avanzando con los cien, focalizando nuestro trabajo en diez de ellos. La intención es la de decir que se pueden hacer estas cosas», en referencia a la instalación de hostels sociales y de vivienda pública en sus instalaciones.
Roldán criticó abiertamente a los integrantes del Concejo Municipal, calificándolos de «posibilistas» tras negarse a discutir una ordenanza de vivienda popular: «No tienen sueños, no tienen utopías, no tienen nada. Me parece que estamos en un momento en donde el campo popular tiene que avanzar sobre este tipo de cosas».
La plusvalía urbana
«El negocio inmobiliario todos los días modifica alturas de los vecinos en Fisherton, construye edificios de 200 metros en Puerto Norte, ganan en el centro las apropiaciones para hacer cualquier tipo de desarrollo inmobiliario. Pensemos nosotros una forma innovadora, una forma inteligente, de recuperar el valor de las viviendas», arengó el militante.
Roldán señaló los numerosos casos que han trascendido desde la legislatura municipal, donde titulares de emprendimientos inmobiliarios solicitaron permisos especiales de edificación en zonas donde el código urbano no permite alturas más allá de determinado límite, ya sea por cuestiones de planificación urbana o por las propias características de los inmuebles lindantes de la zona a la construcción: «El Estado necesita devolverle a los ciudadanos una parte de ese derecho a ciudad que tiene. Nosotros decimos que el 30% de ese aire que modifica la ordenanza que está es de los ciudadanos y proponemos que se haga vivienda pública en alquiler. Es la ordenanza de fondo que llevamos al Concejo Municipal».
La organización liderada por Nire Roldán señaló 100 inmuebles ociosos en Rosario, los cuales fueron analizados desde el punto de vista edilicio, desde la infraestructura del inmueble y desde el punto de vista jurídico del inmueble. “Haciendo esos tres cruces, nos permitimos poner en una categoría que es importante que trabajemos y activemos, que es la plusvalía urbana”, describió Roldán, y sentenció: “Si no hacemos nada, si los Estados municipal, provincial y nacional no hacen nada con los inmuebles, la especulación inmobiliaria va a ganar como viene devorando y destrozando la ciudad de Rosario en forma acelerada”.
La Perla de Tablada
El nuevo establecimiento ubicado en el emblemático barrio Tablada lleva el nombre de “una vieja luchadora” por los derechos de los jubilados, que marchó con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en los años 1970 y 1980, recordada por tocar el acordeón en el geriátrico que funciona a pocos metros de la casa que ahora llevará su nombre.
Los hostels sociales son una experiencia que funcionó y funciona al día de hoy en Colombia como una forma de revalorizar en lo económico, a través de reformas estructurales y estéticas, y de recuperar socialmente dándole alojamiento a personas que estaban en situación de difícil acceso a la vivienda, en edificios tomados por las bandas narcotraficantes en Bogotá. Roldán recupera esta experiencia, con origen en el país latinomaericano pero con réplicas en todo el mundo, como una forma de recuperar el valor de las viviendas en las grandes urbes.
El titular de la Concejalía Popular reveló que el proyecto es la implementación de la primera vivienda pública en alquiler de Rosario en este emprendimiento tripartito entre dos organizaciones territoriales del lugar, la Concejalía y el apoyo financiero de un particular que aporte el capital para la elaboración de un consorcio por tres años en comodato de la propiedad, bajo el compromiso de atender a los problemas con cualquier entidad pública que tenga esa vivienda. Al finalizar el convenio dentro de tres años, el desarrollador “va a tumbar el inmueble y va a construir a lo mejor 12, 15 pisos y nosotros proponemos que el 30% sea vivienda pública a futuro”, dijo Roldán, y agrega que “mientras tanto y por si esto no se consigue, utilizamos socialmente el inmueble en vez de que esté ocioso».
La vivienda social en alquiler es una categoría poco escuchada en la ciudad de Rosario pero que ya tiene proyectos llevados delante en Viena desde 1918, con experiencias más recientes en varias ciudades de Alemania, España, Inglaterra, Holanda y en varios países de América Latina, como Colombia. «La Perla de Tablada» pretende ser la primera experiencia de este estilo, con posible fecha de inauguración el próximo 1° de enero.