El presidente Alberto Fernández cruzó la calle que separa la Casa Rosada del Ministerio de Economía y almorzó con el ministro de Economía, Sergio Massa. En la mesa, trascendió, se habló de las últimas medidas tomadas y por tomar, especialmente entre estas últimas la reaparición del dólar soja para acelerar la liquidación de las exportaciones de la oleaginosa. Todo en medio de presiones cambiarias que sacuden la cotización del “dólar blue”.
La actividad también dio cuenta de que el jefe del Estado está retomando agenda después de la descompensación que padeció en Bali, durante la cumbre del G-20 de Indonesia, y de la recomendación médica de retomar “de a poco” sus labores . De igual modo, este viernes por la mañana participó de un acto en la localidad bonaerense de Pilar, donde inauguró un Centro de Desarrollo Infantil junto al intendente Federico Achával y ministros de su gabinete. El Centro Juana Azurduy, emplazado en la localidad de Manuel Alberti, es uno de los 30 que construyó y finalizó el gobierno nacional en seis provincias, sobre un total de 500 proyectados en todo el país.
El repaso de la cuestión económica, tema excluyente del almuerzo, se tradujo horas después en la confirmación por parte de Massa de la reapertura del Programa de Incentivo a la Exportaciones del complejo industrial oleaginoso. Y fue la continuidad de la participación del jefe del Palacio de Hacienda de una reunión en la que repudió delante de empresarios las presiones para generar una devaluación de la moneda nacional.
“Los que piden devaluación están destruyendo el valor de sus empresas”
Este jueves, el ministro censuró las presiones de sectores económicos sobre el dólar, al advertir ante empresarios: “Los que piden devaluación están destruyendo el valor de sus compañías”, en un encuentro empresarial en el Alvear Palace Hotel organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP). “Ese camino no lo voy a recorrer”, sostuvo el jefe del Palacio de Hacienda al responder a las preguntas del sector.
En otra de las consultas, desde la Cámara Argentina de Comercio (CAC) le preguntaron a Massa si siendo que el próximo año será electoral habrá presiones para políticas económicas expansivas lo que implicaría un incremento del gasto público. Además le consultaron cómo se conciliaría en 2023 con las metas acordadas con el FMI.
Al respecto, el titular del Palacio de Hacienda indicó que “las elecciones no se ganan por políticas expansivas”. “Me gustaría mostrar la expansión fiscal previa a 2019 y otros procesos electorales, eso de que se ganan con expansión fiscal atrasa un poco”.
Asimismo aseguró: “Nuestro gobierno va a ganar la elección si es capaz de bajar la inflación y darle mejor acceso al crédito a los ciudadanos. Creo que es lo que espera la mayoría de los argentinos hoy”.
“Creo que hoy más que expandir el gasto –continuó– lo que necesita el gobierno es garantizar el acceso al crédito para consumo y bienes durables. Y en todo caso es bajar la inflación que es la mejor forma de recuperar ingresos”, remarcó.
“En el caso de la política de crédito ustedes saben que la tasa de interés tiene una consecuencia directa de lo que es la inflación, nuestra gran responsabilidad es bajar la inflación para que baje la tasa de interés”, siguió.
Y aseguró que durante el último trimestre del año habrá desembolsos por parte de organismos multilaterales que dejarán un saldo a favor de 4.200 millones de dólares.
De esta forma, el jefe del Palacio de Hacienda buscó despejar las dudas que existen sobre el nivel de reservas del Banco Central y la disponibilidad de divisas para financiar importaciones que sostengan el proceso productivo. Además afirmó que la Argentina cumplirá con las metas de déficit fiscal y de acumulación de reservas porque “se debe cumplir con la palabra empeñada”. Y sostuvo que el gobierno seguirá planteando ante los organismos internacionales el costo que produjo la invasión de Rusia a Ucrania: “Para el FMI son 3.700 millones de dólares, para nosotros 5.200 millones. Esta es una cuenta que pagamos por una guerra que no es nuestra. Es una discusión que tenemos que dar. También pretendemos que nuestras contrapartes tengan en cuenta en los acuerdos firmados estos incidentes extraños”, cerró Massa.